Es uno de los grandes científicos actuales. Doctor honoris causa por varias universidades, ha ganado el premio Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología del 2005 y el del Mayor Investigador Reconocido del Instituto de Información Científica. Profesor de neurociencia, psicología y filosofía, dirige el Instituto del Cerebro y la Creatividad en la Universidad del Sur de California (Estados Unidos).

"Soy una persona modesta que duda de sí misma, pero cuando dicen que este libro es revolucionario estoy de acuerdo, porque vivimos un enorme éxito tecnológico, pero hemos olvidado que somos criaturas que sienten". Lo dice el portugués António Damásio, uno de los científicos más conocidos y citados de las dos últimas décadas. Y el libro al que se refiere es El extraño orden de las cosas (Destino, 2018).

—¿Por qué son tan importantes las emociones, los sentimientos?
—El actual mundo de los algoritmos no se da cuenta de que empezamos sintiendo. Sin los sentimientos de placer y de sufrimiento nunca hubiéramos creado ni la medicina ni el gobierno ni la justicia, por ejemplo. Nuestra historia empieza con la búsqueda de la homeostasis, que es la conservación de la vida, y la búsqueda de bienestar. Ver actuar a las bacterias, que también crean pequeñas sociedades, resulta extraordinario. Y cada célula de nuestro cuerpo guarda la memoria celular de estas bacterias. Por eso también la homeostasis, que es la regulación de la vida, está en el origen de nuestra cultura y, aunque lo olvidemos, los sentimientos son el inicio de todo.

—No suele considerarse así...
—El mundo ha tendido a negligir que somos seres que sentimos. El intelecto tiene una capacidad que además se entrena, pero es el sentimiento lo que me empuja a formarme. Y es importante conocer cómo funciona nuestra mente. Estamos en una crisis social, ante un auge del populismo, ante una crisis de inmigración, y no creo que estos problemas se puedan entender solamente mediante la razón, porque detrás están sentimientos como la ira y otros sentimientos que compensan los negativos, como son el amor y la compasión. Los sentimientos son vitales para entender el posicionamiento del ser humano.

"Para convencer a los demás debemos combinar razón y sentimientos"

—¿Si ignoramos el afecto estamos perdidos?
—Sí, porque siempre hay una tendencia a negarnos a aceptar cualquier cosa que se nos imponga, y el conocimiento y la razón crean actitudes dogmáticas; sin embargo para conseguir algo no basta con chillar que lo quieres. Para convencer a los demás debemos combinar razón y sentimientos, y que la negociación vaya siempre de la mano del afecto.

—Usted cuestiona que hablar sea lo que nos hace humanos...
—Estoy en contra de decir que la cultura viene del lenguaje. El lenguaje es importante, pero antes tenemos la capacidad de sentir. Sin los sentimientos no habríamos desarrollado el lenguaje, un código para transmitir información. Tenemos la capacidad de sentir y de razonar, pero sin la capacidad de sentir no sería posible la cultura; es la combinación de ambos lo que la origina.

—Entiendo...
—Tenemos que aceptar las diferentes formas de sentir de los seres humanos, aunque todos tengamos la misma base y la compartamos con el resto de seres vivos. Dentro de una misma organización general, podemos desarrollar distintas especificidades. Por ejemplo, creamos un refugio que mantenga nuestra regulación homeostática para preservar el calor y proteger a los niños del frío, pero de esta primera necesidad de cobijo aparecen después arquitectos como Antoni Gaudí o Frank Gehry... Ambos surgen del mismo concepto de "refugio".

"Los sentimientos nos conectan con el cuerpo, la vida y la homeostasis"

—También dice que el intestino es nuestro primer cerebro...
—En el libro dedico mucha atención al sistema nervioso porque este se apoya en el intestino y en el corazón. El primer cerebro es el intestino, porque ya existía antes de que el mismo sistema nervioso se desarrollara. Lo más importante de todo es que la relación entre el cuerpo y la mente empieza con el hecho de que las mentes no son el resultado del sistema nervioso, aunque este error, que el cerebro crea la mente, se repite una y otra vez.

—¿Y cómo se crea?
—El cerebro crea la mente cuando coopera con el cuerpo. La vida ha existido durante cuatro mil millones de años y, en contraste, los sistemas nerviosos solo existen desde hace 500 millones de años, un periodo muy corto en la historia de la Tierra. Únicamente cuando los cerebros y los cuerpos cooperan surge este nuevo producto que es la mente, cuyo primer aspecto es el sentimiento, y que es en realidad un retrato de aquello que pasa dentro de nuestro cuerpo y también el origen de la conciencia. Tenemos que darnos cuenta de que la mente, por encima de todo, tiene que ver con los sentimientos y que estos nos conectan con el cuerpo, con la vida y la homeostasis.

—Esta estrecha relación apenas se aplica en la medicina...
—Se necesita tiempo para que las ideas importantes lleguen a penetrar y modifiquen la manera de obrar de la gente. Pero progresivamente iremos volviendo a lo importante. La relación entre los sentimientos y la enfermedad es muy importante y dentro de diez años veremos grandes cambios en la medicina.

"No puedes mejorar tu vida si no prestas atención a tus sentimientos"

—¿Prácticas como la meditación pueden ayudar a la homeostasis?
—Hay un movimiento en Estados Unidos que forma parte de este cambio que te comentaba y es un movimiento real, el mindfulness. Creo que funciona y que deberíamos combinar los diversos efectos. No podemos curar un cáncer con mindfulness, pero puede ayudar a las personas que tienen un cáncer a afrontar mejor la situación que están viviendo. Otra cosa importante es que, antes de estar enfermo, si vives con más atención y conciencia, en el sentido de conocer cuáles son tus sentimientos, tendrás una vida mejor. Porque no puedes mejorar tu vida si no prestas atención a tus sentimientos.

—¿Qué misterios le gustaría desvelar del cerebro que aún no ha podido descubrir?
—Hay muchísimos. Detrás de cada descubrimiento que realizas se esconden un montón de nuevas preguntas y misterios... Por ejemplo, tenemos mucha información sobre la base biológica y química de los sentimientos, también conocemos qué neuronas están implicadas en estos sentimientos, pero existen muchos detalles que desconocemos. Y también es importante entender cuál es el origen de la conciencia. Estos son los dos misterios del cerebro que más me interesan hoy.

—¿Diría que hay espacio para la espiritualidad en nuestro cerebro?
—¡Absolutamente! Hay muchas maneras de entender la espiritualidad. Para mí es una belleza sublime que te produce una felicidad extrema. Deberíamos intentar tener cada vez más momentos de esta felicidad extrema en lugar de generar sufrimiento. Es importante que escribas sobre esto porque muchas cosas importantes de mi libro tienen que ver con las preguntas que me has hecho.

Tres conceptos esenciales

  1. Homeostasis. Cuando oímos esta palabra pensamos en una cosa estable y fija, pero esta cambia constantemente. El origen de la influencia generalizada de los sentimientos es el extraordinario poder de la homeostasis, el conjunto de procesos que mantienen la vida, la proyectan hacia el futuro y guían la selección natural y la evolución biológica.
  2. Los sentimientos. Son experiencias mentales y representan el estado interno del organismo, que varía constantemente. El sentimiento se produce exclusivamente en la mente y únicamente se puede transmitir cuando se explica.
  3. Las emociones. Las bacterias tienen emociones y muestran una respuesta emotiva cuando las pinchas o las tocas y se encogen, pero no tienen sentimientos, que es un constructor mental que hacemos nosotros.