La placas solares suben como la espuma, con un crecimiento del 108% en 2022 respecto al año anterior. Para entender este boom, entrevistamos a Roger Fernández, fundador y Co-CEO de SolarProfit, empresa de referencia en instalaciones solares.
–¿Es buen momento para colocar una instalación solar?
–Los costes han bajado sustancialmente. Implantar una instalación de autoconsumo fotovoltaico es hoy más asequible que nunca. Y se ha lanzado un paquete de ayudas económicas que han potenciado el autoconsumo en España.
–¿Dónde se puede colocar?
–En cualquier casa, empresa o bloque de pisos que disponga de espacio suficiente y en el que dé el sol. Las instalaciones se adaptan a cualquier tipo de cubierta. Se realiza un estudio previo y la empresa se ocupa del diseño, la instalación y todos los trámites necesarios para legalizarlo.
–¿Qué inversión se requiere para una azotea de unos 100 m2?
–En general, a partir de los 7.000 € y se paga a sí misma con el propio ahorro que generan las placas.
–¿Cuánto CO2 ahorra al planeta?
–En una vivienda estándar, en torno a una tonelada de CO2 al año.
–¿Se puede llegar a vender electricidad sobrante?
–Si se incluye un sistema de baterías inteligentes, la batería se carga de la red cuando la energía es barata, y vierte el excedente cuando es cara. Así el autoconsumidor recibe la máxima compensación por su energía excedentaria.
–¿Hay subvenciones?
–Destacan las bonificaciones de hasta un 50% en el IBI en gran parte de los municipios. Y están los Fondos Next Generation EU, con paquetes de ayudas para el autoconsumo fotovoltaico.
–¿Cuánto tardan en amortizarse y cuánto duran?
–Entre 5 y 10 años. La vida útil de las placas puede alcanzar unos 40 años. Algunas placas solares tienen tecnología preparada para los fenómenos meteorológicos más comunes, y también para los adversos, como el granizo.
Otras formas de energía limpia en casa más sencillas
Los nuevos desarrollos tecnológicos nos permiten ir desconectando de las energías fósiles, que calientan el clima del planeta, también para recargar nuestros aparatos electrónicos, como el móvil o la tablet. Descubre todas las posibilidades.
- Cargador solar. Los más sencillos tardan varios días en cargarse con el sol y solo ofrecen media batería de móvil. Es aconsejable que tenga a partir de 25000-30000 mAh y una potencia de 20 W para arriba. Eso sí, a mayor potencia, más número de paneles y mayor es el cargador. También hay piezas de ropa (como gorras) con minipaneles incorporados que recargan un móvil, pero necesitan muchas horas.
- Cargador eólico. Una novedad son las turbinas compactas y livianas que aprovechan incluso la brisa. Tienen el tamaño de una cantimplora de agua de excursión, no llegan al kilo y medio y acumulan energía para cargar cuatro veces el móvil. Una empresa canadiense ha desarrollado una miniturbina con trípode que se monta en 2 minutos.
- Cargador cinético. Con el movimiento de nuestros pasos podemos cargar también nuestros móviles. Empresas como SolePower han inventado un sistema para zapatos que genera potencia cuando se camina y los zapatos impactan en el suelo. Otros cargadores como Siva Cycle se adaptan a la rueda de la bici y generan energía mientras pedaleas. También los hay de manivela, que aunque no son eficientes, pueden ayudar en emergencias.
- Cargador con calor. Algunos hornillos de montaña, como BioLite o Woodsman, cuentan con una salida USB para aprovechar la energía que se genera mientras calientas la comida con el fuego de unas ramas. Otros dispositivos pueden ponerse en el radiador y aprovechan también el calor del agua. Eso sí, en varias horas, apenas obtienes un 5% de carga. Aunque son muy poco eficientes, suponen una muestra de las muchas posibilidades en un futuro cercano.