Una o dos raciones diarias de verduras de hoja verde son capaces de mantener las neuronas en el mejor estado posible e, incluso, revertir el deterioro que se produce como consecuencia de haber llevado una alimentación deficiente durante años.
Investigadores de la Universidad Rush, de Chicago (Estados Unidos) atribuyen las propiedades beneficiosas sobre el cerebro de las verduras verdes a la sinergia entre los nutrientes y sustancias presentes en su composición.
Las verduras mejoran la memoria y las habilidades intelectuales
El estudio, publicado en la revista Neurology, concluye a partir de los resultados obtenidos en los test de memoria y habilidades intelectuales, que las personas que consumen una ración diaria de verduras son 11 años más jóvenes que las personas que apenas las incluyen en su dieta.
Los participantes en la investigación, que comenzó hace 10 años, en 1997, fueron 960 personas con una media de edad de 81 años al inicio del estudio. Los investigadores han realizado anualmente una revisión de su alimentación y del estado de sus habilidades mentales.
Los científicos que firman el estudio, dirigidos por la doctora y profesora de epidemiología Martha Clare Morris, afirman que las verduras como las coles, las lechugas, los berros o las espinacas contienen cantidades elevadas de nutrientes que participan en mecanismos neuroprotectores, como vitamina K1 (filoquinona), luteína, nitratos, ácido fólico, alfa tocoferol y camferol.
En este sentido, consideran especialmente importantes las acciones de lavitamina K1, la luteína y el ácido fólico.
Son antioxidantes y disminuyen la inflamación
Por ejemplo, reducen el estrés oxidativo que daña las membranas neuronales, protegen el orgánulo mitocondrial que las provee de energía y disminuyen los niveles de proteínas inflamatorias, que están en el origen de enfermedades como el alzhéimer.
Las verduras también mantienen en buen estado el sistema circulatorio y de esta manera previenen los pequeños derrames que pueden llevar a la demencia.
Su consumo se relaciona en proporción directa con una mejor conservación de las habilidades intelectuales. Por tanto, consumir más verduras verdes –y cuantas más, mejor– es la mejor manera de hacer algo por nuestro cerebro.
Otros alimentos y plantas medicinales que poseen propiedades beneficiosas para el cerebro son el ginkgo biloba, el ginseng, la cúrcuma, las nueces y las semillas de lino.