Os propongo dos recetas para hacer brumas faciales que podéis preparar fácilmente en casa, con ingredientes reconocibles y sencillos de encontrar. Son aptas para todo tipo de pieles y las podéis personalizar según vuestros gustos o necesidades del momento.

Elabora tu propia bruma en casa de forma rápida y sencilla

Os recomiendo usar botellas de vidrio de color ámbar para que se conserven mejor. También las podéis guardar en la nevera para aumentar su poder refrescante.

1. Bruma facial calmante y descongestiva

Este mist facial es ideal para las pieles con tendencia a la irritación y la deshidratación.

Notarás cómo mejora el tono de tu piel y se reduce la sensibilidad cutánea gracias a las propiedades calmantes de la manzanilla y la lavanda. Además mejorará el confort y la suavidad del cutis por la glicerina vegetal.

Esto es lo que necesitas para elaborarla:

  • 1 taza de hidrolato de manzanilla
  • 1 cucharada de glicerina vegetal
  • 5 gotas de aceite esencial de lavanda

Preparación:

  1. Introduce todos los ingredientes en una botella de vidrio de color ámbar.
  2. Agita la mezcla para que los ingredientes se integren bien.
  3. Aplica el producto resultante a modo de bruma o, si lo prefieres, con ayuda de unos discos de algodón, de forma similar a como te aplicarías un tónico equilibrante.

2. Mist facial purificante

Esta bruma facial ayuda a combatir los efectos de los radicales libres y a ejercer un ligero efecto detox en la piel, ya que, gracias a las propiedades antioxidantes del té verde, retira toxinas del cutis.

Esta loción refrescante funciona de maravilla a la hora de mantener los poros libres de obturaciones y, si se ha enfriado en la nevera, aporta una sensación de frescor maravillosa al aplicarla sobre la piel.

Necesitas los siguientes activos para elaborarla:

  • 1 taza de agua mineral
  • El jugo de medio limón recién exprimido
  • 5 gotas de aceite esencial de limón
  • 2 cucharadas de té verde

Preparación:

  1. Pon a hervir el té verde en el agua destinada a tu preparación.
  2. Deja reposar la infusión en el frigorífico durante 90 minutos aproximadamente.
  3. Retira el té verde transcurrido el tiempo de reposo y mezcla la infusión resultante con el resto de ingredientes sugeridos en una botella de vidrio de color ámbar.
  4. Agítala hasta que los ingredientes se hayan mezclado bien y mantén el producto en la nevera para potenciar su efecto refrescante.

Notarás, además, cómo el aroma del limón te reactiva y te mantiene en un estado anímico elevado y jovial.