Cuando se sufre una injusticia, insulto o agresión, el cuerpo salta como un resorte dispuesto para la lucha.
Sin embargo, una vez pasada la discusión o pelea surge la pregunta: ¿son más eficaces y constructivas la lucha, la violencia y la imposición, o el acto, la resolución y la ayuda mutua?
Cada vez es más evidente que las dos opciones son importantes. Tanto la lucha como la ayuda mutua son reacciones naturales y explican nuestra evolución, adaptación al mundo y forma de progresar día a día.
Al hablar de evolución y supervivencia se suelen sacar a colación dos leyes: la del más fuerte, derivada de las ideas de Darwin, y la de ayuda mutua, según la cual sobreviven las especies que practican con asiduidad esta forma de ayuda.
Algunos dicen que la guerra y la rivalidad favorecen el progreso; para otros son la paz y la ayuda.
Lo cierto es que la lucha y la competición son tan normales y quizá tan necesarias como la ayuda mutua.
La ayuda mutua implica estar dispuesto a ayudar y a ser ayudado. Esta disposición se entrena y aprende como la lucha en los niños, la mayoría de las veces con los juegos. Por eso es importante jugar.
En los grupos de ayuda mutua se crean jerarquías naturales en las que el jefe está al servicio de los demás, como en las bandadas de pájaros o manadas de elefantes: todos saben cuál es su papel.
La ayuda al grupo está por encima del individuo, y el grupo debe, a la vez, proteger a todos y cada uno de sus individuos.
El objetivo: que todos ganemos
Gracias a las aportaciones de John Forbes Nash, premio Nobel de matemáticas por su teoría del "equilibrio de Nash" (tema de la biografía de Sylvia Nasar Una mente brillante), al concepto de ayuda mutua y lucha se ha unido últimamente la teoría de juegos.
Esta estudia la elección de la conducta óptima cuando los costes y los beneficios no están fijados de antemano, sino que dependen de las elecciones de otros individuos.
Se afirma que la cooperación, entendida como un pacto interesado entre todas las partes, es lo que mejores resultados da, pues las actitudes altruistas desinteresadas (pensar en los demás a costa de uno mismo) y las egocéntricas explotadoras (pensar en uno mismo a costa de los demás) se consideran insostenibles a largo plazo.
En la naturaleza con frecuencia se da la simbiosis, un tipo de interacción biológica entre organismos de distinta especie.
Dentro de la simbiosis, el mutualismo es una interacción biológica en la que ambos organismos obtienen algún beneficio.
Según la bióloga Lynn Margulis, la simbiosis es el principal resultado forzado por la evolución. Para ella las ideas de Darwin sobre evolución basadas en la competencia también están incompletas, y reivindica que la evolución está fuertemente basada en la cooperación, interacción y dependencia mutua entre organismos. La vida el planeta no solo se desarrolló por combatir sino por trabajar unidos.