Los envases de plástico se han convertido en los últimos años en un símbolo de la contaminación ambiental. Es por eso que los consumidores recurren cada vez más a los envases hechos de vidrio y papel, pero ¿es son estas opciones realmente limpias y respetuosas con el medio ambiente?
Todos los envases y embalajes tienen ventajas y desventajas
El packaging siempre te recuerda que tu consumo deja huella. Porque el envase se queda ahí mucho después de que se haya preparado la ensalada fresca o se haya bebido el zumo de manzana.
El envase es indispensable en muchos casos, como en los yogures. No habría manera de venderlos sin un envase. En otros casos, la utilizada del embalaje parece más discutible, pero si se analiza a fondo, puede tener ventajas que no nos saltan a la vista.
Por ejemplo, nos preguntamos si es necesario que los pepinos estén envueltos individualmente en una película de plástico y que se envasen los tomates por parejas con una bandeja de poliestireno. El vendedor te dirá que de esta manera se consigue reducir considerablemente el desperdicio de alimentos, que es un grave problema. Por tanto, valorar la sostenibilidad de los envases y embalajes exige un análisis complejo y libre de prejuicios.
El equilibrio ecológico de los envases
Una mirada a la evaluación del ciclo de vida (desde que se fabrica hasta que se convierte en residuo o se recicla) de un embalaje revela cuán dañino es para el medio ambiente. Un factor clave en este análisis es el peso del embalaje: cuanto más ligero es el material, mayores serán las cantidades que se pueden transportar al mismo tiempo, lo que reduce las emisiones de CO2. Esa es una clara ventaja del plástico.
Pero ciertamente el peso no el único factor que tener en cuenta. También hay que valorar el impacto ambiental, energético y climático de la extracción de las materias primas y las emisiones de residuos que pueden ser perjudiciales para la salud humana y para el medio ambiente.
Cómo elegir el embalaje adecuado
Las opciones que a menudo tienes en el supermercado son vidrio, hojalata y plástico. Si observamos las posibilidades para envasar 150 g de aceitunas, tenemos:
- Envase de vidrio: 188 g
- Hojalata: 56 g
- Bolsa de plástico: 7 g
En comparación con la hojalata, el vidrio tiene un mejor equilibrio ecológico, porque el consumo de energía para producir la hojalata es mucho mayor, aunque si se recurre a material reciclado el gasto de energía se reduce un 60%
Sin embargo, en comparación, la bolsa de plástico funciona mucho mejor que el vidrio por su ligereza y la poca materia prima que hace falta para producirla. Pero las aceitunas se conservan menos tiempo en plástico que en una lata.
¿Plástico, vidrio o papel?
El plástico se ha convertido en un símbolo virtual del movimiento de basura cero. Al comprar, muchas personas confían en el vidrio o el papel reciclados en lugar de en el plástico.
Sin embargo, para reciclar el vidrio hay que fundirlo a 1.600 ºC y como es pesado, va a gastar mucha energía en el transporte. Desde el punto de vista ambiental, el vidrio no suele ser más ecológico que el plástico, aunque sea reciclado.
Otra cosa es la salud. El vidrio es un material que no afecta al contenido. Es inerte. En cambio, el plástico es poroso y deja que se liberen sus propios componentes en la bebida o que se escapen. Estos son los motivos por los que las industrias del vino y la cerveza no envasan con plástico. Entre los componentes que puede liberar el plástico en el contenido se encuentran el antimonio, el bisfenol A y los ftalatos (estas dos últimas sustancias no podrán encontrarse en los plásticos a partir de 2023).
Algo parecido ocurre con el papel. Es una materia prima renovable, pero los muchos pasos que requiere su procesamiento implican que su impacto no es menor al del plástico.
5 consejos para elegir el embalaje adecuado
Qué tipo de envase es el más adecuado dependerá del producto y otros factores. Hay que mirar cada envase en su contexto, pero la norma básica es que se puedes prescindir completamente del envase, esta es la mejor opción. Aunque es un tema complejo, se pueden realizar algunas recomendaciones para ahorrar recursos y energía y cuidar la salud y el bolsillo.
- Puedes comprar alimentos que tienen una vida útil muy larga sin envasar en los mercados y tiendas que venden a granel. Estos son, por ejemplo, la pasta, las legumbres secas, el arroz y otros cereales, los frutos secos y las semillas. Puedes llevar tu bolsa al comercio y pedir que te la llenen.
- Las hortalizas y frutas frescas también se pueden comprar sin envase, llevando tus propias bolsas. Reutiliza los envases y bolsas siempre que sea posible.
- En lugar de comprar agua en botellas de plástico o de vidrio, protege el medio ambiente y tu bolsillo bebiendo agua filtrada.
- Puedes rellenar los envases de detergente en las tiendas ecológicas que lo venden a granel.
Piensa que si te propones reducir el consumo de envases no solo va a mejorar tu impacto sobre el medio ambiente y el clima, sino que tu bolsillo y tu salud también se verán beneficiados, pues renunciarás a todos los productos alimentarios ultraprocesados que no son imprescindibles ni beneficiosos para la salud.