Las crucíferas son los vegetales pertenecientes a la familia Brassicaceae. De las que voy a hablar aquí es de las comestibles, que suelen ser además verduras de otoño e invierno: pak choi, coliflor, romanesco, repollo, lombarda, col de bruselas, colinabo o colirrábano, brócoli, col rizada (kale), berza, nabo, grelos, col china, etc.

En general estas verduras y hortalizas son muy fáciles de hacer y algunas de ellas se pueden comer crudas porque su sabor y textura son muy agradables. Otras saben mejor con una cocción suave y otras con una cocción fuerte.

Evita los gases y la hinchazón

Una cosa que tienen en común es su contenido en ciertos polisacáridos que no se digieren y que la flora bacteriana intestinal convierte en gas, de ahí que en muchas personas aumenten las flatulencias al tomar crucíferas.

Para evitarlo es conveniente acostumbrarse a tomarlas regularmente en pequeñas cantidades, masticarlas muy bien y tomar algún carminativo, alguna infusión que ayude a reducir la formación de gases o facilitar la expulsión.

Evita el mal olor de la coliflor y otras crucíferas

Algunas de ellas como la coliflor, coles de bruselas y repollo también tienen en común que, al cocinarlas hervidas, pueden desprender olores desagradables. Esto sucede porque contienen compuestos organosulfurados que se activan al trocear y hervir en agua las hortalizas y se descomponen en otros que tienen olores desagradables, como el ácido sulfhídrico (olor a huevos podridos).

Para evitar estos olores corta estas verduras lo menos posible, evita hervirlas siempre que sea posible (utiliza otros métodos de cocción), y si las hierves hazlo en abundante agua con una pizca de vinagre, pon el extractor de humos y cuécela solo hasta que esté tierna.

¿Cómo se cocinan las verduras crucíferas?

Las verduras crucíferas tienen tamaños y texturas distintas entre si, por lo que deberemos tener en cuenta estas diferencias a la hora de cocinarlas.

1. Crucíferas verdes: el brócoli, las coles de Bruselas y el kale

Las crucíferas verdes como el brócoli, las coles de Bruselas, la col rizada o kale, los grelos, el romanesco y otras quedan especialmente bien a la plancha, salteadas o al horno. De esta forma no solo no desprenden olores desagradables, también mejora mucho su sabor y su textura, quedando más enteras, sin deshacerse.

La col rizada o kale al horno, además, se puede convertir en chips para picar. Las hojas se desecan y se tuestan y quedan como un snack crujiente.

Las coles de Bruselas se pueden tomar como cualquier otra verdura: salteadas, al horno o a la plancha. También se pueden separar sus hojas y dorarlas a la sartén para tener un snack diferente.

2. El colinabo o el colirrábano

El colinabo o colirrábano se puede comer crudo. Recuerda bastante a la manzana en textura, y tiene un sabor muy parecido al del tronco de la lechuga. Basta con pelarlo y cortarlo como queramos para tomar tal cual o añadir a ensaladas.

3. La col china, el pak choi, el repollo y los grelos

La col china, pak choi, repollo y grelos son un poco más delicados. Si las añadimos al principio de la preparación de un plato es muy posible que para el final estén demasiado blandas. Requieren muy poco tiempo de cocción, y más si las cortamos en tiritas finas.

Para hacer rollitos de primavera y similares no es necesario darles una cocción previa, se harán con el vapor que se forma dentro del propio rollito.

También las podemos comer crudas en ensaladas, igual que la lombarda, y dar un toque de color y textura crujiente muy original sin tener que recurrir siempre a la lechuga.

4. La coliflor y el romanesco

La coliflor y el romanesco comparten una textura muy compacta que las hace ideales para cualquier preparación. Incluso podemos rallarlos crudos y utilizarlos igual que el cuscús (y no es necesaria su cocción). Ambas hortalizas cortadas en trozos medianos y hechas a la plancha con especias son una base excelente para cualquier plato o acompañamiento y se hacen muy rápido.

5. Hacer cremas con nabo, coliflor, romanesco o colinabo

A la hora de hacer cremas de verduras el nabo, la coliflor, romanesco y colinabo nos aportarán cremosidad. Para evitar que huelan mal cocínalos aparte, al vapor, hasta que estén tiernos, y añádelos al resto de ingredientes ya hechos antes de pasarlo por la batidora.