El cuello y las estructuras que lo conforman (columna cervical, músculos, nervios…) tienen un papel clave es nuestro equilibrio y coordinación. Es por ello que, cuando esta zona se inflama, lesiona o atrofia, podemos tener mareos o sentir aturdimiento o inestabilidad, algo que se conoce como mareos cervicales. Existen remedios naturales para tratar los síntomas.

¿Qué son los mareos cervicales?

El mareo cervical (también llamado vértigo cervical o mareo cervicogénico) es una sensación de vértigo o inestabilidad que puede ser resultado de diversas causas y que, principalmente está relacionado con problemas en el cuello o sus estructuras cercanas. Aunque sus síntomas son parecidos, no debe confundirse con el vértigo vestibular, que es resultado de problemas en el oído interno.

Síntomas de los mareos cervicales

Los principales síntomas de los mareos cervicales son:

  • Sensación de que el mundo se mueve a tu alrededor.
  • Inestabilidad.
  • Dolor o molestias en el cuello.
  • Zumbidos en los oídos.
  • Rigidez en el cuello.
  • Dolor de cabeza.
  • Problemas para concentrarse.
  • Problemas de visión.

Causas de los mareos cervicales

Los mareos cervicales suelen ser debidos a problemas en las estructuras del cuello como:

  • Traumatismos o lesiones en la columna cervical, como el latigazo cervical, muy frecuente en los accidentes de tráfico.
  • Problemas musculares o articulares derivados de malas posturas o sobreesfuerzo.
  • Artritis en el cuello (espondilosis cervical).
  • Enfermedad degenerativa de los discos cervicales.
  • Hernia discal.

En el caso de las lesiones en la columna cervical, los síntomas pueden aparecer meses o años después.

A menudo, los síntomas del mareo cervical coinciden con los de trastornos vestibulares como el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) o la neuritis vestibular.

Mareos cervicales: remedios naturales

Una evaluación de los síntomas y el historial por parte del médico es importante para determinar la causa de los mareos cervicales y hallar el tratamiento más adecuado, que puede ir desde fisioterapia hasta el uso de analgésicos y, en los casos más graves, cirugía.

Algunos de los tratamientos naturales que pueden ayudar a aliviar los mareos cervicales son:

  • Ejercicios para reducir la tensión muscular y la rigidez del cuello, como las rotaciones de cabeza (es decir, girar suavemente la cabeza a derecha e izquierda manteniendo los hombros relajados), las inclinaciones de cuello (llevar lentamente la oreja hacia el hombro) o los movimientos de extensión y flexión (llevando la cabeza hacia delante o hacia atrás). Es aconsejable que estén guiados por un fisioterapeuta especializado en este tipo de trastornos para asegurarte de que los haces bien y no resultan perjudiciales.
  • La acupuntura, de acuerdo con algunos estudios, puede reducir la tensión y el dolor cervical, con lo que podría ayudar a aliviar también los mareos cervicales.
  • Del mismo modo, los masajes en la zona cervical (realizados por profesionales) también pueden aliviar el dolor de cabeza en personas con dolor de cabeza de tipo tensional.

Por otro lado, la meditación y otras técnicas de relajación (como la respiración profunda o el yoga) pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, lo que puede ayudar a disminuir la frecuencia y la intensidad de los mareos cervicales relacionados con la tensión muscular.

Además, hay algunas plantas que pueden resultar útiles:

  • El jengibre se usa para tratar las náuseas y los mareos y también es antiinflamatorio. Lo puedes tomar en infusión o condimentar tus platos (tanto dulces como salados) con la ralladura.
  • La cúrcuma es un potente antiinflamatorio que puede resultar muy útil en caso de que los mareos cervicales sean debidos a una lesión muscular o una artritis. La puedes usar para condimentar tus platos. Ten en cuenta que se asimila mejor si la combinas con pimienta negra y alguna grasa.
  • La valeriana es un eficaz relajante muscular natural, muy útil para aliviar la tensión, algo que podría resultar beneficioso para aliviar los mareos cervicales. La puedes encontrar en diferentes formas: la planta seca, pastillas, aceite esencial… Antes de tomarla conviene hablar con un especialista para saber si es adecuada en tu caso (ya que puede causar efectos secundarios, como somnolencia) y qué dosis es la correcta.