Las plantas se mantienen turgentes y sanas mientras no les falte agua en la cantidad adecuada, y en ello es fundamental que las reguemos de la forma adecuada, ni demasiado poco ni en exceso. En general, la frecuencia de riego ideal debe ser regular, pero también adaptada a la especie cultivada, su estado vegetativo y la estación del año. 

El riego por goteo es una buena solución para que el riego sea regular y para que vaya a parar a las raíces de la planta, que es lo que nos interesa, y también para controlar cómo regamos las plantas teniendo estos y otros factores que influyen en la frecuencia de riego que necesita cada planta. Aquí te contamos en detalle estas ventajas y cómo hacer un sistema de riego por goteo casero.

Riego por goteo para optimizar el uso del agua

Hay que tener siempre presente que, aunque las plantas de nuestro huerto o balcón estén en el exterior, las lluvias y el rocío no alcanzan para satisfacer la demanda de agua constante que necesitan las plantas para crecer saludables.

Las raíces de las verduras y las hierbas absorben el agua que contiene los nutrientes en solución, pero una parte de esta agua se pierde a través de las hojas por transpiración. Y la intensidad de esta transpiración está en función de la temperatura, de la luz, de la humedad relativa y del efecto del viento.

Todos estos factores tienen una acción directa sobre la absorción del agua por medio de las raíces. Así, si la transpiración excede a la absorción, las hojas comienzan a marchitarse, con el fin de reducir la pérdida de agua por transpiración.

Por otro lado, cuanta menos superficie foliar, menos transpiración. En consecuencia, se reduce también la velocidad de crecimiento y lo que vemos es un desarrollo pobre de los tejidos de las plantas que, en lugar de estar turgentes e hidratados, se vuelven coriáceos, duros y hasta fibrosos. Este efecto se percibe claramente en las hojas de plantas como las lechugas, las acelgas y otras verduras de hoja al aumentar la temperatura. 

El riego por goteo permite regular el volumen de agua según las necesidades de cada planta y lo que se requiera en cada época del año, además de llegar directamente a las raíces, gracias a la posibilidad de programar el riego y el propio goteo directamente en tierra.

Otra ventaja del riego gota a gota es que, al ir directamente a las raíces, las hojas no se mojan, con lo que se previene el ataque de hongos.  

Cómo hacer un sistema de riego por goteo casero

1. Instala un programador de riego

A la hora de diseñar tu sistema de riego por goteo casero, ten en cuenta que si instalas un programador podrás controlar mucho mejor el riego y obtener mejores resultados.

Pensemos en un balcón, que es la opción de cultivo más frecuente en una ciudad. Si hay un grifo o colocas un grifo, puedes instalar también el programador, de la misma forma que se hace con la lavadora. Este programador, abre y cierra el paso del agua.

La programación de los riegos se puede hacer de forma manual, como un reloj, si el programador es analógico o por medio de una aplicación en el móvil si es digital.  

De esta forma, podrás controlar cuándo activar y desactivar el riego por goteo.

2. Diseña tu sistema de riego por goteo

Puedes conectar la salida inferior del programador con un caño de ½ y, de esta forma, llegar a las macetas, a las jardineras y a las mesas de cultivo. Desde allí puedes distribuir el agua con caños más delgados, llamados microtubos, que tienen un gotero regulable en el extremo.

Cada gotero riega un círculo de 30 cm en torno a la salida. Este dato te ayudará a calcular cuántos goteros serán necesarios. Si debes regar una mesa de cultivo de 1 m de largo x 0,40 m de ancho y 0.30 m de profundidad, necesitarás entre 8 y 10 goteros.

Clava los goteros con una estaca al sustrato y, a medida que las raíces de las plantas crecen, los vas moviendo. Los extremos de las raíces son la zona de mayor absorción de agua.

3. Elige goteros regulables

Los goteros regulables son los ideales para los pequeños huertos dónde se cultivan asociadas verduras y aromáticas con diferente necesidad de agua.

El perejil, la albahaca, el cilantro y el cebollino necesitan un riego similar a las verduras, pero el romero, la salvia, el orégano y el tomillo prefieren menor cantidad de agua.

Regulando un poco el caudal que pasa por los goteros, solucionas esta diferencia de demanda.

4. Pon los goteros cerca de los planteles jóvenes

Recuerda que los planteles jóvenes , cuando se trasplantan, tienen poco volumen de raíces y los goteros deben estar cerca de ellos; de lo contrario, sus raíces no alcanzarían el agua, estresándose.

El “estrés hídrico” es una de las principales causas de muerte en las plantas y ocurre cuando la transpiración excede al agua absorbida por las raíces. 

Qué hacer con el goteo si llueve mucho 

Complementario a estos sistemas son los controladores de humedad que se clavan en el sustrato para detectar los momentos de mucho aporte de agua por lluvias. El controlador “alerta” y “avisa” al programador, y este detiene los riegos. El exceso de agua es tan perjudicial como la falta.

La limpieza de los goteros es una tarea que debe hacerse periódicamente para evitar que se obturen. Si son goteros desmontables, esta tarea se facilita. 

Con qué frecuencia regar por goteo 

El riego por goteo debe ser más frecuente que el manual. Si es breve y periódico será más conveniente que el largo y copioso, ya que el agua se distribuye formando una zona húmeda pareja que permite una mayor exploración por parte de las raíces. 

  • En primavera: 15 - 20 minutos, 4 - 5 veces por semana.
  • En verano: 20 - 30 minutos, todos los días.
  • En otoño: 5 - 10 minutos, 2 o 3 veces por semana.
  • En invierno: 1 vez por semana, según las lluvias de tu región. 

Demanda de riego por goteo de verduras, flores y hierbas aromáticas:

Familia botánica 

Volumen de riego 

Amarantáceas sub fam. Quenopodiáceas (acelga, remolacha, espinaca

Moderado 

Apiáceas (zanahoria, apio, hinojo, perejil, cilantro) 

Moderado y continuo 

Asteráceas (lechugas, achicoria, caléndulas

Abundante 

Brasicáceas (rabanitos, rúcula, repollo, brócoli, coliflor, romanesco

Moderado 

Cucurbitáceas (calabaza, pepino, melón, sandía, calabacín

Moderado 

Labiadas (menta, romero, tomillo, salvia, lavanda

Escaso a moderado 

Liliáceas (ajo, cebolla, puerro, cebollino) 

Moderado 

Solanáceas (tomate, pimiento, berenjena

Abundante a moderado 

 

Consejo: Recuerda que es conveniente regar lentamente para que el agua vaya penetrando de forma pareja en toda la superficie, ya que, si el sustrato de las macetas o las jardineras está muy seco y el agua ingresa muy rápido, esta podría escurrirse por los bordes hasta el drenaje sin llegar a humedecer la zona de las raíces.