Algunos nutrientes y compuestos químicos hacen que determinados alimentos destaquen por sus propiedades en el control de la multiplicación de virus y bacterias. Ciertos alimentos que destacan en este sentido son el ajo, la cebolla, el jengibre, el vinagre de manzana, la cúrcuma, el orégano o las capuchinas, entre otros. Todos fortalecen la inmunidad.

Antibióticos: solo cuando son imprescindibles

Los fármacos antibióticos deben tomarse solo cuando son absolutamente imprescindibles y, por supuesto, siempre con prescripción médica.

Los antibióticos tienen efectos secundarios. Por ejemplo, pueden alterar la composición y el equilibrio de la microbiota intestinal, que es uno de los pilares de la salud.

Pero el problema más grave es que los antibióticos, sobre todo si no se sigue el tratamiento hasta el final, pueden favorecer la aparición de bacterias resistentes a los medicamentos.

Por eso es buena idea prevenir las infecciones fortaleciendo el sistema inmunitario y dotando al organismo de las sustancias que necesita para mantener bajo control a virus y bacterias potencialmente dañinos.

Recetas con alimentos enemigos de las infecciones

Ajo, el superbulbo

Este bulbo picante tiene mucho que ofrecer y no solo como controlador de virus y bacterias. También ayuda a superar los resfriados, a controlar el colesterol y a favorecer la salud cardiovascular.

Si tienes una infección respiratoria, machaca un diente de ajo y mzclarlo con una cucharada de zumo de limón y miel.

Esta mezcla se puede tomar hasta cinco veces al día, hasta que los síntomas desaparezcan lentamente.

Receta dulce con miel y cúrcuma

La idea de mezclar miel con cúrcuma (la "miel dorada") proviene de la medicina tibetana. Este remedio activa la inmunidad y su elaboración es muy sencilla:

Ingredientes:

  • 200 ml de miel
  • 2 cucharaditas de cúrcuma
  • Un poco de pimienta negra molida

Elaboración y consumo:

  1. Toma 200 ml de miel ecológica centrifugada en frío.
  2. 2 cucharaditas de cúrcuma y un poco de pimienta negra recién molida.
  3. Agita la mezcla hasta que se forme una masa homogénea.ç
  4. En el caso de molestias leves y agudas, como los primeros síntomas de un resfriado, chupa media cucharadita de la mezcla cada dos horas el primer día y cada tres el segundo.
  5. Si los síntomas mejoran, toma media cucharada 3 veces al día durante algunos días más. Si los síntomas empeoran es mejor consultar con el médico.

Remedios con cebollas

Las cebollas contienen aceites esenciales saludables, compuestos azufrados y flavonoides.

La combinación con la miel también ayuda a combatir las bacterias dañinas.

Ingredientes:

  • 1 cebolla
  • 100 ml de miel

Elaboración:

  1. Corta una cebolla de tamaño mediano a grande en dados pequeños. Colócalos en un frasco con tapa de rosca y cúbrelos con aproximadamente 100 ml de miel.
  2. Deja reposar durante 6 a 24 horas. Revuelve una o dos veces durante el proceso y transcurrido el tiempo cuela el líquido.
  3. Toma 2-3 cucharaditas 3 veces al día. Esta mezcla de miel y cebolla también reduce los niveles altos de colesterol y la presión arterial alta.
  4. Puedes lograr un efecto aún más fuerte agregando un diente de ajo grande y picado y un poco de zumo de limón recién exprimido.

Rábano picante y capuchina

Los aceites de mostaza contenidos en las capuchinas tienen un efecto desinfectante y están indicados en los ataques virales.

Ingredientes:

  • 100 g de hojas frescas de capuchina
  • 1 trozo de rábano rusticano de unos dos centímetros de tamaño
  • 500 ml de aguardiente

Elaboración:

  1. Corta las hojas de capuchina y ralla el rábano, colócalos en un frasco con tapa de rosca y vierte el alcohol encima.
  2. Deja reposar la mezcla durante dos semanas en un lugar oscuro, por ejemplo, en el armario de la cocina, y luego cuélala.

Este extracto se puede tomar de forma profiláctica o durante las infecciones respiratoria con secreción nasal. Toma un un máximo de 30 gotas repartidas a lo largo del día.

Infusión de jengibre, guindilla, salvia y ajo

El jengibre posee propiedades antiinflamatorias y desinfectantes.

Puedes preparar un caldo de verduras y añadirle jengibre fresco, un poco de guindilla, tomillo, salvia y ajo.

Orégano

El aceite de orégano posee propiedades antibacterianas gracias a uno de sus componentes, el carvacrol.

Para aprovechar las propiedades del orégano puedes utilizarlo como hierba aromática en las recetas de cocina.

Puedes preparar un aceite al orégano meclando medio litro de aceite de oliva virgen extra con 50 g de orégano fresco, bien lavado y machacado. Puedes utilizar este aceite en los aliños.

Referencias científicas:

  • M A Adetumbi et al. Allium sativum (garlic)--a natural antibiotic. Med Hypotheses.
  • Soheil Zorofchian Moghadamtousi et al. A review on antibacterial, antiviral, and antifungal activity of curcumin. Biomed Research International.
  • Mandal MD et al. Honey: its medicinal property and antibacterial activity. Asian Pacific Journal of Tropical Biomedicine.
  • Suleria HA et al. Onion: nature protection against physiological threats. Critical Reviewa in Food Science and Nutrition.
  • Liu Q, et al. Antibacterial and Antifungal Activities of Spices. International Journal of Molecular Sciences.