Desde el punto de vista de la Psicología, el “delirio de grandeza” es la creencia irracional de poder, influencia o habilidades especiales, que no tienen una base real. La persona que lo padece, puede creer que ha sido elegida para cumplir una misión clave para la humanidad, que es familiar de un personaje importante o, en los casos más extremos, puede llegar a tener el delirio de ser la encarnación de algún tipo de divinidad. 

El término se ha popularizado tanto que es frecuente escucharlo (en medios de comunicación, novelas o canciones) haciendo referencia a alguien que presume demasiado de sus logros personales o de sus conquistas, cuando en realidad, esto son simples muestras de orgullo o vanidad. Sin embargo, no se debe banalizar este trastorno psicológico ya que puede llegar a ser muy dañino para la persona que lo sufre y para quienes le rodean.

Qué es el delirio de grandeza

En psicología, un delirio es una creencia falsa, persistente e inamovible que se sostiene a pesar de la evidencia contraria. Los delirios pueden estar presentes en diversos trastornos psicológicos o neurológicos. Estas son las características específicas de los  “delirios de grandeza”:

Creencia de ser especiales

Estas personas están convencidas de que son seres únicos, personas con un estatus especial, con gran poder. También pueden creer que son seres elegidos con algún tipo de misión importante. 

Puede darse otra versión del delirio de grandeza en el que la persona se cree relacionada con algún personaje famoso o en posición de poder. 

Rigidez

Estas ideas delirantes son muy resistentes al cambio, a pesar de que la realidad les demuestre que están equivocados. De hecho, el intento de convencerles de su error puede reforzarles más en su idea de que son especiales, pero incomprendidos, y de que el mundo está en su contra. 

Optimismo exagerado y peligroso

Al estar convencidos de la fantasía de que son especiales o de que tienen una misión superior, estas personas pueden aventurarse en situaciones potencialmente peligrosas. Por ejemplo, pueden invertir los ahorros de la familia en proyectos descabellados sin tener ninguna preparación o pueden conducir a altas velocidades convencidos de que no les va a ocurrir nada. 

Delirios de grandeza en trastornos psiquiátricos

Aunque se pueden presentar por separado, también es habitual que los delirios de grandeza estén asociados a trastornos psiquiátricos graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Es necesaria la evaluación por profesionales expertos para aclarar el diagnóstico y el tratamiento. 

Delirio de grandeza: causas

El delirio de grandeza es un trastorno psicológico complejo y su origen suele ser multifactorial. Estas son algunas de las posibles causas que se pueden combinar para originarlo:

Como mecanismo de evasión

En personas que han vivido en familias muy disfuncionales, con altos niveles de agresividad y violencia, fantasear que es una persona diferente y especial, puede ser una forma de no ser consciente de la dura realidad que han sufrido.

Compensar inseguridades

Personas que arrastran baja autoestima y falta de control sobre sus vidas, a causa de falta de apoyo en sus infancias, pueden crear un papel artificial en el que se convencen de que son importantes y poderosos. De esta forma pueden sentir (de forma artificial) la tranquilidad o la confianza que no pudieron lograr de forma natural con el apoyo de sus mayores. 

Trastorno psiquiátrico

En los casos más graves, el delirio de grandeza es uno de los síntomas de trastornos como la bipolaridad o la esquizofrenia. También se puede presentar en personas con Alzheimer avanzado. 

Delirio de grandeza: terapia

Debido a la resistencia a reconocer su problema, es muy difícil que una persona con delirio de grandeza busque ayuda psicológica o psiquiátrica. No sirve de nada que los demás intenten convencer a la persona de que busque ayuda psicológica. Es más, esto puede ser contraproducente. Este paso debe ser algo personal que provenga de una motivación interna. Solamente así se implicarán en su terapia y su sanación. 

En mi consulta, sí he conocido a varias personas con delirios de grandeza que buscaron terapia. Se animaron a dar este paso tras sufrir alguna crisis fuerte (accidente o enfermedad) que les empujó a “abrir los ojos” ante su delirio. Suele ocurrir que, cuando la inexorable realidad se impone, puede provocar una sacudida tan fuerte que logre derribar el castillo de fantasía que construyeron en el pasado. 

Cuando esto ocurre, sí podemos trabajar para asumir el pasado traumático, sanar las emociones bloqueadas y enfocar en futuro con una visión mucho más realista y equilibrada.