Una de cada 14 personas sufre ansiedad en España y la cifra crece. Quien la sufre se siente atrapado y corre el riesgo en caer la dependencia de los fármacos ansiolíticos, otro problema. Ferran Cases, creador del método "Bye Bye Ansiedad", y Sara Teller, física, doctora en neurociencia y profesora de yoga, ofrecen en el libro El cerebro de la gente feliz (editorial Grijalbo) recursos para superar el miedo y vencer la ansiedad. Ambos saben bien de lo que hablan pues la han sufrido y la han dejado atrás.

–¿Los dos habéis superado definitivamente vuestros problemas con la ansiedad?
–Ferran: Hace 15 años que los superé, y nunca más ha vuelto de visita. Soy un chico nervioso e inquieto, algo que he aprendido a aceptar de mí, pero ahora tengo técnicas para poder parar y usar mi corteza prefrontal, esa parte del cerebro que me ayuda a racionalizar las emociones.
–Sara: Hace ya años que la superé. Aunque igual que Ferran me considero una persona inquieta y en mi caso, muy autoexigente. Esto me lleva a que a veces esta ansiedad aparezca de nuevo, no todo desaparece por arte de magia de la noche a la mañana. No voy a engañar a nadie. Si hay una tendencia en ti, es normal que pique a la puerta de vez en cuando. Pero identificar cuando aparece y poner en práctica todas las herramientas aprendidas para superarla, me hace saber gestionarla a tiempo, y que el contacto real con ella se quede en algo distante.

–Decís que la ansiedad es una respuesta natural al miedo, ¿vivir sin ninguna ansiedad también puede ser un problema?
F: Claro sin duda. La cuestión es que usamos la misma palabra para identificar una ansiedad patológica de una fisiológica que utilizamos para sobrevivir y reaccionar ante peligros reales o incluso para anticiparnos a posibles amenazas que pueden hacer peligrar nuestra supervivencia. Los síntomas que aparecen con la patológica tan solo hacen acto de presencia cuando el cerebro interpreta como un peligro real aquello que no lo es. Cuando nos vemos constantemente preocupados por todo lo que nos pasa.

–Y si tienes ansiedad, pero no tienes la sensación de tener miedos, ¿dónde está el problema entonces?
S: A veces la definición de ansiedad no está clara. Si para ti una persona ansiosa es una persona con muchas inquietudes, pero estas nacen de la curiosidad y la motivación, entonces no hay ningún problema, claro. Pero cuando se habla de una persona con ansiedad, nos referimos a una persona que vive sumergida en sus miedos (la mayoría irracionales) y que presenta una serie de síntomas que pueden llegar a limitar su día a día. Como puede ser tener sensación de ahogo, taquicardia, dolores de cabeza, dolor de estómago, nerviosismo, insomnio, dificultad para aprender y prestar atención, dispersión mental…

–¿La tendencia a ser ansioso está marcada por tendencias genéticas y experiencias tempranas en la vida? Si es así, ¿cómo puede modificarse?
S: Se ha visto que la aportación genética en la aparición de la ansiedad es de un 30-40%. Esto no significa que si parientes tuyos la sufren entonces sí o sí la vayas a padecer tú o la estés padeciendo por este motivo, sencillamente tienes más predisposición. Las experiencias tempranas marcan en gran parte cómo es tu cerebro ahora. Si has tenido una educación basada en el miedo o has sufrido algún trauma, tendrás que reflexionar sobre ello para poder superarlo, aquí la psicoterapia puede ser de gran ayuda.

"Utilicé la respiración consciente, el mindfulnes, el qi gong y el deporte. Por otro lado, trabajé a través del autoconocimiento".

–¿Cuáles son las herramientas que os han permitido superar la ansiedad?
–F: Yo caminé dos senderos paralelos y que, desde mi punto de vista, son los lógicos para conseguir superar la ansiedad. Por un lado, el fisiológico, camino que sirve para rebajar la sintomatología y reprogramar el cerebro. Aquí utilicé la respiración consciente, el mindfulnes, el qi gong y el deporte. Y lo más importante es que estas herramientas las convertí en hábitos, para automatizarlas. Por otro lado, trabajé a través del autoconocimiento la superación del miedo, la reinterpretación del entorno y mi crecimiento personal para así conseguir cambiar aquello que pensaba sobre mi y todo lo que me rodeaba.
–S: Yo sufría de ataques de pánico, desencadenados por la ansiedad. Empecé yendo a una psicóloga, me ayudó en el proceso, pero vi que no era suficiente. Hasta que conocí a Ferran y mi sintomatología desapareció. ¿Cómo? Pues fue la suma de varios factores, la verdad. El cambio de alimentación, poner un horario fijo para irme a dormir y despertarme, y hacer yoga a diario fue crucial. También que me acompañara Ferran en este proceso. Me dio mucha calma saber que alguien me entendía y me convención de que yo también podía superar mi ansiedad. Finalmente entender qué le pasaba a mi cerebro con ayuda de la neurociencia fue vital. ¿Por qué? Porque en ese momento la incertidumbre desapareció, gracias a ponerle cara y nombre al miedo. Marie Curie decía: “Nada en esta vida debe ser temido, sólo comprendido.” Igualmente recalco que fue el conjunto de cambios en mi vida lo que me hizo poder superarla, y muchos de estos cambios para cada persona pueden ser diferentes.

