Cuando aprieta el calor los problemas circulatorios son un auténtico problema para muchas personas. Mareos, dolores de cabeza e incluso desvanecimientos son las consecuencias de los efectos del calor sobre un sistema cardiovascular con dificultades para adaptarse a verano. Te explicaremoscómo puedes prevenir y aliviar estos trastornos.

Hay una razón por la que los problemas circulatorios ocurren cuando aumentan las temperaturas: para nuestros órganos (especialmente para el cerebro) es importante que la temperatura corporal se mantenga constante entre 36 y 37 grados. El cuerpo lo consigue transportando calor a través de la sangre hacia la piel y emitiéndolo al aire, pero a veces no es fácil.

¿Por qué el calor es un problema para el sistema circulatorio?

Cuanto más caliente está el aire, más difícil le resulta al cuerpo enfriarse. Una manera de conseguirlo es dilatar al máximo los vasos sanguíneos para aumentar la eficacia del "sistema de refrigeración", pero como consecuencia la presión arterial baja, lo que puede hacer que no llegue suficiente sangre con oxígeno al cerebro y aparecen los dolores de cabeza, náuseas, mareos, sudores e incluso breves desmayos.

El otro sistema de refrigeración que se activa con la subida de las temperaturas es la sudoración. Al sudar se pierde líquido, líquido que se sustrae al plasma sanguíneo, lo que a su vez aumenta las dificultades para el sistema circulatorio.

Primeros auxilios para problemas circulatorios con el calor

Siempre hay que descartar que las molestias se deban a algún problema de salud que desconocemos (si te preocupa, puedes consultarlo con el médico), pero si los síntomas aparecen claramente relacionados con el aumento de temperatura, puedes intentar estabilizar tu circulación y enfriar tu cuerpo.

  • Descansa a la sombra y, si es posible, levanta las piernas para que tu cerebro reciba un mejor flujo sanguíneo.
  • Bebe lo suficiente. Las bebidas tibias son recomendables. Cuando sudas, no solo pierdes agua, sino también electrolitos como el sodio. Por lo tanto, también es importante que consigas el equilibrio de electrolitos. Puedes, por ejemplo, beber un caldo diluido o una galleta salada con un vaso de agua.
  • Coloca un paño húmedo y frío en la parte posterior de tu cuello para enfriar la sangre. Una ducha tibia o un baño de pies también proporcionan un agradable enfriamiento.
  • Algunos alimentos elevan la presión arterial o estimulan el flujo sanguíneo, aliviando así los problemas circulatorios provocados por el calor. La sal o el regaliz, por ejemplo, pueden aumentar la presión arterial. Por supuesto, no debes seguir este consejo si sufres de presión arterial alta. El romero, la salvia y la remolacha también estimulan la circulación sanguínea.

Prevenir problemas circulatorios cuando hace calor

  • Bebe suficiente agua. Especialmente cuando sudas mucho, tu cuerpo necesita más líquido de lo habitual. En verano, un adulto debe consumir al menos dos litros al día. Para mantener estable el equilibrio de sales minerales, puedes hacerte de propia bebida electrolítica con un tercio de zumo de frutas ecológico, dos tercios de agua, 1 g de sal marina y endulzante natural al gusto (opcional).
  • Evita las comidas abundantes. Puede ser útil hacer varias comidas pequeñas en lugar de dos o tres grandes a lo largo del día.
  • Utiliza un sombrero si estás expuesto al sol durante mucho tiempo.
  • No te esfuerces demasiado en condiciones de calor extremo. Es mejor hacer deporte por la mañana o por la noche cuando hace menos calor y la luz del sol es menos intensa.
  • Usa ropa aireada que ayude a que tu cuerpo se enfríe.
  • Si pasas tiempo en habitaciones con aire acondicionado, no debes configurarlo demasiado frío. De lo contrario, el calor repentino puede causar problemas circulatorios al salir de la habitación.
  • Es mejor ventilar por la noche y en las horas frescas de la mañana y mantener las ventanas y cortinas cerradas durante el día. De esta forma las habitaciones no se sobrecalientan.
  • Evita la nicotina y el alcohol, especialmente si hace calor, ya que ambas sustancias afectan la circulación sanguínea.

Es importante tener en cuenta que si se toman medicamentos contra la tensión arterial alta, es posible que debas consumir dosis más bajas cuando hace mucho calor para evitar la presión arterial baja. Es buena idea que hables de este tema con tu médico de cabecera.