Las pipas de girasol no son sólo las semillas de esa hermosa y radiante flor de pétalos amarillos que nos cosquillea el alma cada vez que la vemos danzar con el sol. Son también un superalimento, muy rico en grasas, proteínas e hidratos de carbono, además de en minerales como el hierro y el magnesio.

En la cocina estas pipas se prestan, además, a multitud de preparaciones. Por eso siempre es bueno tener un frasco lleno en casa, porque las puedes agregar hasta en la receta que menos te imaginas.

Peladas o con la cáscara

Las pipas de girasol las podrás adquirir en el mercado con piel o sin piel. Lo más práctico para usar las recetas es hacerse con pipas que ya están sin piel. Son muy fáciles de encontrar. Eso sí, es importante que no sean fritas o tostadas, sino crudas.

Si las vas a comer tal cual, remójalas antes en agua unas horas, luego cuélalas y lávalas. Así se activan y el agua se lleva los antinutrientes. También se ablandan.

Cómo hacer brotar las pipas de girasol

Las que tienen piel, las puedes hacer brotar. De hecho, esa es mi primer recomendación para estas semillas: hacer brotes de girasol. Para ello, lo ideal es utilizar las que tienen cáscara negra.

Solo tienes que remojarlas durante la noche. Al día siguiente, enjuágalas y ponlas en una capa fina de tierra o fibra de coco.

Con los días, gracias al agua con la que cada día las irás regando, se irán enraizando y empezarán a crecer hasta desprender la cáscara. En ese momento podrás cosecharlas y comerlas.

Para mí, además de ser plantitas hermosas, son todo un manjar, los mejores brotes frescos que existen.

6 maneras diferentes de consumir pipas de girasol

Con las pipas sin piel, en la cocina raw podemos hacer todo esto e incluso más:

  • Ensaladas: agrégales las pipas enteras o troceadas. Les aportarán nutrientes y textura.
  • Deshidratadas con sabores: actívalas, lávalas y condiméntalas con lo que quieras: curry, tomate, pesto, wasabi, canela.. Te quedarán crujientes, para tomar como snack o añadir a otra preparación.
  • Raw-parmesano: tritura una parte de pipas con otra de levadura nutricional y un poco de sal. Es ideal para ensaladas, pastas,…
  • Patés: una vez remojadas, tritúralas con remolacha, zanahoria, apio o la hortaliza que quieras, hasta lograr una consistencia cremosa. Puedes agregarle condimentos, aceites, limón... Son patés ideales para untar o rellenar.
  • Leches: remójalas, tritúralascon agua, pásalas por una bolsa de tela y utiliza esta leche en batidos, salsas, cremas… Con la pulpa sobrante puedes hacer bases de pasteles, o deshidratarla y hacer harina.
  • Crackers o cookies: como otras semillas o frutos secos, pueden servir de base de unos deshidratados. Por ejemplo, combinadas con lino y algún condimento, fruta, hoja verde u hortaliza. Unta la mezcla en las bandejas del deshidratador y deshidrata hasta que quede crujiente.