Las tecnologías digitales de comunicación dan forma a la vida cotidiana de muchas personas en todo el mundo. Ahora estamos creciendo con teléfonos inteligentes, consolas de juego, tabletas y ordenadores como algo natural.

Los dispositivos también pueden albergar peligros. Los niños tienen menos experiencia en la vida y menos conocimientos que los adultos y, por lo tanto, dependen de una buena educación tecnológica por parte de sus padres.

La importancia de la educación en medios

Es importante que los padres vigilen a sus hijos y pongan límites al consumo digital. Está demostrado que el consumo excesivo promueve la depresión y la obesidad en los niños, entre otros problemas.

Los medios digitales hacen que las personas pasen más tiempo a solas frente a la pantalla y en espacios interiores, sin moverse. Esto tiene consecuencias físicas y psicológicas: se resienten el desarrollo físico y la formación de las habilidades sociales.

Todo esto puede conducir a un círculo vicioso, las personas que se vuelven obesas suelen ser menos activas y más propensas a la depresión. Por el contrario, el ejercicio aumenta la liberación de hormonas de la felicidad.

Efectos sobre la inteligencia social y emocional

La inteligencia social y emocional puede sufrir debido a un consumo excesivo de medios digitales. En particular, la comunicación, que se limita a los mensajes de texto, carece de elementos importantes de la experiencia social cara a cara.

La inteligencia emocional se desarrolla y se forma principalmente a través de la experiencia social sin intermediarios tecnológicos. Cuando uno se comunica mediante mensajes de texto no se pueden ver los gestos y las expresiones faciales, aunque contengan emoticonos. Los matices en el tono de voz también transmiten mensajes que se pierden.

Por otra parte, la interacción en redes sociales tecnológicas lleva a un tipo de comunicación que a menudo no es empática, es fácil que se produzcan enfrentamientos y que se utilice un lenguaje agresivo o despreciativo.

Asimismo, los juegos y aplicaciones utilizan todos los recursos para atraer la atención, lo que favorece el comportamiento adictivo y que no se aprenda a distinguir lo útil o interesante de lo banal.

Cómo educar en el uso de tecnologías

La educación en medios es muy importante. Pero no solo es determinante la cantidad, sino también el contenido. Es importante establecer límites claros que brinden orientación a los niños. Una sugerencia es la regla "3-6-9-12", desarrollada por el psicólogo francés Serge Tisseron:

  • No usar pantallas en absoluto en menores de 3 años
  • No disponer de consola de juegos propia hasta los 6 años
  • No tener teléfono móvil hasta los 9 años
  • No usar ordenador sin control hasta los 12 años

El Centro Federal de Educación para la Salud alemán también agrega:

  • Los niños de entre 3 y 6 años deben pasar un máximo de 30 minutos de tiempo frente a la pantalla por día.
  • Los niños de entre 7 y 10 años deben pasar un máximo de 45 a 60 minutos de tiempo frente a la pantalla por día.

Los siguientes consejos también respaldarán tu educación mediática:

  • Infórmate de antemano sobre cada película o vídeo que deseen ver tus hijos. Lo mismo vale para cualquier cuenta de Youtube, Instagram o Tik Tok. Comprueban si son adecuados para su edad y valora la calidad.
  • Siempre que sea posible, acompaña a tus hijos mientras estén con una pantalla.
  • Habla con tu hijo sobre lo que ve. Descubre por qué le gusta verlo o escucharlo.
  • Compensa el atractivo de los medios digitales con actividades alternativas, como deporte, música, lectura, manualidades, experimentos o juegos de mesa.
  • Las excursiones juntos sin un teléfono móvil fortalecen los lazos familiares y la comprensión de la naturaleza.

Educación en internet y medios

Reconocer sitios confiables en internet también es parte de una buena educación digital. No es raro que los adultos encuentren esto difícil. Conviene adquirir la costumbre de cuestionar críticamente las fuentes, verificarlas y compararlas con información de otros sitios.

Los niños deben aprender cuánto revelan sobre sí mismos, especialmente en las redes sociales, y que el anonimato no significa que no haya reglas de conversación. Es necesario aprender a reconocer el ciberacoso y ser consciente de las consecuencias emocionales y legales de los comportamientos inapropiados.

Un modelo a seguir para los niños

El de los padres es decisivo para la formación de los niños. Si los propios padres nunca sueltan sus teléfonos móviles o permanecen enganchados a una pantalla en cuanto tienen oportunidad, el impacto sobre los hijos es indudable. Algunos expertos llegan a hablar de "huérfanos digitales".

No obstante, a pesar de todos los riesgos mencionados, no conviene rechazar absolutamente la tecnología digital pues obviamente nos pone al alcance de la mano una increíble cantidad de conocimiento y de posibilidades.

Existen muchos recursos educativos digitales y tutoriales que los niños pueden utilizar para mejorar su formación y cultivar sus intereses personales.