Se puede valorar la contribución al cambio climático de cualquier alimento midiendo la cantidad de gases con efecto invernadero asociada a su cultivo, transformación, distribución y consumo. Esta medida se expresa en "equivalentes de CO2". Por tanto, los alimentos con un equivalente de CO2 más alto son los que más contribuyen al cambio climático y, solo por eso, ya conviene reducir o evitar su consumo.

Por fortuna, se da la casualidad de que estos alimentos no se encuentran entre los más sanos. Si seguimos una alimentación basada en alimentos vegetales enteros, no tenemos que preocuparnos, sobre todo si son de producción local. Veamos cuáles son los peores alimentos para el clima.

Los 8 alimentos peores para el clima

Existen muchos estudios sobre el impacto ambiental de los alimentos y sus resultados acostumbran a ser distintos debido a la selección de variables entre todas las posibles.

Investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y del LCA Research Group en Zurich (Suiza) observaron que los alimentos proteínicos eran los que más contribuían impacto ambiental y quisieron averiguar cuál era el impacto de conseguir 50 g de proteínas con cada uno. Los resultados fueron

  • 1. Carne de ternera, con 17,7 kg de CO2
  • 2. Carne de cordero, con 9, 9 kg
  • 3. Crustáceos de granja, 9,1 kg
  • 4. Quesos, 5,4 kg
  • 5. Carne de cerdo, 3,8 kg
  • 6. Pescado de piscifactoría, 3 kg
  • 7. Carne de ave, 2,9 kg
  • 8. Huevos, 2,1 kg

A partir de ahí, las cifras caen a la mitad. Para conseguir 50 g de proteína con tofu el impacto ambiental se reduce a 1 kg, casi 18 veces menos que con la ternera.

Otras investigaciones introducen alguna modificación en la lista. Por ejemplo, una realizada en Suiza coloca en el primer puesto a la mantequilla y entre los seis primeros a las patatas fritasy el chocolate.

No subestimes los vuelos y los envoltorios

Una de las razones por las que resulta muy difícil valorar el impacto climático de los alimentos es que depende de cómo se ha producido cada uno. No es lo mismo la ganadería intensiva dedicada a la exportación de productos, que las pequeñas granjas que abastecen a su entorno.

El transporte en avión hace que prácticamente cualquier alimento resulte insostenible, aunque no se encuentre en la lista de los peores. Según el Instituto de Investigación Energética y Medioambiental de Heidelberg (Alemania), si un tomate sale de un invernadero con calefacción, esta sumará 2,4 kg de emisiones de CO2 a 1 kg de producto. Luego hay que sumar el transporte hasta el lugar de consumo y las emisiones relacionadas con el envoltorio de plástico, por ejemplo.

El envase puede empeorar la huella de carbono de un alimento

El Instituto de Investigación Energética y Medioambiental ha calculado las emisiones de CO2 que genera 1 litro de alimento líquido en distintos envases:

  • Tetrapak: 224g CO2
  • Envase rígido de plástico: 378 g CO2
  • Lata metálica: 580 g CO2
  • Vidrio: 609g CO2

Lo único que habla a favor de un frasco con tapa de rosca aquí, por ejemplo, es que se puede usar muchas veces, por ejemplo, para conservar. Por otra parte, los productos procesados ​​siempre son peores que los alimentos crudos sin procesar

No importa cuánto nos esforcemos en elegir alimentos limpios y sostenibles si acaban en la basura en lugar de en la mesa. Cada año, la humanidad (especialmente la proporción privilegiada) desperdicia 1.300 millones de toneladas de alimentos.

Cómo seguir una dieta sostenible

  • Respeta una alimentación nutricionalmente equilibrada a base de alimentos vegetales.
  • Elige alimentos ecológicos siempre que sea posible.
  • Compra frutas y verduras de temporada.
  • Adquiere los alimentos a los granjeros del entorno más próximo posible.
  • Consume alimentos frescos, si es posible sin procesar o mínimamente procesados.
  • Los alimentos regionales y de temporada son la primera opción.
  • Para conservar y cocinar los alimentos utiliza electrodomésticos de bajo consumo.
  • Ve a la compra en bicicleta o a pie.
  • Si tienes un automóvil, úsalo solo para compras grandes.
  • Si compras para varios días, hazlo de forma que no tengas que tirar nada.
  • Evita los alimentos con envases o envoltorios innecesarios.
  • Si tiene un envoltorio, prefiere el cartón al plástico.
  • No tires nada comestible a la basura.
  • Almacena los alimentos adecuadamente.