La adicción a los opioides (medicamentos y drogas) mata a miles de personas cada día y hace que la vida de muchas más resulte penosa. Las adicciones en general son un problema grave de salud pública. Alrededor de una cuarta parte de las personas a las que se les recetan opioides para tratar el dolor se vuelven adictas a ellos.

Frente a este panorama desolador, investigadores de la Universidad de Utah sostienen que la meditación de atención plena (mindfulness) es una forma comprobada y segura de romper el círculo de la adicción y, a la vez, de tratar el dolor.

La importancia de la atención plena

En el estudio los investigadores, dirigidos por el doctor Eric Garland, han probado un tipo de práctica de atención plena, que denominan MORE ("Mindfulness-oriented Recovery Enhancement"), en 135 pacientes que habían estado tomando opioides para tratar el dolor crónico.

Durante el estudio de dos meses, los participantes meditaron o participaron en un grupo de apoyo dirigido por un terapeuta. Su función cerebral se registró con electroencefalogramas (EEG) antes y después del estudio.

Los pacientes que meditaron fueron capaces de desengancharse de los fármacos y empezaron a experimentar más alegría con las cosas simples de la vida, desde el contacto con la naturaleza, al tiempo que pasaban con la familia y los amigos, además de menos dolor y más emociones positivas. Según los autores del estudio, la meditación consiguió mejorar la salud psicológica de los practicantes.

Por otra parte, en una revisión de estudios dirigida por Garland, se concluyó que la meditación o mindfulness, la sugestión terapéutica y la terapia psicológica cognitivo-conductual consiguen mejoras en el consumo de opioides. En cambio, las técnicas de relajación por sí solas no son eficaces.

Estas técnicas logran además reducir el dolor, tanto agudo como crónico. Por ello, Garland y sus colegas de investigación recomiendan que sean integradas en los protocolos de tratamiento del dolor.

Referencias científicas:

Eric L. Garland et al. Mind-Body Therapies for Opioid-Treated Pain. JAMA Internal Medicine.