La detección de pólipos en el vientre bajo (en el útero) a menudo genera alarma y confusión, pero en realidad no son una cuestión grave y la medicina naturista puede ayudar a prevenir o tratar el problema.

¿Qué son los pólipos?

Los pólipos son tumores benignos en la pared del útero, generalmente pediculados, en forma de pera, que crecen a partir de una membrana mucosa. Las mucosas son "la piel" que recubre los órganos huecos internos.

Un pólipo no es lo mismo que un mioma. La diferencia tiene que ver con las dimensiones y el peso de la formación benigna. Además, el tejido que lo conforman no es el mismo. Mientras el pólipo está formado de membrana mucosa del tejido del endometrio, el mioma está formado por músculo uterino y por eso pesan más.

¿Dónde salen pólipos?

Los lugares donde se desarrollan pólipos más habitualmente son en el intestino o en el cuello o cerviz del útero o matriz.

Su manifestación y tratamiento son semejantes.

Síntomas de los pólipos uterinos

Muchas veces los pólipos son asintomáticos, es decir no dan ninguna molestia o síntoma, y se descubren en un chequeo rutinario.

Otras veces se dan a conocer a través de una hemorragia por rotura de algunos vasos sanguíneos que contienen.

Causas de los pólipos

Para la medicina convencional la causa no está clara, se atribuye a una posible inflamación local, y el tratamiento es la extirpación quirúrgica.

Para la medicina naturista se trata de una manifestación local de un problema general de sobrecarga metabólica (exceso de productos de desecho y extraños al organismo) y de desequilibrio orgánico, que afecta a los centros de control nervioso y hormonal.

Tratamiento natural para los pólipos uterinos

Desde esa perspectiva, por lo tanto, el tratamiento prioritario, como en todo desequilibrio, pasa por la normalización de las funciones:

  • Dieta depurativa, durante al menos un mes, para eliminar depósitos de sustancias innecesarias. Se puede realizar una cura de zumo de limón (de dos a seis limones diarios, diluidos en agua y tomados con pajita para no agredir el esmalte dentario).
  • Beber abundantes líquidos (dos litros de agua diarios aproximadamente).
  • Evitar tóxicos (café, alcohol, tabaco... ).
  • Controlar la tensión nerviosa con apoyo emocional, trabajo psicofísico (yoga, relajación... ) o fitoterapia (pasiflora, valeriana... ).
  • Evitar el estancamiento de la sangre y la congestión secundaria que favorece los depósitos de sustancias con ejercicio regular.
  • Controlar el tránsito intestinal para evitar un estreñimiento crónico que, además de intoxicar, comprima las propias estructuras del intestino y las vecinas de la vejiga urinaria, el útero y demás órganos femeninos.

Cuando es necesario operar para eliminar los pólipos

Muchas veces este tratamiento no es suficiente para que los pólipos disminuyan de tamaño o desaparezcan, porque están muy asentados, pero sí ayuda a controlar su crecimiento y a reducir el riesgo de que surjan otros.

Si siguen presentes, no crecen y no dan molestias es mejor dejarlos tranquilos, pero si producen síntomas como importantes hemorragias la cirugía sí está indicada.