Las medidas más importantes para un jardín ecológico son plantar flores silvestres en el jardín, crear un prado, crear escondites para los animales, trazar límites y caminos, regar adecuadamente y, por supuesto, fertilizar adecuadamente. Sin embargo, estos procesos de la agricultura ecológica  pueden estar repletos de pequeños errores que puedes corregir fácilmente, te explicamos cómo puedes hacerlo todo aún mejor.

Evitar errores en tu jardín ecológico

1. Rociar pesticidas en el jardín

Los productos fitosanitarios químicos como pesticidas, herbicidas e insecticidas deberían ser tabú en los jardines ecológicos. Muchos son extremadamente dañinos para la naturaleza, la vida silvestre y nuestra salud. Sus restos penetran en el suelo, en las aguas subterráneas, dañan a las abejas y otros insectos y también se encuentran en los frutos de las plantas.

Por ejemplo, los pesticidas con glifosato todavía están disponibles en muchos almacenes de bricolaje y muchos jardineros aficionados los usan sin dudarlo, el ingrediente activo se considera cancerígeno.

Es mejor:

Desmalezar en lugar de destruir químicamente, recolectar plagas, poblar con insectos benéficos, cubrir el césped con mantillo o usar pesticidas naturales.

2. Utilizar fertilizantes sintéticos

Los fertilizantes artificiales (fertilizantes minerales, fertilizantes nitrogenados) tienen tan poca utilidad en los jardines ecológicos como los pesticidas, porque traen consigo varios problemas al mismo tiempo: la producción consume una enorme cantidad de energía, los fertilizantes dañan el suelo a largo plazo e incluso pueden contener metales pesados ​​tóxicos que pueden pasar al suelo.

Aunque los nutrientes de los fertilizantes artificiales están disponibles para las plantas de inmediato y en cantidades (demasiado) grandes, no devuelven ningún nutriente al suelo y se eliminan rápidamente a las aguas subterráneas. Aunque las plantas crecen rápidamente, son susceptibles a enfermedades y plagas.

Es mejor: El abono ecológico tipo compost, virutas de cuerno, harina de roca, estiércol, humus de lombriz o extractos de hierbas.

En este vídeo podrás ver el mejor truco para saber cuándo regar las plantas:

3. Comprar plantas baratas

Las plantas baratas son a menudo especies foráneas y ponen en peligro la diversidad vegetal regional. Los centros de jardinería, las tiendas de bricolaje y las cademas de supermercados baratos suelen ofrecer las mismas plantas a precios de risa, y los jardineros aficionados las compran. Algunas de estas plantas ornamentales se vuelven silvestres: en lugar de diversidad regional, existe una amenaza de uniformidad en el mundo vegetal.

En la primavera de 2014, Greenpeace también encontró una gran cantidad de pesticidas cuestionables en plantas ornamentales baratas, alrededor del 80 % de las plantas ornamentales examinadas estaban contaminadas con pesticidas que pueden ser peligrosos para las abejas. Entonces, en lugar de complacer a las abejas con lavanda o campanillas, podrías estar envenenándolas con plantas de ferretería.

Debido a la carga de pesticidas y la fertilización excesiva, muchas de las plantas baratas no sobreviven demasiado tiempo en tu jardín. Así que mejor manténte alejada de estas tentadoras ofertas.

Es mejor: Comprar en una jardinería ecológica, ahí puedes conseguir plantas nativas y semillas ecológicas procedentes de viveros locales, en mercados semanales u online también las puedes encontrar. En caso de duda, pregunta al distribuidor cómo se cultivan las plantas.

4. Plantar flores en turba

Uno de los consejos más importantes para todos los jardineros aficionados que se preocupan por el medio ambiente y el clima es que nunca debe comprar turba o tierra que contenga turba. Los páramos todavía se están drenando y destruyendo para obtener tierra para macetas que contiene turba. Las plantas y los animales sufren por ello, pero también el clima, porque la extracción de turba libera CO2 almacenado.

Es mejor: Obtener tierra sin turba que se puede encontrar en muchos centros de jardinería. Usar tu propio compost es, por supuesto, aún mejor.

