Es un hecho. Se están produciendo extinciones a gran escala de insectos en todo el planeta. Un nuevo estudio, realizado por investigadores del Instituto de Evolución Molecular y Orgánica de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz en Alemania, revela las cuatro principales causas detrás de la crisis mundial en las poblaciones de insectos, que afecta significativamente la polinización y las cadenas alimentarias de los animales.

Una disminución en la diversidad de insectos amenaza la estabilidad de los ecosistemas. Menos especies significa que hay menos insectos capaces de polinizar las plantas y controlar las plagas. Y, por supuesto, esto también significa que hay menos comida disponible para las aves y otros animales que se alimentan de insectos, explica el doctor Florian Menzel, uno de los autores del estudio.

Las cifras sobre la extinción de insectos

Una revisión de 2019 encontró que el 41 por ciento de las especies de insectos en todo el mundo están disminuyendo, y un tercio se enfrenta a la extinción. El estudio estimó una reducción anual en la masa total de insectos de un 2,5 por ciento. Su tasa de extinción es ocho veces más rápida que la de los mamíferos, aves y reptiles.

Las disminución de poblaciones son más fuertes en el oeste y medio oeste de EEUU y en Europa, especialmente en Alemania. Y las tendencias se han vuelto más negativas en los últimos años, con las mayores caídas desde 2005. 

Las 4 principales causas de la disminución de insectos

El estudio dirigido por Florian Menzel identifica las siguientes causas para la extinción de especies y la reducción de las poblaciones: 

  1. El aumento de la superficie terrestre dedicada a la agricultura.
  2. El desarrollo de la construcción.
  3. El cambio climático.
  4. La propagación de especies invasoras.

“Como la evidencia de un colapso global en curso en las poblaciones de insectos aumentó en los últimos años, decidimos que era hora de editar y publicar este número especial. Nuestro objetivo no era documentar la disminución de la población de insectos, sino comprender mejor sus causas y consecuencias”, explica el doctor Menzel.

Cómo afecta a los insectos el cambio climático

El aumento de las temperaturas obliga a los insectos a alejarse de sus hábitats naturales, lo que plantea riesgos importantes. Pero, además, el calentamiento global interacciona con otras amenazas sobre los ecosistemas. 

Los insectos especializados en hábitats específicos son los más vulnerables a los cambios. Además, las especies invasoras pueden establecerse fácilmente en hábitats afectados por el uso humano de la tierra y desplazar a las especies nativas. Es decir, el ser humano lleva consigo a las especies invasoras. 

Como resultado, estas especies invasoras prosperan y aumentan, lo que conduce a una reducción de la diversidad de insectos.

“En vista de los resultados que hemos observado, aprendimos que no solo la intensificación del uso de la tierra, el calentamiento global y la creciente dispersión de especies invasoras son los principales impulsores de la desaparición global de insectos, sino también que estos impulsores interactúan entre sí”, señala el doctor Menzel en un comunicado de la universidad.

Desaparecen los insectos al mismo tiempo que los ecosistemas pequeños

La disminución de las poblaciones de insectos no solo afecta a las especies individuales sino también a sus hábitats. Por ejemplo, la pérdida de diversidad de abejorros ha llevado a una disminución de las plantas que dependen de su existencia para la polinización.

“Parece que son las especies de insectos especializadas las que más sufren, mientras que las especies más generalizadas tienden a sobrevivir. Es por eso que ahora estamos encontrando más insectos capaces de vivir en casi cualquier lugar, mientras que las especies que necesitan hábitats específicos están en declive”, añade Menzel.

¿Qué se puede hacer para evitar la desaparición de los insectos?

Los investigadores abogan por que se establezcan técnicas estandarizadas para monitorear la diversidad de insectos en varios hábitats y países en futuras investigaciones sobre la disminución de insectos.

También han propuesto la creación de una red de reservas naturales interconectadas para permitir que las especies migren de un hábitat a otro. Esta medida ayudaría a los insectos menos tolerantes al calor a moverse desde áreas que experimentan un aumento de temperatura debido al calentamiento global a elevaciones más altas o regiones más frías.

A escala individual, pueden cultivar plantas que atraigan a los insectos y construir casitas para que se puedan refugiar. 

Además, recomiendan medidas para mitigar la propagación de especies animales y vegetales invasoras debido al comercio y el turismo globalizados.

El estudio se ha publicado en la revista Biology Letters.