Limpiar el horno es, sin duda, una de las tareas más fastidiosas en la cocina, pero no se puede demorar porque los restos de alimentos carbonizados alteran el sabor de las recetas y generan compuestos tóxicos.
Lo malo es que los detergentes específicos para el horno son muy agresivos y contienen ingredientes, como la lejía y el hidróxido de sodio (sosa cáustica), que pueden irritar, incluso, la piel de las manos, los ojos y el sistema respiratorio. Además son dañinos para el medioambiente y caros.
La buena noticia es que existen alternativas naturales eficaces que no representan ningún riesgo para la salud de las personas ni para el medio ambiente.
Cómo limpiar el horno con vinagre y bicarbonato de sodio
Para limpiar el horno con vinagre y bicarbonato te proponemos preparar un detergente casero muy eficaz:
Ingredientes:
- 7 cucharadas de bicarbonato de sodio
- 200 ml de vinagre de limpieza (ponlo en una botella con pulverizador)
- 4 cucharadas de agua
Cómo limpiar el horno paso a paso:
- Vacía completamente el horno, sacando bandejas, parrillas y fuentes.
- Raspa con una espátula de plástico o madera los restos pegados en el fondo y los laterales.
- Pulveriza todas las superficies con el vinagre, que empezará a ablandar y descomponer la suciedad
- Vuelve a raspar los restos.
- Elabora una pasta limpiadora con el bicarbonato de sodio. En un tazón, mezcla las siete cucharadas de bicarbonato con las tres cucharadas de agua hasta obtener una pasta untable. Si tienes un horno muy grande, puedes multiplicar por dos las cantidades.
- Cubre el interior de su horno con la pasta. Ponte guantes y extiende la pasta con la ayuda de una esponja de manera que llegue a todos los rincones; presta especial atención a las zonas más grasosas. Deja que la pasta actúe durante toda la noche (al menos 12 horas). El bicarbonato es una sustancia básica que ayuda a descomponer las manchas ácidas de grasa y otros restos de alimentos.
- Al día siguiente por la mañana, ponte los guantes de nuevo y con un paño de cocina húmedo limpie la pasta seca lo mejor que puedas. Puedes utilizar la espátula para raspar la pasta de las esquinas difíciles de alcanzar.
- Pulveriza otra vez con el vinagre. Al reaccionar con los restos de bicarbonato producirá burbujas.
- Toma un paño de cocina húmedo y limpia las zonas espumosas. Repite la aplicación de vinagre y pasa el paño las veces que hagan falta.
El trabajo habrá sido más o menos duro en función del grado de suciedad que haya alcanzado el horno. Lo ideal es que limpies el horno después de cada uso. A menudo es suficiente con pasar la esponja. Si te parece una pérdida de tiempo, recuerda que un horno muy sucio va a necesitar que frotes de duro y que pases más tiempo.
Cómo limpiar el vidrio del horno
Fíjate que en el lado interior de la puerta del horno hay unos tornillos. Se pueden quitar para separar la protección del cristal, de manera que ya puedes acceder a él para limpiarlo. Puedes utilizar el vinagre de limpieza en lugar de un detergente comercial.
En el manual de instrucciones del horno se explica cómo desmontar la puerta paso a paso.
Cómo limpiar las rejillas y bandejas del horno
Puedes utilizar la misma pasta de bicarbonato y agua para disolver las incrustaciones y descomponer la suciedad. Deja que actúe durante unas horas. Luego déjalas en remojo durante media hora y después retira los restos con agua abundante.