Regaliz

La raíz de esta planta se usa como edulcorante, calma la tos y alivia la acidez de estómago, pero puede subir la tensión y producir retención de líquidos.

 

Regaliz: una raíz muy dulce

La denominación genérica del regaliz, Glycyrrhiza, define claramente sus características al fusionar los términos griegos glyks o glukus (por dulce) y rhiza (por raíz).

La raíz de regaliz (Glycyrrhiza glabra) se arranca en otoño y en algunas zonas durante el invierno. Se obtiene de plantas de tres o más años y se suele dejar a secar en el suelo.

El regaliz contiene ácido glicirricínico, una sustancia considerada cincuenta veces más dulce que el propio azúcar, lo que explica que se haya utilizado desde la antigüedad como un elemento insustituible para endulzar comidas.

Pero el regaliz es por sí solo una notable medicina natural, con múltiples aplicaciones terapéuticas, y ya en la antigua Grecia se utilizaba para tratar todo tipo de afecciones respiratorias.

Propiedades del regaliz

En la composición del regaliz encontramos el ya citado ácido glicirricínico, saponinas como la glicirricina, flavonoides e isoflavonas como la glabrona, cumarinas, fitosteroles y glucosa, entre otros principios activos.

Es la glicirricina la que confiere a la regaliz su acción edulcorante, expectorante y antiinflamatoria.

  • Protege las mucosas: La raíz de regaliz tiene la capacidad de proteger las mucosas del aparato respiratorio y digestivo, paliando la posible inflamación, ayuda a cicatrizar las úlceras en el estómago e inhibe las secreciones gástricas.
  • Un gran antiácido: Se ha revelado como un remedio excelente para aliviar la acidez de estómago y los espasmos gastrointestinales.
  • Alivia la tos: No menos importante es como remedio contra la tos y las afecciones respiratorias, como gripe, laringitis, bronquitis y asma.
  • Actúa como un antibiótico natural, que previene al organismo contra la acción de virus y bacterias.
  • Efecto antiinflamatorio: Por sus virtudes antiinflamatorias, el regaliz se utiliza también para rebajar el dolor reumático y artrítico, y en uso externo para tratar heridas, llagas, aftas bucales e inflamaciones oculares.
  • Efecto hormonal: El regaliz está considerado también un estimulante de las glándulas suprarrenales. Diversos estudios han demostrado que la glicirricina presenta una estructura química similar a las hormonas corticoides, lo que favorece su formación y podría ser útil como alternativa a determinados tratamientos hormonales.

Cómo usar la raíz de regaliz

Una alternativa sencilla es ensalivar la raíz seca de regaliz hasta que se deshaga en la boca. De esta forma se consigue neutralizar la acidez estomacal. Con regaliz podemos tomar diferentes infusiones:

Infusión de regaliz para la tos

Se puede preparar una tisana con una fórmula que combina regaliz con tusílago, liquen de Islandia y amapola, tomando dosis iguales de las tres primeras y la mitad de amapola, en una equivalencia de una cucharada sopera por taza de agua. 

  • Cómo se prepara: Se hierve durante 2 minutos, se infunde 10 y se bebe una taza caliente cada 4 horas.

Infusión para la acidez

Para aliviar los espasmos gastrointestinales y la acidez de estómago se puede preparar una decocción mezclando a partes iguales regaliz con poleo, cola de caballo y bolsa de pastor, en la proporción de una cucharada sopera rasa por taza de agua. 

  • Cómo prepararla: Se hierve durante un par de minutos, se mantiene 10 minutos en infusión y se toma una tacita después de cada comida.

Regaliz para la gastritis

El extracto de regaliz estimula la producción de mucosa digestiva gracias a su glicirrina. También favorece la alcalinización del medio ácido en el que se desarrolla la bacteria Helicobacter pylori, por lo que puede ser útil en el caso de que esta bacteria sea la causa. Se toman dos pastillas o un pedacito veinte minutos después de cada comida. 

Precauciones de uso y contraindicaciones del regaliz

  • Se desaconseja un consumo prolongado, como el que requerirían gastritis y úlceras, por cuanto se han observado ciertos efectos secundarios, como retención de líquidos y un aumento de la presión arterial.
  • Por ello deben evitarlo los pacientes con hipertensión de origen renal, propensión a alteraciones del ritmo cardíaco, en combinación con curas para perder peso y en caso de insuficiencia hepática o renal aguda y prostatitis.

Asesora: J. Mª. Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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