El colesterol asusta. Si aparece demasiado alto en un análisis de sangre constituye la primera señal de que algo no va del todo bien en el sistema cardiovascular. Sin embargo, es una sustancia vital que elabora el propio organismo y solo resulta peligrosa a partir de ciertos niveles.

Sobre cómo controlarlo y también sobre su importancia para el cuerpo aún existe mucha confusión, que trataremos de aclarar respondiendo a estas cuestiones.

1. Tengo el colesterol LDL alto, ¿qué puedo hacer?

Hay que tener en cuenta que la elevación del colesterol es un proceso crónico que no se cura con medicamentos, ni tan solo con una dieta adecuada, aunque en muchas ocasiones ambas medidas son indispensables.

El sedentarismo, la obesidad o el hábito de fumar empeoran el pronóstico de las personas que padecen exceso de colesterol. Lo que debes hacer es no olvidar nunca que tienes colesterol y poner medidas para controlarlo.

2. Mi colesterol LDL está bien pero el HDL es bajo, ¿es un problema?

El colesterol circula por la sangre en forma de lipoproteínas, las cuales a su vez forman glóbulos o "pelotas"de grasa que permiten su transporte en un medio acuoso -el plasma- en el que no se disuelven.

Existen diferentes tipos de proteínas, que se clasifican por su densidad, inversa al tamaño de la "pelota" que forman. Existen lipoproteínas VLDL, LDL, HDL y VHDL (de muy baja, baja, alta y muy alta densidad, respectivamente, según sus siglas en inglés).

El colesterol denominado "malo", menos denso (LDL y VLDL), tiene un "billete de ida" a los tejidos, donde su exceso contribuye a la formación de placa aterosclerótica y enfermedades cardiovasculares, mientras que el "bueno" (HDL y VHDL), más pesado, lleva la grasa de los tejidos de vuelta al hígado, donde es metabolizado y preparado para su excreción por la bilis.

El colesterol "bueno" se reduce si no se hace ejercicio, se fuma o en enfermedades como la diabetes. También cuando la mujer alcanza la menopausia.

3. Tengo altos los triglicéridos, ¿qué significa?

Los triglicéridos son grasas que suministran energía a los tejidos, especialmente a los músculos. Al igual que el colesterol, los transportan las lipoproteínas. No queda claro que los triglicéridos impliquen un claro riesgo cardiovascular; al menos son mucho menos peligrosos que los niveles elevados de colesterol.

Sin embargo, la elevación de triglicéridos coincide en muchas ocasiones con otros factores de riesgo como diabetes, obesidad, sedentarismo o niveles reducidos de colesterol HDL, el "bueno".

Los niveles muy elevados de triglicéridos pueden sobrecargar la función del páncreas e incluso provocar una pancreatitis. El nivel de triglicéridos que se considera prudente no rebasar es de 200 mg/dl.

4. ¿Una persona delgada puede tener colesterol?

Los niveles elevados de colesterol se pueden presentar en cualquier tipo de personas, obesas o delgadas, aunque es evidente que es más probable que aparezcan en una persona obesa si consume más alimentos que engordan, especialmente grasas de origen animal.

Sin embargo, una gran parte del colesterol se sintetiza por vía endógena, es decir que se obtiene del propio cuerpo, por lo que sus niveles no dependen tanto de la alimentación como de la genética familiar.

5. ¿Qué función cumple el colesterol en el organismo?

Mucha gente piensa que el colesterol es esencialmente malo, pero no es así. Se trata de un componente de nuestro organismo con múltiples actividades biológicas: sin colesterol no podríamos vivir.

Así, se sabe que tiene un papel estructural, al formar parte de las membranas plasmáticas y celulares de los animales vertebrados (los vegetales no tienen colesterol).

Es además un precursor de la vitamina D, que regula el metabolismo y la calcificación de los huesos. También constituye materia prima para la formación de múltiples hormonas, como las sexuales (progesterona, testosterona, estrógenos...) o las de la corteza suprarrenal (cortisol, aldosterona...).

Finalmente, es un componente esencial de la bilis (se calcula que forma parte de casi el 50% del peso en seco de la bilis). Esto es importante porque el jugo biliar es la vía principal de eliminación del colesterol, a través de las heces.

