La buena intención de vivir y comer de manera más sana y sostenible en familia a menudo se queda por el camino en la agitada vida cotidiana. Sin embargo, es posible mejorar la calidad de la nutrición desde el punto de vista de la salud con poco esfuerzo y, además, se puede proteger el medio ambiente.

8 pasos para comer mejor y ser más sostenible

1. Nutrición saludable para los niños: atrévete a ser más vegetariano

Solo una minoría de personas son cien por cien vegetarianas en todo momento. El vegetarianismo se puede entender como una tendencia a la que acercarse cada día un poco más. Si en tu casa no sois todos vegetarianos, puedes ir aumentando poco a poco la presencia de vegetales en los menús.

A muchos niños les encanta las salchichas y otros productos cárnicos elaborados, sin embargo, estos alimentos son procesados que han sido definidos por la Organización Mundial de la Salud como cancerígenos. Existen muchas alternativas vegetales que los niños disfrutarán y que aportan suficiente proteína, vitaminas y minerales.

Puedes encontrar elaborados de soja ecológicos con el aspecto de la carne al que pueden estar acostumbrados. Las hamburguesas vegetales, la soja texturizada para elaborar boloñesas con la pasta que tanto les gusta y el seitán, que se puede preparar estofado o a la plancha, son algunas opciones.

2. Compra alimentos ecológicos, locales y de temporada

La agricultura ecológica produce significativamente menos gases de efecto invernadero y no usa pesticidas sintéticos ni fertilizantes químicos. Los productos regionales y de temporada también puntúan alto en términos de sostenibilidad.

Las frutas y verduras maduras recolectadas también tienen un sabor mucho más intenso y contienen más micronutrientes como vitaminas y minerales. Las tiendas ecológicas suelen trabajar con proveedores y agricultores ecológicos de la zona.

3. Nutrición saludable para niños con menos procesados

Cuantos menos alimentos procesados, mejor. No solo porque estos productos tienen largas cadenas de fabricación y están envasados. Además, a menudo contienen significativamente más aditivos y menos nutrientes. Esto se aplica tanto a las pizzas preparadas como a los purés de fruta envasados para los peques.

Si cocinas tú misma ahorras dinero, comes más sano y proteges el medio ambiente, también con alimentos de los bebés. Si la vida familiar cotidiana vuelve a ser demasiado estresante al preparar varias comidas al día, recuerda que cocinar un día para varios o cantidades mayores te puede ayudar (te puede interesar este artículo sobre batch cooking).

4. Compra sostenible y ahórrate los desechos plásticos

Comprar sin residuos plásticos parece imposible, pero no lo es. Fíjate bien en tu propia basura. Cuando veas que los envases de frutas y verduras ocupan una gran parte empieza a ponerle remedio.

Es buena idea que siempre vayas a la frutería con varias bolsas pequeñas de malla y bolsas de tela. Sólo este pequeño paso puede ayudar a ahorrar una gran cantidad de desperdicios con muy poco esfuerzo.

Además, siempre que puedas, compra a granel, en lugar de productos envasados, y llévatelos en tus propios envases. Puedes encontrar arroz, legumbres, cereales, encurtidos y muchos alimentos más.

5. Utiliza agua del grifo

Las botellas de plástico son una gran carga para el medio ambiente y no dejan de desprender partículas y aditivos al agua que te bebes. Si es posible, consume el agua del grifo.

Si te parece que no tiene la calidad suficiente, siempre puedes filtrarla (aquí encontrarás más información sobre los distintos tipos de filtro).

6. Planifica los menús de toda la semana

Por supuesto, sacar horas del fin de semana para planificar la comida de la próxima semana no suena muy tentador. Pero si lo miras por el lado positivo, planificando con anticipación, puedes pasar toda la semana con una sola compra, y ganarás mucho tiempo.

Otra ventaja es que con un plan semanal, normalmente solo compras lo que la familia realmente necesita. Y también ahorras dinero y desperdicios. En nuestro país una media de 76 kilos de alimentos por hogar terminan en la basura cada año.

7. Almacena los alimentos correctamente

Las familias que almacenan los alimentos correctamente pueden evitar que se pudran y terminen en la basura. Mantén una despensa ordenada, coloca a la vista los alimentos con fecha de caducidad cercana, pon etiquetas, etc.

Recuerda que algunos alimentos no se deben guardar en la nevera, como los tomates o las frutas cítricas.

8. Cocina sostenible: utiliza las sobras

Si sobra algo de la comida, al día siguiente se puede volver a comer o se puede emplear como base para elaborar otro plato. Las sobras son casi inevitables, sácales el provecho que se merecen.