El plástico que tiramos nos vuelve en forma de pequeñísimas partículas que se cuelan en los alimentos. Estudios anteriores habían probado su presencia en la sal, en el pescado, en las infusiones, en el agua embotellada y en el agua del grifo. Ahora se ha descubierto que las plantas absorben del suelo las partículas de plástico y las incorporan en las frutas y hortalizas de consumo humano, como zanahorias, brocolis, manzanas o peras.

La investigación dada a conocer en Environmental Research muestra que las micro y nanopartículas de plástico pueden encontrarse en la pulpa y la fibra de todo tipo de alimentos vegetales. Además de los productos mencionados, podrían encontrarse en otros como rábanos, nabos o patatas.

La manzana es la fruta analizada con más plástico en su interior

Según los autores del estudio, las partículas de plástico entran con el agua en las plantas, viajan por los tallos y llegan hasta las hojas, los frutos y los tubérculos. Los detalles sobre cómo penetran los plásticos en las plantas serán explicados en un nuevo estudio, que será publicado por la revista Nature Sustainability.

El estudio, dirigido por la doctora Gea Oliveri Conti, de la Universidad de Catania, se realizó con muestras de frutas y hortalizas tomadas en tiendas sicilianas Estas muestras se licuaron y se deshidrataron para observarlas bajo el microscopio electrónico. Los microplásticos más grandes (2,52 micras) se identificaron en las lechugas, mientras que los más pequeños (1,51 micras) se encontraron en las zanahorias.

Los autores estiman que la cantidad de partículas de plásticos que comemos a través de frutas y hortalizas es menor que la que ingerimos a través del agua embotellada. No obstante, el nivel de contaminación es tal que "resulta urgente efectuar estudios toxicológicos y epidemiológicos para determinar los posibles efectos de los microplásticos sobre la salud humana".

Por otra parte, las micro y nanopartículas de plástico no solo se encuentran en los alimentos. También se hallan en productos de cosmética como las cremas exfoliantes o, incluso, flotando en el aire.

Referencias científicas:

Gea Oliveri Conti et al. Micro- and nano-plastics in edible fruit and vegetables. The first diet risks assessment for the general population. Environmental Research.