En las últimas décadas, la actividad humana, y en especial el consumo de combustibles fósiles, ha liberado grandes cantidades gases de efecto invernadero que hacen que las capas inferiores de la atmósfera retengan más calor y aumente la temperatura.

El cambio climático tiene graves consecuencias como sequías intensas, incendios, aumento del nivel del mar, deshielo de los polos, disminución de la biodiversidad… y también puede propiciar la aparición de nuevas enfermedades o la reactivación de algunas que parecían estar controladas.

¿Existe riesgo de nuevas pandemias?

Los pasados días 24, 25 y 26 de noviembre se celebró en Santiago de Compostela el 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en el que los médicos internistas invitaron a tomar conciencia sobre la existencia de enfermedades emergentes que irán en aumento con el cambio climático, para poder diagnosticarlas y tratarlas de forma precoz.

Los expertos advierten que ciertas enfermedades emergentes e importadas, como las causadas por virus, pueden conducir a futuras epidemias y pandemias, como ha sucedido con el virus de la Covid-19.

  • De hecho, desde el año 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado 4 veces el estado de emergencia internacional, en todos ellos debido a enfermedades causadas por virus.

“Al igual que hubo epidemias con consecuencias devastadoras en el pasado, como fueron la peste, el cólera o la gripe, y la pandemia por SARS-CoV-2 actual, debemos encontrarnos preparados para nuevas pandemias en el futuro”, explica a Cuerpomente la Dra. Laura Prieto, miembro de la SEMI y Médico de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

“Hay condiciones que podrían favorecer el desarrollo de epidemias, como por ejemplo el rápido crecimiento de la población en grandes urbes; la convivencia de seres humanos con animales -salvajes o domesticados, que propicien la transmisión de zoonosis; la facilidad actual para realizar viajes nacionales/internacionales; la aparición de conflictos bélicos y catástrofes naturales, así como el calentamiento global”, apunta.

Enfermedades emergentes

Fenómenos asociados al mundo actual, como los viajes internacionales y el cambio climático, favorecen la aparición de nuevos virus, la transmisión de enfermedades parasitarias asintomáticas (como la de Chagas) fuera de su lugar habitual o las picadas de garrapatas.

De acuerdo con la Dra. Prieto, “las alteraciones medioambientales derivadas de la actividad humana podrían afectar a la distribución geográfica de vectores u hospedadores intermediarios como son por ejemplo algunos mosquitos y artrópodos, moluscos, roedores y aves migratorias”.

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“Tampoco es descabellado pensar que enfermedades como la malaria o el dengue, ambas transmitidas por mosquitos, puedan resurgir en áreas donde previamente se encontraban erradicadas”, indica la Dra. Prieto.

Enfermedades causadas por parásitos

Entre las enfermedades emergentes, la doctora destaca la esquistosomiasis, una infección parasitaria crónica causada por gusanos que puede causar anemia, fibrosis de las venas intestinales y del hígado, agrandamiento del bazo y, en casos graves, complicaciones neurológicas y hasta la muerte.

Los gusanos que lo transmiten necesitan la presencia de un caracol como hospedador intermediario para completar su ciclo biológico. “El calentamiento global ha favorecido la expansión del hábitat de estos caracoles, haciendo que actualmente se estén describiendo casos en Europa cuando antes era una enfermedad confinada a África, Sudamérica y algunas zonas del Sudeste Asiático”, explica la especialista.

Enfermedades causadas por virus

Los brotes de Ébola, en África, la gran alarma generada por el virus de Zika o recientemente la pandemia de Covid-19, son claros ejemplos de virus emergentes y reemergentes que pueden poner en peligro la salud a nivel mundial.

“El cambio climático o el incremento de viajes internacionales, entre otros, favorecen que cada vez aparezcan enfermedades virales fuera de sus zonas habituales y las viriasis emergentes suponen un retro sanitario, ya que han sido y pueden ser el origen de futuras epidemias o pandemias”, destaca la Dra. Marta Díaz Menéndez, miembro de la SEMI y médico de la Unidad Tropical-Servicio de Medicina Interna, del Hospital Universitario La Paz-Carlos III (IdiPAZ), de Madrid.

Enfermedades causadas por hongos

“Los hongos son un grupo heterogéneo de organismos con gran capacidad de adaptación a condiciones ambientales extremas y una distribución mundial”, explica la Dra. Prieto.

Existen más de 100.000 especies diferentes, pero solo unas 20 causan el 90% de las micosis en humanos.

Aunque hay micosis emergentes (causadas por hongos), preocupan más las infecciones oportunistas que afectan a los pacientes inmunodeprimidos, tratados con quimioterapia, corticoides o biológicos, por SIDA o en la UCI.

“Es difícil establecer una asociación directa entre el calentamiento global y las infecciones por hongos, si bien se postula que algunas especies (como Candida auris) han podido desarrollar una capacidad para adaptarse a temperaturas más altas y producir enfermedad en el ser humano”, explica.

Infecciones transmitidas por garrapatas

Miles de personas sufren la picadura de una garrapata todos los años, pero al ser indoloras a menudo pasan inadvertidas, lo que hace que exista una infracomunicación de casos a nivel oficial.

Debido a estas picaduras, en España se detectan todos los años casos de enfermedad de Lyme, infecciones por Rickettsia que provocan fiebre botonosa, DEBONEL, o la infección provocada por Rickettsia sibirica mongolitimonae (descrita en toda España) y también, se comunica algún caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Además, cada vez se diagnostican con más frecuencia casos de alergia alimentaria a la carne a causa de la picadura de una garrapata.

“Cada año vemos más pacientes con picaduras de garrapata, pues hay muchos factores que favorecen que el problema vaya en aumento. Por ejemplo, las garrapatas son muy sensibles al cambio climático. Sabemos que, además de disminuir su mortandad y favorecer su expansión, algunas especies se vuelven más agresivas y buscan donde alimentarse con más avidez”, señala el Dr. José Antonio Oteo Revuelta, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas en el Hospital Universitario San Pedro, del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja-Logroño.

Por lo que respecta a la enfermedad de Lyme, la Dra. Prieto asegura que “hoy por hoy sigue siendo infrecuente en España. Los casos se circunscriben al territorio norte de la península, donde habita la garrapata que la transmite, si bien es cierto que el número de garrapatas ha ido aumentando en los últimos años en España”.

  • La enfermedad de Lyme es causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y transmitida por garrapata negra (Ixodes ricinus). Se conoce como “la gran imitadora” porque los síntomas que provoca son tan variados que se confunden fácilmente con otros problemas: desde cansancio o dolor en las articulaciones, hasta reacciones neurológicas como parálisis facial o pérdida de movilidad.