¿Es más eficiente lavar los platos a mano o con el lavavajillas? Aunque muchos no se darán nunca por vencidos en su defensa del trabajo manual, lo cierto es que los estudios (como este de la Universidad de Michigan) indican que el lavavajillas ahorra agua y detergente. Y es muy cómodo. Pero la cuestión no se resuelve apretando el botón de encendido. También es importante utilizar bien el lavavajillas.

El 56% de los hogares españoles tienen lavavajillas, pero no se le saca todo el provecho o no se emplea adecuadamente. A continuación te explicamos como utilizar correctamente este electrodoméstico.

Errores que cometemos con el lavavajillas

1. Poner el lavavajillas solo con la mitad de carga

Lo mismo se aplica a los lavavajillas que a las lavadoras, enciéndelos solo cuando estén realmente llenos. Hacer funcionar máquinas a media capacidad es un desperdicio de energía, agua y detergente. Todo cuesta dinero.

2. Usar el detergente incorrecto

Los detergentes para lavavajillas convencionales o las pastillas para lavavajillas pueden contener sustancias preocupantes. Afortunadamente los fosfatos más problemáticos apenas se utilizan desde 2017 después de que se cambiara una directiva de la UE.

Sin embargo, todavía se pueden encontrar conservantes, fragancias y colorantes sintéticos potencialmente dañinos en los detergentes para lavavajillas convencionales. De ahí que sea buena idea comprar productos ecológicos y, a poder ser, a granel para eliminar envases y envoltorios innecesarios.

Piensa que no siempre es el detergente el culpable de que los platos no queden completamente limpios; el lavavajillas mismo tiene que estar limpio para cumplir con su función. La suciedad acumulada puede ser la responsable de que la vajilla te salga con restos y manchas. Para evitarlo hay que llevar a cabo las medidas de mantenimiento que indice el manual de instrucciones.

3. Cargar el lavavajillas de forma incorrecta

¿Tus platos no se limpian correctamente en la máquina? Enjuagarlos a mano después de sacarlos del lavavajillas consume el doble de energía, agua y detergente. Puede evitarlo cargando el lavavajillas correctamente. Estos son algunos consejos:

  • Debes eliminar de antemano la suciedad rebelde. Puedes pasar un papel de cocina para retirar los restos sólidos de los platos antes de meterlos en el lavavajillas. No hace falta que los enjuagues.
  • Es mejor colocar vasos, tazas, tazones y cuencos en la parte superior, ya que generalmente están poco sucios.
  • Los enseres más grandes y más sucios, deben ir en la bandeja inferior.
  • Coloca siempre los platos muy sucios de modo que la suciedad se dirija hacia los brazos aspersores.
  • Asegúrate de que los brazos rociadores siempre puedan girar libremente.
  • No coloques los cubiertos demasiado juntos. Solo se limpiaran perfectamente cuando el agua pueda alcanzarlos por todos lados.
  • Si tu lavavajillas tiene una canasta para cubiertos, recuerda que solo las puntas de los cuchillos deben apuntar siempre hacia abajo. Por cierto, ¡los cuchillos afilados no deben meterse en el lavavajillas!
  • Si colocas los platos demasiado juntos, el agua no llegará a todas partes y los platos no se limpiarán adecuadamente.

4. Usar el prelavado

No prelaves los platos con suciedad normal a mano antes de colocarlos en la máquina. Esto desperdicia energía y agua y casi nunca es necesario. Los lavavajillas modernos pueden manejar la mayor parte de la suciedad por sí mismos. Por regla general, es suficiente eliminar los restos de comida o la suciedad intensa.

La excepción serian las espinacas y otras verduras como las acelgas. Si no las eliminas antes de meter en el lavavajillas los restos pueden extenderse a otros platos y luego son difíciles de quitar.

Sumerge las piezas muy sucias durante unos minutos en agua antes de ponerlas en la máquina. Este remedio es es mejor que frotarlas bajo el agua corriente.

5. Lavar los platos de plástico no adecuados

Suena banal, pero es importante, sólo debes lavar en el lavavajillas platos y cubiertos aptos. Ten especial cuidado con los platos y recipientes de plástico. Los artículos que no se pueden lavar en el lavavajillas pueden liberar contaminantes nocivos para la salud bajo el agua caliente. Es por eso que los recipientes de plástico de un solo uso nunca deben meterse en el lavavajillas.

6. No utilizar el programa eco

A menudo lleva más tiempo, pero el programa cco del lavavajillas ahorra la mayor cantidad de energía y agua posible. Con programas más cortos, las máquinas a menudo tienen que calentar el agua a altas temperaturas rápidamente y, por lo tanto, consumen mucha más electricidad.

Solo es mejor establecer una temperatura más alta para platos muy sucios. También tiene sentido hacer una vez al mes un programa a temperatura alta para evitar depósitos en la máquina.

7. Colocar el lavavajillas en el lugar equivocado

Si es posible, asegúrate de no colocar nunca el lavavajillas junto al frigorífico. El lavavajillas emite mucho calor cuando está en funcionamiento y el frigorífico necesitará más energía para mantener la temperatura baja. Lo mismo se aplica al horno, que tampoco debería estar justo al lado de la nevera.

8. Comprar uno que consume mucha energía

Si compras un lavavajillas nuevo, asegúrate de que sea lo más eficiente posible desde el punto de vista energético. De esta forma se ahorrarás electricidad y, por tanto, también dinero. Por lo tanto, averigua exactamente cuánta electricidad y agua necesita la máquina antes de comprarla. La etiqueta de eficiencia energética es una buena orientación: la más recomendable es la A++. La compra puede ser más cara, pero a largo plazo es rentable.