La miopía es el problema ocular más común de nuestros días, ya que el ojo tiene que esforzarse más para ver de cerca que de lejos. Hay ejercicios sencillos y hábitos que están en tu mano para mejorar tu salud ocular.

Para hacer en el trabajo

· No te acerques mucho al papel: deja unos 40 cm entre los ojos y la hoja cuando escribas o leas.

· Sitúa el ordenador por debajo de tus ojos: tiene que estar a la distancia del brazo (unos 50 cm) y el centro de pantalla, levemente por debajo de los ojos.

· Descansa de vez en cuando: relaja la vista cada 20 minutos, levanta la mirada, enfoca algo lejano, parpadea y vuelve a la tarea.

· Usa luz natural (si puedes): lo idóneo es usar luz natural, aunque también puedes elegir luces cercanas a la luz del día, con un índice de reproducción cromática (iRc) superior al 90% y una temperatura de color de más de 5000 °K.

· Mantén una buena postura: mantén la columna vertical y relajada, con los isquiones bien apoyados en la silla, evitando giros y torsiones.

· Relaja y descansa la vista: para y muévete cada hora. Mira a través de una ventana o a distancia y haz movimientos suaves de los ojos de derecha a izquierda, lejos-cerca y cierra unos segundos los párpados para relajar los ojos. También puedes aplicar la técnica del palmeo: tapa las cuencas de los ojos con las palmas ahuecadas, impidiendo la entrada de luz y, sin presionar los ojos, siente el calor de las manos en los párpados.

Entrenar la vista en casa

· Para enfocar mejor: a una distancia mínima de 3 m de un calendario de pared y sosteniendo un calendario de bolsillo en la mano que podamos ver nítido, realiza cambios de mirada lejos-cerca. Combina con la respiración, exhalando cada vez que mires lejos e inspirando al mirar de cerca. Haz 20 cambios y termina mirando de lejos.

· Musculatura ocular: siéntate con la espalda recta, las manos sobre las rodillas y la cabeza mirando al frente. Mantén la cabeza quieta, mueve los ojos para mirar hacia la derecha todo lo que se pueda. Permanece en esta posición unos 2 segundos y después desplaza los ojos lentamente hacia la izquierda, adonde miras por espacio de otros 2 segundos. Luego traza un círculo moviendo los ojos en un sentido y después en el otro, teniendo cuidado de no forzar para no provocar estrés visual.

· Mirada global: fija un punto lejano y empieza a andar hacia él, observando y siendo consciente de cómo los objetos laterales se ven en movimiento. La clave consiste en relajar la visión y relajarse uno mismo, cambiando el modo de mirada fija a uno que es global.