6. ¿Debo cambiar mi dieta?

Sí. Las grasas animales, especialmente de animales terrestres, aportan mucho colesterol al organismo. Embutidos, carnes rojas, huevos o grasas lácteas (mantequilla, nata, leche, queso) son los alimentos que más debemos evitar en caso de presentar niveles altos de colesterol.

Ten en cuenta que reducir el colesterol de la dieta no es suficiente, ya que el consumo de proteínas animales o el exceso de alimentación también pueden estimular la síntesis interna del colesterol.

7. ¿El estrés aumenta el nivel de colesterol?

Se dice que cuanto más trabaja el hígado, más colesterol produce. No es exactamente así, aunque el exceso de colesterol se relaciona con cierta disfunción del hígado.

Al ser el colesterol un precursor de la adrenalina (la sustancia del estrés) y de la serotonina (el neurotransmisor antidepresivo), el cuerpo lo necesita ante situaciones de estrés o trastornos emocionales, lo que explicaría el mayor riesgo de padecerlo de las personas sometidas a situaciones estresantes.

8. ¿Beber mucha agua reduce el colesterol?

A veces se cree que si una persona está deshidratada el organismo creará más colesterol para proteger a las células y evitar que pierdan agua, pero beber agua no parece tener ningún efecto sobre los niveles de colesterol. Sí actúa como un depurativo general, aunque más de los riñones que del hígado.

9. ¿Los medicamentos que reducen el colesterol alteran el estado de ánimo?

Se ha llegado a afirmar que hasta pueden conducir al suicidio pero, aunque esta información tiene un trasfondo científico, no es exacta. Por desgracia, el colesterol es un problema muy frecuente y muchísima gente toma fármacos para reducir el colesterol.

La reducción de colesterol ocasiona en ciertos casos que se reduzcan los niveles de serotonina plasmática, por lo que puede darse una mayor tendencia a la depresión.

En algunos estudios se han relacionado los niveles muy bajos de colesterol con el aumento de entre un 50% y un 80% de los casos de depresión y suicidio.

No está nada claro, por lo tanto, que sean los medicamentos los que desencadenen estos procesos, sino que parecen estar más relacionados con los niveles de colesterol en general.

10. ¿Qué es el síndrome metabólico?

En el síndrome metabólico existe un riesgo cardiovascular especialmente aumentado.

Se correlaciona con un exceso de insulina, lo cual a su vez ocasiona una elevación de los triglicéridos, del colesterol HDL, de la presión arterial y del nivel de grasas en la sangre después de las comidas.

Se asocia con la obesidad central, o sea, con el exceso de grasa localizada predominantemente en la zona abdominal. A la larga se produce una resistencia de los receptores de insulina que incita a producirla en mayor cantidad y a agravar aun más los riesgos.

Entre un 10% y un 30% de la población presenta resistencia a la insulina.

11. ¿Fumar sube el colesterol?

El tabaco actúa como un poderoso oxidante del colesterol y se sabe que el colesterol oxidado resulta mucho más agresivo para los vasos sanguíneos. El proceso de formación del oxicolesterol no puede ser modificado con fármacos, naturales o no.

12. ¿Se puede solucionar el problema con los fármacos?

Confiar demasiado en los medicamentos como solución al exceso de colesterol y optar por tomar mayores dosis de estatinas para no modificar la dieta es un error. Se dice que la salud es demasiado importante como para dejarla solo en manos de los médicos: la medicación con fármacos o suplementos puede reducir el colesterol plasmático pero si no se cambia la dieta poco beneficio se otorga al organismo.

13. ¿Cuando me baje el colesterol podré olvidarme del asunto?

Conseguir rebajar el colesterol hasta un nivel correcto no significa que ya se pueda volver a una dieta más rica en grasas. El exceso de colesterol es un problema crónico y las mejorías pasajeras no suelen influir en el pronóstico a largo plazo.

Libros para aprender cómo cuidar el colesterol

  • La ciencia de la salud; Valentín Fuster, Ed. Planeta
  • Colesterol, triglicéridos y su control; Ana María Lajusticia, Ed. Edaf
  • Controla tu colesterol; Juan Madrid, Ed. Espasa-Calpe