–¿Qué errores cometerlos frecuentemente que nos llevan hacia la ansiedad?
F: Seguramente muchos, y la mayoría no somos conscientes de que los cometemos. El famoso multitasking, por ejemplo, que ya sabemos que no es posible. La sobreexposición a pantallas y tecnología en general. La autoexigencia en exceso, fruto de una sociedad que nos empuja a querer ser los mejores en todo. La cuestión es aprender que todo es bueno en su justa medida, así que pienso que es una de las asignaturas pendientes de la sociedad actual, aprender a vivir en equilibrio para que todo aquello que nos intenta hacer la vida más fácil, no nos la complique.

"En muchos casos, una vez se retira la medicación, la persona vuelve a las crisis porque no ha aprendido a enfrentarse a la ansiedad por sus propios medios".

–¿Los fármacos pueden complicar la ansiedad en lugar de solucionarla? ¿Cuáles son los más peligrosos?
S: En mi opinión, tomar fármacos durante un tiempo limitado puede resultar útil para normalizar las alteraciones que tiene tu cerebro cuando sufres de mucha ansiedad. El problema que veo a veces es que la gente se acomoda en ellos, y dejan de trabajar la parte psicológica, como comentaba Ferran. ¿Qué pasa entonces? Que en muchos casos, una vez se retira la medicación, la persona vuelve a las crisis porque no ha aprendido a enfrentarse a la ansiedad por sus propios medios. A parte, muchos de estos fármacos son ansiolíticos, que tienden a causar mucha adicción, y por lo que parece, sus efectos secundarios son peores que los de los antidepresivos.

"La grifonia es muy buena para la ansiedad generalizada, ya que ayuda a la producción de serotonina".

–¿Habéis probado plantas medicinales para tratar la ansiedad? ¿Recomendáis alguna?
F: He probado muchas, ¡demasiadas! (risas). La valeriana y la lavanda son dos muy clásicas. Complementos tipo vitamina B también van muy bien. La grifonia, que ya no es tan conocida, es muy buena para la ansiedad generalizada, ya que ayuda a la producción de serotonina. Sea la que sea, lo importante es no ponerse a hacer infusiones, sino tomarla en preparados y mirar bien la composición. Y por supuesto acudir a un profesional que te acompañe y te haga un buen diagnóstico y una receta en consecuencia.

–¿Qué le diríais a alguien que ahora mismo se sienta atrapado por la ansiedad?
S: Que se puede salir de ella, pero tendrás que poner de tu parte para hacerlo. Tendrás primero que decidirlo de manera consciente, porque seguramente tendrás que cambiar tu estilo de vida actual. Para ello se necesita convicción, determinación. Por ejemplo, llevar una dieta saludable o eliminar el consumo de café puede resultar difícil, pero se ha visto que para implementar un nuevo hábito se necesitan unos 66 días. Durante esos dos meses seguramente querrás tirar la toalla y volver a tus hábitos anteriores, y no pasa nada si en ocasiones “caes”, es normal, el cerebro estaba habituado a ello y le resulta costoso cambiarlo. La cuestión es volverse a levantar, repetir ese hábito día tras día de la manera más fácil posible, mantenerse firme y motivado con el propósito. Y pasado ese tiempo, una vez estos hábitos estén automatizados, el camino para salir de la ansiedad se allana.
F: De esta se sale. No eres rara ni estás sola, no va a ser un camino fácil, pero si sencillo. Sabemos lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo para superarla tan solo tienes que empezar a poner un pie y a continuación el otro para empezar a andar.

–¿La ansiedad tiene algún aspecto positivo?
–S: Toda dificultad, todo problema, puedes verlo como una oportunidad para seguir creciendo personalmente. A mí, la ansiedad me ha enseñado mucho acerca de mí y me ha hecho ser mucho más segura y fuerte de lo que era, aunque durante el proceso me costaba verlo.