El dolor de espalda afecta en uno u otro momento a casi todas las personas y es una de las causas más importantes de baja laboral. Existen muchas causas para el dolor de espalda, desde la tensión emocional a las malas posturas o el sedentarismo. Otra posible causa mucho menos conocida que contribuye al dolor puede ser la alteración de la microbiota intestinal.

Cuando la microbiota intestinal se altera pueden desarrollarse procesos inflamatorios que afloren en forma de dolor de espalda. La microbiota intestinal disfuncional (disbiosis) también puede provocar dolor de espalda a través de otros mecanismos.

Dolor de espalda y disbiosis

Un estudio australiano analizó la composición de la microbiota intestinal en un grupo de personas con sobrepeso. La mitad de los participantes no sufría molestias, pero la otra se había quejado de dolor de espalda en el mes anterior. Los hábitos alimentarios y los niveles de actividad física eran similares para todos los participantes.

Se encontró un mayor número de cepas bacterianas intestinales de las familias Adlercreutzia, Roseburia y Christensenella en los participantes con dolor de espalda, en comparación con los participantes sin dolor de espalda. Las bacterias Adlercreutzia en particular se hallaron mucho más frecuentemente en los pacientes con dolor, que en el grupo sin dolor. Además se observó que cuanto mayor era el índice de masa corporal de los afectados, con más frecuencia se presentaba la Adlercreutzia.

Bacterias intestinales: cuando provocan dolor y cuando son saludables

Por supuesto, la bacteria Adlercreutzia no es mala, pues se encuentra en la mayoría de persona. Solo una población excesiva parece producir un efecto desfavorable, proinflamatorio e intensificador del dolor. Sin embargo, en cantidades normales, las bacterias pueden tener un efecto muy positivo, como la descomposición de las isoflavonas de los productos de soja.

Cuando la bacteria Adlercreutzia se multiplica demasiado, los niveles de algunos aminoácidos en la sangre descienden, como la prolina y la alanina. Ambos son importantes para la salud de los huesos. Esta puede ser una de las razones del aumento de la tendencia al dolor de espalda entre los participantes del estudio.

Un recuento muy alto de Adlercreutzia también se asocia con niveles por encima de la media de adipsina y leptina. Ambas hormonas, que se producen en el tejido adiposo, pueden promover el dolor de espalda.

La flora intestinal influye en la intensidad del dolor

Estudios anteriores ya han demostrado que la flora intestinal, dependiendo de su composición, puede contribuir al dolor y los procesos inflamatorios. Esto puede explicarse por la existencia del denominado eje intestino-cerebro. Ambos órganos están permanentemente conectados entre sí por diferentes procesos.

Según estudios realizados con animales, la microbiota puede modificar el funcionamiento y al estructura de las regiones cerebrales relacionadas con la percepción del dolor, lo que podría ayudar a entencer la relación entre microbiota y dolor. Las personas con la microbiota alterada podrían ser más susceptibles al dolor crónico.

El síndrome del intestino permeable promueve el dolor

Por otra parte, un trastorno de la microbiota también puede atacar la barrera de mucosa intestinal, lo que perjudica su funcionalidad y puede conducir a un síndrome del intestino permeable más o menos pronunciado, que se relaciona con procesos inflamatorios crónicos y posiblemente también con el desarrollo de dolor.

Estos mecanismos a partir de un trastorno de la flora intestinal aparentemente inofensivo pueden causar enfermedades inflamatorias crónicas, como las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, la enfermedad celíaca o el cáncer de colon. También pueden estar relacionados con enfermedades que no se localizan directamente en el intestino, como el reumatismo (artritis), otras enfermedades autoinmunes o el dolor de espalda.

Tratamiento del dolor de espalda a través del cuidado de la microbiota

Si se corrige el trastorno de la microbiota intestinal, se pueden frenar los procesos inflamatorios y probablemente se alivie el dolor de espalda.

La microbiota es un sistema muy complejo que solo se puede modificar hasta cierto punto. Se desarrolla desde el momento del nacimiento en función de la alimentación y de otros factores ambientales. Pero se pueden tomar medidas para favorecer su salud. La principal de ellas es reducir el consumo de alimentos refinados, exceso de grasas y de proteínas de origen animal, y aumentar el consumo de fibra vegetal, especialmente de inulina (espárragos, ajos, cebollas, puerros, plátanos, etc.) Además, se pueden tomar alimentos probióticos (yogur, chucrut y kimchi sin pasteurizar, kombucha, etc.) y hacer ejercicio físico.

Referencia científica: