1. Unas vacaciones diferentes

Un retiro no siempre implica austeridad. Cada día hay más espacios que ofrecen un entorno material idílico en plena naturaleza en el que la persona puede conectar con su propio interior y ver la vida con ojos nuevos.

Retiros de yoga por España

La pasión por el yoga ha propiciado la creación de entornos muy cuidados para adentrarse en uno mismo. Si estás interesado/a estos son algunos de los lugares en España donde puedes desconectar.

  1. Masqi, The Energy House. En la Sierra de Mariola, entre Alicante y Valencia, se encuentra este lugar para profundizar en uno mismo, en la disciplina del yoga y la meditación. Además, todos los programas para sanar mente y cuerpo, se complementan con la cocina macrobiótica.
  2. La Garriga de Castelladral. En este eco-hotel situado en la Garriga de Castelladral, en la provincia de Barcelona, podrás poner en marcha el concepto 'slow life'. Tiene spa, está rodeado de naturaleza y ofrece diferentes packs para conectar con uno mismo o escapadas para desconectar. Lo mejor son sus desayunos ecológicos para coger energía.
  3. Solterreno. Cerca de Ondara, en Alicante, este centro realiza retiros de yoga y de mindfulness que se pueden combinar con paseos por el Vall de Laguar y consultas de naturopatía.
  4. Kaliyoga Retreat. Al sur de de Sierra Nevada, una pareja inglesa creó en 2002 un atractivo espacio de retiro para practicar yoga y seguir una dieta depurativa.

​2. Quietud y lucidez

Las propuestas budistas para aquietar la mente

En el budismo la meditación resulta esencial porque permite a la persona aquietar la mente, liberarse de sus prejuicios y sentir con ecuanimidad. Meditar en comunidad durante un retiro suele intensificar la experiencia.

Dokushô Villalba, discípulo de Taisen Deshimaru, fundó el monasterio budista zen Luz Serena en 1989 y desde entonces numerosas personas han acudido a él para encontrar la serenidad a través de la meditación y del calor de esta comunidad.

Situado en el Parque Natural de Cabriel, en Casas del Río (Valencia), este monasterio abre sus puertas a todo aquel, sea o no budista, que busca la transformación interior. "Nuestra verdadera riqueza, la que nos pertenece y nadie puede robarnos, está dentro de nosotros mismos, profundamente escondida y casi siempre mal conocida. El zazen, la práctica constante y asidua del zen, es una llave que abre este reino interior", afirma Dokushô Villalba.

En Luz Serena se organizan retiros de introducción en los que se practica la meditación zen. La armonía del grupo y la simplicidad de este estilo de vida pueden convertir estos cuatro días en un tiempo de desintoxicación mental y emocional de lo más inspirador. "Me sentía mal con mi vida. Toda la alegría de vivir se había reducido a ir de compras el fin de semana. Decidí que no quería pasar así el resto de mis días y vine a realizar un retiro. Buscaba calmar mi ansiedad y encontré la paz. Por eso hice los tres años de formación", cuenta Daishin Escobar, hoy monja budista de esta comunidad.

Hay también retiros de profundización y retiros de costura de kesa, dedicados a coser en silencio el manto que recubre el cuerpo de los practicantes. Como en la mayoría de retiros budistas, la jornada empieza antes del amanecer con el sonido de una campanilla –no hay relojes– que despierta a la comunidad para la primera meditación sentada. A esta le sigue una breve meditación caminando para después volver a sentarse a meditar. Se intenta atenuar la dispersión mental para acceder a una nueva dimensión de uno mismo. Por la noche, Dokushô suele impartir una charla.

Comer con serenidad

Para Soto Zen, la comunidad que habita el templo Luz Serena en Casas del Río (valencia), la comida es una ceremonia que sincroniza cuerpo y mente. Tres cuencos oryoki envueltos entre telas se disponen y utilizan siguiendo unas pautas muy precisas.

"Oryoki significa 'lo justo, lo suficiente'. Se centra la atención en cómo se ingiere cada alimento mientras se practica la comunicación silenciosa con los demás. En este hermoso juego se disfruta de la armonía y belleza de la vida en comunidad", explica Agustín Vázquez, instructor en Soto Zen.

Budismo tibetano en las Alpujarras

En las Alpujarras, a 1.600 metros de altura, se encuentra O Sel Ling, un templo budista tibetano que se hizo célebre en 1985 cuando el conocido lama Yeshe se reencarnó en el hijo de una pareja española que residía en él.

O Sel Ling dispone de diez casitas creadas para retiros individuales en los que practicar la meditación, siguiendo el modelo de otros monasterios del Himalaya. Están equipadas con una cama, un cojín para meditar, un altar, agua corriente, cocina de gas, estufa de leña, ducha y servicio.

Cada día se acerca a estos alojamientos una cesta con las comidas, siguiendo una dieta ovo-lacto-vegetariana con alimentos ecológicos del huerto que abastece a los residentes. Las casas se alquilan por una semana como mínimo. Pueden hacerse retiros de más de seis meses si se cuenta con referencias autorizadas que avalen la capacidad para afrontar esa experiencia.

Practica la meditación

Aumentan los centros que enseñan meditación, vinculados a diferentes escuelas y maestros.

  1. Federación Budista de España. Recoge las comunidades budistas españolas que organizan retiros y asesora sobre la práctica meditativa.
  2. TNH Spain. Los seguidores de Thich Nhat Hanh, el monje vietnamita que ha creado la comunidad de Plum Village en Francia, organizan retiros en España y tienen shangas para meditar en muchas ciudades.
  3. FPMT-Hispana. La comunidad para la preservación de la tradición mahayana creada por el lama yeshe y el lama Zopa Rimpoché posee centros en Barcelona, Valencia, Madrid, Granada, Navarra y Alicante. Organizan cursos y retiros.
  4. Rigpa. Bajo la tutela del lama Sögyal Rimpoché, autor de 'El libro tibetano de la vida y de la muerte' (Ed. Urano), los miembros de Rigpa cuentan con sedes en nueve ciudades españolas.

3. Espiritualidad, arte y silencio

Los monasterios católicos, espacios de paz y claridad

Se dice que quien cruza la puerta románica del Real Monasterio de Santa María de Poblet(Tarragona) deja todo atrás. Y muchos la franquean para encontrar refugio y apoyo espiritual entre estos muros declarados Patrimonio de la Humanidad. Pero algo similar cabría decir de cualquiera de los monasterios cristianos que acogen visitantes en el mundo.

"Las personas vienen para zanjar crisis personales, para descansar, pensar, leer… O para hablar con los monjes si es eso lo que necesitan. Pueden quedarse desde dos noches a una semana como máximo. Nuestros huéspedes comen con los monjes de nuestra comunidad y, si quieren, participan en todas nuestras actividades. Nos levantamos a las cinco menos cuarto. Vamos a maitines a las 5h 15’. A las 7, laudes. Misa a las 8, plegaria a las 13... Por la tarde, de nuevo plegarias a las 18h 30’; a las 20h 30’ celebramos las completas. No se pregunta a las personas si son o no creyentes; solo pedimos que acepten nuestro ritmo. Hoy en día vienen muchas personas jóvenes y no tan jóvenes para aislarse del mundo y buscar consuelo a sus problemas, como la falta de empleo, crisis matrimoniales, problemas con los hijos, crisis de fe… A veces buscan confesión y orientación. Esta mañana he estado un largo rato conversando con uno de nuestros huéspedes. Siempre digo que es mejor venir solo, porque si hablas y hablas con los amigos no encuentras lo que buscas. Veo muchos cambios en la gente que se queda con nosotros. Algunos se quieren quedar para siempre. Yo vine a hacer un retiro en 1989 y quedé tan cautivado que pedí formar parte de esta comunidad. Llevo aquí 24 años. Aunque ya era un profesional religioso, el mundo me había podido y quería revitalizar mi espiritualidad con más silencio y oración. El ritmo de aquí te devuelve la alegría de vivir, te sientes más unido a Dios y a una familia de monjes. No estamos encerrados, sino más abiertos que nadie. Los monasterios somos el pulmón de la sociedad".

Esto nos cuenta Francesc, el monje que se ocupa de la hospedería interna de Poblet y que es hijo del famoso y entrañable actor Paco Martínez-Soria.

Ora et labora

En la comunidad de Poblet hay una treintena de monjes, una orden que rinde culto a Dios llevando una vida austera y simple conectada a la naturaleza. Cultivan un huerto ecológico, cuidan los viñedos, hacen miel, cerámica… y siguen la regla benedictina.

En las comidas compartidas con los monjes, todo el mundo colabora en servir, retirar los platos y poner la mesa para la siguiente comida. La hospedería interna cuenta con 14 habitaciones (solo para hombres) donde se cobra la voluntad.

Las mujeres o las parejas pueden alojarse en la hospedería externa, que funciona como un hotel de tres estrellas, en habitaciones sin televisión.

El canto gregoriano

"Quien canta, ora dos veces", decía san Agustín, y sin duda el canto gregoriano es un poderoso vehículo para sentir lo inefable, un rezo que abre el corazón.

"El canto gregoriano traslada a otro mundo más allá de lo empírico. No en vano sus compositores eran grandes creyentes. Hace poco nos escucharon unos concertistas de renombre internacional y se fueron sobrecogidos por lo que habían sentido", cuenta el maestro del coro del monasterio de Silos, que guarda el anonimato. En la década de los 90 grabaron un disco superventas que obtuvo varios discos de platino.