5. Quemar residuos vegetales

Las hojas, la madera mojada y otros desechos de plantas no deben quemarse en el jardín. Incluso está prohibido en algunos sitios. El fuego no solo molesta a los vecinos es que además, el humo contiene contaminantes como partículas e hidrocarburos, que se consideran cancerígenos.

Es mejor: Llevar los residuos vegetales y las hojas a los puntos de recogida designados o, mejor aún, echarlos en tu propio compost.

6. Usar aspiradora de hojas o cortadoras de césped robóticas

El juguete favorito de muchos cuidadores consume energía y hace un ruido molesto. Los modelos con motor de combustión también emiten gases nocivos. Otro problema que genera es que los pequeños animales útiles como insectos, lombrices de tierra, arañas o ranas a menudo simplemente son absorbidos y mueren en dispositivos con función de trituración.

Los cortacéspedes robóticos son igual de malos, ponen en peligro a los erizos y a otros animales pequeños. Como son silencioso, algunos también se usan de noche cuando los animales nocturnos están más activos. Si los erizos notan una cortadora de césped robótica, no huyen, sino que se enrollan y las cuchillas afiladas del robot cortacésped les pueden lesionar gravemente al igual que a otros a los animales pequeños.

Es mejor: Usar el viejo rastrillo de toda la vida que es mucho más respetuoso con el medio ambiente y los animales, e incluso te ayuda a hacer algo de ejercicio.

7. Privar a los animales de su hábitat

¿Te gustan los animalitos? ¿Te gustaría hacer algo contra la muerte de abejas? Entonces no mantengas tu jardín demasiado "limpio", especialmente en otoño. Los céspedes impolutos y los setos recortados no ofrecen a los animales casi ningún hábitat y donde no se permite el crecimiento de hojas ni plantas silvestres, tampoco se puede vivir.

Es mejor: Que las hojas sobrantes, los montones de maleza y las flores marchitas pueden ofrecer refugio y comida a varios animales, como los erizos, en invierno. Las plantas perennes nativas, los arbustos y los restos de flores proporcionan un excelente alimento para las aves y las abejas. Así que no tengas miedo de ser un poco "desordenado".

8. Dejar que la fruta se pudra en la huerta

Las manzanas, peras o bayas de tu propio jardín a menudo no se ven tan bonitas como las del supermercado, no siempre saben igual y, a veces, hay demasiada fruta. Pero nada de esto es una razón para dejar que e desperdicie. Tiene sentido dejar algunas frutas colgando o tiradas porque ayuda a los animales pequeños como los insectos y los erizos, pero no cosechar grandes cantidades es un desperdicio.

Es mejor: Que si no te gusta la fruta cruda o si cosechas más de la que puedes usar pruebes a hacer tu propia mermelada o conservar la fruta. O hagas tu propio zumo. También puedes regalar cestos de frutas a amigos y parientes.

9. Desperdiciar agua

Si riegas tu jardín todos los días en verano, gastas mucha agua. Mucho más problemático que simplemente regar con agua del grifo es el riego continuo del césped para mantenerlo agradable y verde. Los aspersores de césped consumen mucha agua y son una medida puramente cosmética. El césped se seca a menudo y se recupera por sí solo con las llovidas.

Es mejor: Tener un barril para recoger el agua de lluvia del jardín para regar.

10. Cortar el césped constantemente

Las cortadoras de césped motorizadas a gasolina no solo son una fuente de ruido en primavera y verano, sino que también generan cantidades significativas de contaminación del aire. Como no suelen llevar catalizador como los coches modernos, la emisión de contaminantes nocivos para la salud y el medio ambiente por litro de gasolina consumido también es significativamente mayor. El consumo de gasolina varía de un modelo a otro, pero los dispositivos más ecológicos siguen siendo aquellos que no utilizan ningún tipo de combustible.

Es mejor: Si tienes un jardín pequeño (menos de 200 metros cuadrados) puedes utilizar cortacéspedes manuales. Éstos protegen el medio ambiente y te mantiene en forma al mismo tiempo. Sin embargo, por el bien del mundo animal, no debes cortar el césped con demasiada frecuencia y es mejor dejar los prados "silvestres" si se puede. Los cortacéspedes de gasolina solo valen la pena para jardines grandes y en ese caso se debe elegir un modelo de bajo nivel de ruido y emisiones con bajo consumo de combustible.