Para las medicinas tradicionales de India y China, la cúrcuma es un medicamento básico con multitud de indicaciones. Con ella se tratan, entre otros problemas, la mala digestión, los trastornos del hígado, el dolor articular, la fiebre, la tos, las alteraciones menstruales o, en aplicación tópica, los eccemas y otras patologías de la piel.
En la cocina, la cúrcuma es ideal para tomar con legumbres, como lentejas rojas y garbanzos o con verduras. En platos de pasta o de cuscús también da un buen toque de sabor y color. Puedes añadirla en la cocción o en el aliño.
Aunque la cúrcuma es una especia mucho menos valorada que el azafrán –y también más económica– constituye un verdadero tesoro culinario que traspasa las fronteras para dar color y sabor a gran variedad de platos.
En la cocina debe utilizarse con mesura, ya que un exceso daría un toque demasiado amargo. Su uso es característico de la cocina india, que la mezcla hábilmente con otras especias para lograr sutiles diferencias de sabor y condimentar todo tipo de platos.
Aprovecha la potencia de la cúrcuma, con su efecto antiinflamatorio y calorífico en esta sabrosas recetas.