De la misma manera que nuestro planeta ofrece unos recursos físicos limitados (la cantidad de tierra, agua o aire no crece), también está regulado por sistemas complejos que no pueden sorportalo todo.
"La estabilidad y resiliencia del sistema de la Tierra y el bienestar humano están inseparablemente vinculados", dicen 40 científicos al comienzo de un estudio donde repasan el estado de los diferentes sistemas terrestres relacionados con nuestra supervivencia.
Las noticias no son nada buenas: ya hemos superado los límites en siete de los ocho sistemas globales y en al menos dos de los sistemas regionales que afectan a más de la mitad de la superficie terrestre. Como consecuencia, la Tierra puede dejar de ser un lugar seguro y habitable para la vida humana.
"Riesgos colosales" para la humanidad
“Los seres humanos están incurriendo en riesgos colosales” que comprometen el futuro de la civilización y de todos los seres que viven en la Tierra, según el trabajo dirigido por Johan Rockström, copresidente de la Comisión de la Tierra y director del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático.
En la investigación, no solo solo se tienen en cuenta las cifras que afectan a diferentes variables físicas y biológicas, sino la situación de justicia o injusticia que sufren las poblaciones humanas, pues "no podemos tener un planeta seguro si no hay justicia".
Los sistemas que se han analizado han sido el clima, la biodiversidad, las masas del agua dulce, los ciclos de nutrientes en la tierra y el agua, y la presencia de aerosoles contaminantes en la atmósfera. Concluye que la mayoría de los indicadores ya han pasado los límites de resistencia.
El tamaño de la tragedia en 7 puntos
- Decenas de millones de personas ya se ven perjudicadas actualmente por el cambio climático, aunque no se hayan superado aún los 1,5 ºC de incremento de la temperatura global respecto a los valores preindustriales, algo que ocurrirá muy probablemente en los próximos años.
- El planeta necesita mantener sistemas naturales en al menos el 50% de su superficie y ya estamos por debajo de esa proporción. Otra línea roja superada.
- En las zonas alteradas por el ser humano, al menos el 20% de la tierra debería estar naturalizado con parques, zonas arboladas, etc, pero esto ya no es así en al menos el 60% de las zonas que habitamos o que hemos transformado.
- No se debería alterar más del 20% del caudal de los ríos y arroyos porque disminuye la calidad del agua y se pierden ecosistemas. Este límite seguro se ha traspasado en un 33% de la superficie terrestre debido a la construcción de presas hidroeléctricas, sistemas de drenaje y otras infraestructuras.
- Los acuíferos subterráneos no deberían agotarse más rápido de lo que tardan en reponerse, pero el 47% de las cuencas se están agotando a un ritmo alarmante.
- El aire de las ciudades no debería contener más de 15 microgramos por metro cúbico de exposición anual media a partículas pequeñas (PM2.5), que pueden dañar los pulmones y el corazón. En muchos lugares, especialmente en regiones industriales pobres, este límite se supera.
- La fertilización agrícola con nitrógeno y fósforo supera la capacidad de absorción de las plantas y daña los ecosistemas de ríos, lagos y lagunas. El estudio señala que ahora hay en el mundo un excedente de 61 millones de toneladas de nitrógeno y 6 millones de toneladas de fósforo.
Una nueva herramienta científica
Rockström advierte de que, si no se toman medidas a tiempo, será inevitable que se superen los puntos críticos de cambio irreversible (tipping points) y que se produzca un daño generalizado sobre el bienestar de los seres humanos.
Además de llamar la atención sobre la gravedad de la situación, otro de los objetivos de la investigación es ofrecer una herramienta científica para que los gobiernos y empresas puedan establecer objetivos para hacer frente al cambio climático y los retos ambientales.
Referencia científica: