¿Cómo informan los medios de comunicación sobre el suicidio? Parece evidente que algunos lo hacen con mayor o menor acierto. Por su influencia en la opinión pública y su alcance, los medios de comunicación y las redes sociales son agentes de cambio que deben tenerse en cuenta en el objetivo de dejar que el suicidio sea un tema tabú.
Tanto es así que en 1999, la OMS (Organización Mundial de la Salud) lanzó el programa SUPRE (Suicide Prevention), para el que realizó una revisión sistemática de los diversos estudios que investigaron las noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre suicidio, tras el cual realizó algunas recomendaciones.
Por qué no se habla claro sobre el suicidio
El suicidio es la primera causa de muerte “no natural” en el mundo, por delante incluso de las muertes por homicidio o las causadas por accidente de tráfico. Lo más lamentable es que se trata de una causa de mortalidad evitable; por ello, es importante prevenirlo desarrollando el máximo número posible de actuaciones destinadas a ello.
Tradicionalmente se ha pensado que el tratamiento del suicidio en los medios de comunicación era una incitación al mismo. El sociólogo David Phillips, en 1974, elaboró un estudio donde se puso de relieve que el número de suicidios se incrementaba en Estados Unidos al mes siguiente de que el New York Times publicara alguna noticia relacionada con un suicidio en su portada.
Phillips lo denominó “efecto Werther” en referencia al protagonista de la novela de Goethe, Las penas del joven Werther, el cual se suicidó con un arma de fuego. Tras la publicación de la novela, varios jóvenes acabaron con su vida del mismo modo que el protagonista de la novela.
Se siguieron haciendo estudios sobre el rol de los medios en el suicidio. Las últimas investigaciones están afinando más y han encontrado el “efecto Papageno”, nombre puesto en honor a un personaje de La flauta mágica de Mozart. Papageo fue convencido de no suicidarse por tres niños que le mostraron otras alternativas que le ofrecía la vida.
Lo que explica este efecto es que más que el hecho de hablar de suicidio o no, lo más importante es el tratamiento por los medios. Una comunicación responsable del mismo, puede inducir un efecto preventivo.
No podemos olvidar que detrás de cada suicidio se esconde el resultado de un hondo sufrimiento emocional y, es el desenlace fatal de una persona que no encontró otra manera de aliviar su sufrimiento. Ofrecer testimonios y modelos de superación de personas que tras ideas suicidas encontraron otras salidas y soluciones se relaciona con descenso de las tasas de suicidio, incluso con tener un efecto protector para las personas más vulnerables.
¿Cómo tratar el suicidio desde los medios? Recomendaciones de la OMS
Producto de la revisión de OMS sobre el tratamiento del suicidio en los medios de comunicación, este organismo publicó una guía de referencia para los profesionales de la comunicación, con sugerencias y advertencias sobre cómo plantear, abordar y publicar noticias con contenido relacionado con suicidios e intentos de suicidio.
Lo que SÍ hay que hacer...
- Referirse al suicidio como un hecho, no como un logro.
- Trabajar con las autoridades sanitarias en la presentación de los hechos.
- Presentar solo datos relevantes y en las páginas interiores.
- Resaltar las alternativas existentes al suicidio.
- Ofrecer información sobre los recursos de ayuda disponibles, las líneas de ayuda y todos los recursos comunitarios.
- Aportar información sobre los factores de riesgo y las señales de alarma.
- Aportar información precisa, responsable y ética.
- Aprovechar la oportunidad de los casos de suicidio para educar a la población.
- Considerar a los familiares y allegados, y el impacto en ellos de la información facilitada.
Lo que NO hay que hacer...
- Publicar fotografías o notas referentes al suicidio.
- Dar detalles sobre el método de suicidio seguido.
- Dar detalles escabrosos sobre las circunstancias y/o las características del suceso.
- Tratar las noticias sobre suicidios de forma sensacionalista.
- Aportar razones reduccionistas y simplistas del caso.
- Emplear estereotipos religiosos o culturales.
- Glorificar el suicidio.
- Culpabilizar a la víctima y a los familiares.
Como hemos visto, el suicidio es un proceso multicausal bastante complejo, con altas dosis de sufrimiento. La idea primordial a difundir es que hay soluciones y alternativas aunque en ese momento no sea posible verlas. Para este fin, los medios de comunicación son muy importantes, y el “efecto Papageno” descrito anteriormente es un ejemplo de ello.
Es posible que un efecto parecido se dé en noticias sensibles, como las relacionadas con la violencia de género, agresiones sexuales, o las referidas a los trastornos de la conducta alimentaria. Queda mucho por investigar al respecto, no obstante, no está de más cuidar el cómo se notifican ciertas noticias.