Cuando tenía 25 años, Ángeles Parra se plantó en Madrid con la ilusión de cambiar el mundo junto a otros compañeros activistas de la ecología para plantearle al entonces alcalde, Enrique Tierno Galván, una idea revolucionaria y que entonces sonaba muy alternativa: celebrar una feria ecológica que apoyara la alimentación sin contaminantes y sostenible. El viejo profesor, que tenía algo de visionario, no solo les animó, sino que les cedió unas instalaciones de forma gratuita y una pequeña ayuda para ponerlo en marcha.

Así nació BioCultura, un proyecto que, 36 años después, es vanguardia de la cultura bio en nuestro país y fuera de nuestras fronteras. Ángeles Parra, su actual directora, nos explica las novedades de la nueva edición postcovid de este evento, que hoy en día ya se celebra en Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao y La Coruña.

–Del 8 al 11 de julio en Barcelona, BioCultura espera abrir sus puertas nuevamente de forma presencial. ¿Cuáles son las principales novedades que ofrecerá la feria en esta ocasión?
–En todo este tiempo de paréntesis COVID-19 no hemos parado de pensar, de imaginar un mundo mejor, y siempre hemos llegado a la misma conclusión: el mundo ya es bello, ya es perfecto… Es nuestra actividad como especie la que lo está estropeando y enfermando. Así que invitamos a todos y todas a visitar BioCultura para volver a aprender lo que hemos perdido. Para renovarnos, reinventarnos, para empoderarnos como ciudadanos conscientes.

–Nos volveremos a encontrar en los talleres y espacios de reflexión.
–Serán 200 actividades presenciales y unas 100 online. Las actividades de BioCultura son todo un manual para el cambio… Por eso, este año, además de todas las propuestas que van a tener lugar en la feria, podremos seguir conectados cuando volvamos a casa.

Vamos a dedicar un extenso programa de actividades también online que se va a poder disfrutar durante los 4 días de feria de forma totalmente gratuita. La gente está deseando encontrarse, ¡BioCultura Barcelona va a ser una fiesta!

–¿Qué será lo más destacado?
–El showcooking ecogastronómico de nuevo nos acercará aromas, sabores y texturas… Habrá de todo, desde catas de aceite hasta cocina con algas, cocina ayurveda, talleres para evitar el desperdicio alimentario… Y este año, coincidiendo con que Barcelona es la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, se diseñará en vivo y en directo el menú de verano de la capitalidad, a cargo de tres escuelas de hostelería. El maestro de ceremonia será Xavier Pellicer, cuyo restaurante ha sido valedor del Premio al Mejor Restaurante de Verduras del Mundo en 2018 por la We’re Smart Green Guide y le acaban de conceder el premio Cocinero del Año en Madrid Fusión.

Los talleres de cosmética ecológica también estarán presentes con muchas recomendaciones y propuestas que irán desde una jornada profesional hasta cómo preparar la piel para el verano y la protección solar, la dermoestética termal, superfoods para alimentar nuestra piel…

Y también habrá un taller muy importante en los tiempos que corren: nos adentraremos en el greenwashing, cómo leer las etiquetas para que no nos den gato por liebre. También hemos diseñado un espacio para las familias donde se desarrollarán talleres de reciclaje, de huerto, de yoga…

–¿Cómo ha incidido la actual situación sanitaria en el planteamiento de la feria?
–Estamos haciendo las cosas como siempre, pero eso sí, cumpliendo con todos los requisitos que nos indican las autoridades sanitarias. En Biocultura Barcelona participan 250 empresas expositoras. En colaboración con el Palau Sant Jordi hemos diseñado un formato y un espacio seguro para poder disfrutar de la feria.

El Palau en sus zonas interiores es un espacio bien ventilado, y se reforzará la limpieza y la desinfección, los pasillos serán más amplios, los accesos se acondicionarán… La zona exterior se dedicará a la restauración, con una amplia gama de ecofoodtrucks (con una oferta gastronómica, ecológica, Km0 y sobre todo, sabrosa). Las salas de conferencias impartirán de nuevo un sinfín de actividades relacionadas con cada uno de los sectores de la feria con las medidas pertinentes de seguridad.

–¿Qué secciones de BioCultura han crecido más?
–Tanto la cosmética ecológica como el textil sostenible siguen creciendo y creciendo, tanto en BioCultura como en general en el mercado. También el sector vegano va ascendiendo puestos en la feria y el sector ecológico. Son tendencias que se van a ir imponiendo en los próximos años. Es muy posible que de aquí a algunos años, el vegetarianismo y el veganismo hayan llegado a muchísima más población.

De igual manera, la cosmética bio y el textil sostenible dejarán de ser mercados residuales para llegar a franjas de la población cada vez más amplias. Pero ahora mismo, todo eso ya es una realidad en BioCultura.

"La feria siempre va unos años por delante de la realidad social."

–¿La situación por el COVID-19 ha provocado un mayor aumento hacia un consumo ecológico entre el año pasado y este?
–Sí, sin duda alguna. Hemos hablado en todo este tiempo con muchos directivos de empresas de elaboración de alimentos ecológicos y el consenso es absoluto: han aumentado las ventas. Por un lado, hay mayor concienciación de una parte de la población. Esto significa que más gente está consumiendo productos ecológicos. Los grandes distribuidores han visto que aumenta la demanda y la alimentación orgánica ya está en todas partes.

