La mayoría de expertos en nutrición recomiendan evitar los alimentos ultraprocesados por una serie de razones: suelen ser ricos en azúcares, grasas refinadas y sal, y pobres en fibra y micronutrientes. Estas características los relacionan con un mayor riesgo de varias enfermedades, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Ahora investigadores franceses y brasileños los asocian por primera vez también con el cáncer.

Por comida ultraprocesada se entienden los refrescos, los productos de galletería, panadería, bollería y productos cárnicos de elaboración industrializada. Un estudio publicado recientemente en la revista Public Health Nutrition señala que en España el porcentaje de alimentos muy procesados en la cesta de la compra de las familias españolas alcanza el 20% de media. Es uno de los menores en Europa, pero la tendencia es a que aumente. En el Reino Unido, la proporción llega al 50%.

Más alimentos industrializados, más cáncer

Según los expertos de las universidades de la Sorbona y de Sao Paulo, los alimentos ultraprocesados aumentan en proporción directa el riesgo de padecer cáncer. En consecuencia, un incremento del 10% en el consumo de comida procesada se asocia con un 12% de aumento en el riesgo de cáncer, especialmente en el de mama.

Las conclusiones del estudio, publicado en el British Medical Journal, están basadas a en un sondeo hecho entre 104.980 adultos franceses saludables, con una edad promedio de 43 años. Se analizó el consumo de hasta 3.300 productos alimentarios diferentes, que fueron clasificados en función de su nivel de procesamiento. Y se tuvo en cuenta la influencia de factores de riesgo como la edad, si eran fumadores o si había antecedentes familiares de cáncer.

Tras analizar todas las variables, los investigadores concluyeron que los alimentos ultraprocesados se asociaban al cáncer, y que los frescos y mínimamente procesados, como las frutas y hortalizas y el arroz se relacionaban con un riesgo general menor de contraer la enfermedad.

¿Por qué producen cáncer?

El estudio muestra que los ultraprocesados se relacionan especialmente con un mayor riesgo de cáncer de mama. Los autores sugieren varias explicaciones de esta relación. En general, consideran que la causa no hay que buscarla en la "calidad nutricional", en referencia a la composición de macro y micronutrientes, sino en compuestos bioactivos potencialmente cancerígenos que están presentes en los alimentos ultraprocesados.

Mencionan, por ejemplo, el bisfenol A, una sustancia que se encuentra en muchos envases de plástico y en las latas de conserva. Este compuesto interfiere con el sistema hormonal y podría favorecer el desarrollo de diversos tipos de cáncer, entre ellos el de mama.

Otros agentes sospechosos que se encuentran en los alimentos ultraprocesados son algunos aditivos alimentarios. Aunque existen unos niveles máximos autorizados para cada una de estas sustancias, "permanecen en gran parte desconocidos los efectos sobre la salud de la ingesta acumulada y de la interacción potencial entre ellos", aseguran los autores.

Concretan que de los más de 250 aditivos diferentes autorizados, algunos han mostrado actividad carcinógenica en estudios in vitro y con animales, por lo que debieran ser investigados en humanos.