En verano se puede disfrutar de una cosecha abundante de bayas y frutas que puede aprovecharse durante meses gracias a la elaboración de mermeladas y jaleas caseras. Para realizar estas elaboraciones se suele añadir grandes cantidades de azúcar, lo que hace que sean menos saludables. Con la goma garrofín, que se obtiene de la algarroba, se puede reducir sensiblemente el azúcar.

Propiedades de la goma garrofín

La goma garrofín se emplea como agente gelificante natural y gracias a ella se pueden crear productos como mermeladas de frutas saludables y bajas en calorías. Este polvo es económico y se puede encontrar en supermercados ecológicos y en comercios online. Tiene las siguientes ventajas:

  • Es insípida, no contiene gluten y es vegana.
  • Contiene un 5% de proteína vegetal de alta calidad.
  • Es baja en calorías y es rica en minerales como calcio, potasio, magnesio y hierro.
  • Aglutina líquidos con una capacidad 5 veces mayor que el almidón de maíz.
  • Es un aditivo aprobado para productos ecológicos (E410).
  • Es adecuada para alimentos elaborados para bebés y niños pequeños.
  • Evita el uso de edulcorantes.
  • Es idóneo para jaleas y mermeladas (versión fría y caliente).
  • También se puede usar para la elaboración rápida de jaleas a partir de zumos de frutas.

Mermelada de fresas con goma garrofín

Para elaborar una mermelada o gelatina con goma garrofín necesitas:

Ingredientes:

  • 250 g o 250 ml de fresas (o cualquier otra fruta de fresas o bayas lavadas y limpias). La fruta congelada también es una alternativa.
  • 2-3 cucharaditas rasas de goma garrofín (el doble de la cantidad cuando se mezcla en frío).
  • 1-2 cucharadas de azúcar, si es necesario más para frutas muy ácidas, también puedes usar miel, jarabe de agave o xilitol (opcional).
  • 1 cucharadita de zumo de limón (opcional).

Accesorios:

  • Mezclador
  • Olla
  • Tarros de cristal con tapa de rosca
  • Embudo para mermelada (opcional)

La cantidad especificada de goma garrofín asegura una consistencia espesa y untable. Según la fruta y la consistencia deseadas, una o dos cucharaditas por cada 500 g de fruta pueden ser suficientes.

Elaboración:

Los primeros cuatro pasos son idénticos tanto para hacer mermelada como para hacer jalea:

  1. Lava las frutas y saca aquellas que estén malas. Si estás trabajando con fruta congelada, descongélalas.
  2. Haz puré con la fruta lavada o descongelada (según la consistencia, puedes hacerlo con una batidora o con un procesador) junto con el edulcorante.
  3. Agrega la goma garrofín y mezcla bien los ingredientes.
  4. Para una vida útil más larga, añade un poco de zumo de limón y revuelve de nuevo.

Dependiendo de si prefieres una versión en frío, rica en vitaminas, o la versión hervida en caliente, el proceso varía.

Versión fría

  1. Para mermeladas y jaleas elaboradas en frío, mezcla los ingredientes vigorosamente durante al menos tres minutos. La masa de frutas se espesa en los próximos 10 minutos. Si transcurrido el tiempo aún te queda un poco aguada, dependiendo de la fruta o la alternativa de azúcar, puedes ayudarte con una o dos cucharaditas rasas más de goma garrofín y repetir el proceso de mezclado.
  2. Vierte la mermelada terminada en frascos limpios y ciérralos. Este tipo de mermeladas de frutas ricas en vitaminas se pueden mantener cerradas en el refrigerador hasta cuatro semanas, según el contenido de azúcar y ácido y si el proceso ha sido llevado a cabo con la máxima higiene. Una vez abierta, debe consumirse en una semana o dos.

Versión hervida caliente para mermelada o jalea:

  1. Para la versión cocida, coloca la fruta triturada en una olla y caliéntala. Cocínala a fuego lento durante otros dos o tres minutos, revolviendo bien.
  2. Inmediatamente después vierte la mezcla caliente en frascos limpios y esterilizados y séllala.
  3. Para permitir que el calor elimine los gérmenes de la tapa, coloca los frascos llenos boca abajo sobre la tapa durante 10 minutos. Tu mermelada de frutas ahora se puede mantener sin refrigerar durante unos dos meses. La vida útil aumenta con la proporción de azúcar y zumo de limón.

Consejo:

Es mejor llenar varios tarros pequeños de mermelada mezclada en frío para garantizar un consumo más rápido.