Por lo tanto, a algunas empresas les está yendo muy bien, no cabe duda. Muchos también miran por el hecho de que lo ecológico sea local y eso está muy bien. Pero al mismo tiempo, por la crisis tan profunda, mucha gente tiene menos poder adquisitivo y se lo piensa mucho a la hora de gastar.

–Pero ya vemos productos ecológicos en los supermercados convencionales...
–Sí, y el consumo se ha disparado. Ellos lo ven así: "Los retailers de alimentación que tomen medidas eficaces para hacer frente a los grandes cambios, como el crecimiento del canal online o el interés de los consumidores por productos saludables, tienen una oportunidad única de ganar cuota de mercado", según Sebastián Giménez, socio en McKinsey & Company. Por eso empieza la lucha o posicionamiento de los grandes en un nuevo campo de batalla: lo bio. Por ejemplo, Lidl ha logrado durante el último lustro una penetración en los hogares españoles del 40%.

La diversificación y la ampliación de cartera se ha triplicado durante ese periodo. Según Kantar World Panel, 5,2 millones de hogares ya compran productos ecológicos en la cadena alemana. Traducido a clientes, 1,1 millones. Ocupa el segundo puesto en la cuota de mercado bio.

Sin embargo, el puesto más alto del podio es para Carrefour. Llevan 30 años apostando por el producto bio en Francia; tiene en sus lineales más de 2.000 productos, propios y de terceros. Alimentación, productos de higiene, hogar y textil. Durante los dos últimos años, ha lanzado incluso más de 500 nuevos productos de marca propia. Incluso tiene varios establecimientos dedicados en exclusiva a productos ecológicos en Madrid y Barcelona.

–BioCultura es uno de los foros de conciencia ecológica, medioambiental y de debate humanista que existen en nuestro país… ¿En qué temas se enfocará en los próximos tiempos?
–Hay que caminar sí o sí para frenar el cambio climático y para crear una nueva sociedad más justa. Nosotros vamos a poner mucha energía en incidir sobre las administraciones estatales, autonómicas, municipales que hasta ahora no han jugado el papel que tenían que hacer.

Lo que les pedimos no son subvenciones sino una política eficiente de apoyo a la producción ecológica con incentivos fiscales, la compra pública de alimentos ecológicos y una campaña mediática que llegue a todos los estratos sociales... Su papel en la implementación de políticas en esta dirección sería fundamental para conseguir estos objetivos.

Por otra parte, es necesario, para poder enfrentarnos a los grandes desafíos que tenemos por delante con garantías de éxito, relocalizar la "eco-nomía", descarbonizarla, ecologizarla y dotarla de sentido común.

–Algunas empresas van a tener que cambiar...
–Evitar la usura y la especulación y los monopolios transnacionales es crucial. Más crucial todavía es crear herramientas de control para las actividades científicas y tecnológicas que pueden poner en peligro la vida. Lo mismo ocurre con cualquier actividad empresarial nociva.

Sin "principio de precaución", sin inocuidad garantizada, sea cual sea el ámbito, toda innovación debería estar prohibida: especialmente en campos como la modificación genética, la industria química, la energía, las telecomunicaciones, etc.

–La escasez y calidad de las aguas, la contaminación ambiental, el cambio climático, la manipulación genética, la mafia farmacéutica y sanitaria… ¿Cuál es su lectura sobre el momento actual y qué cree que podemos hacer para revertir la situación?
–Estamos al borde de un gran colapso ecológico (además el tiempo está cada vez más acelerado y eso no ayuda). Los científicos independientes son claros al respecto. Yo creo, sinceramente, que ya no está todo en nuestras manos, pero que es un deber no tirar la toalla. La Providencia tendrá algo que decir… Lo que sí sé es que, pase lo que pase, lo importante no solo es de qué forma tus acciones son capaces de cambiar el exterior, sino que también son capaces de cambiar el interior y lo micro. Me explico…

Podemos consumir ecológico, reducir al máximo nuestra huella de carbono, etc y quizás no seamos capaces de detener el cambio climático (aunque espero que sí), pero, en todo caso, este acto de altruismo será muy positivo para la salud tanto física como mental propia y de los nuestros. Irse a dormir sabiendo que has hecho lo que tenías que hacer es muy satisfactorio en todos los ámbitos, y especialmente en lo emocional, la gran asignatura pendiente de Occidente.

Horarios y venta de entradas para BioCultura Barcelona 2021

  • La venta de entradas para BioCultura será online, y se recomienda adquirirlas anticipadamente, ya que hay una gran demanda y el aforo por restricciones COVID-19 será más reducido del habitual.
  • La feria, a diferencia de otras ocasiones, tendrá estos tramos horarios que se deberán de elegir en el momento de la compra de la entrada: De 10h a 14h; y de 15h. a 20h (zona exterior foodtrucks hasta las 21h.)
  • La venta de entradas estará operativa a partir del día 14 de junio, con una tarifa única de 4€ (es gratis para los niños hasta 12 años). Y además: cada día se sorteará entre los asistentes un lote de productos ecológicos valorado en 200€ y una estancia de turismo rural.