Los probióticos (preparados con bacterias beneficiosas) pueden tener un efecto positivo en muchas enfermedades, incluida el acné, una afección inflamatoria crónica de la piel que puede persistir desde unos meses hasta, en el peor de los casos, varias décadas.

El acné suele aparecer durante la pubertad y desaparece antes de los 25 años por causas que aún se desconocen. Su influencia sobre la vida de los afectados puede ser enorme, pues se ve afectada su imagen, y la medicina convencional no puede ofrecer una terapia satisfactoria.

Ciertas bacterias pueden favorecer el acné

Aunque no son la única causa, ciertas bacterias, como la Propionibacterium acnes, están involucradas en el desarrollo del acné o contribuyen a que se desencadene. En los casos más graves se usan antibióticos, que no pueden evitar las recaídas y pueden favorecer la aparición de bacterias cada vez más resistentes.

El Propionibacterium acnes forma parte de la flora normal de la piel. Por lo tanto, no es el causante directo del acné. Sin embargo, si hay acné, se puede observar una proporción excesivamente alta de esta bacteria en la microbiota cutánea.

Los probióticos son parte de la terapia contra el acné

Los probióticos, que suelen tomarse en forma de complementos alimenticios, también pueden estar presentes en cremas y suministran a la flora bacteriana de la piel bacterias beneficiosas para crear un equilibrio saludable, que previene el desarrollo excesivo de bacterias dañinas y reduce el riesgo de acné.

Una revisión publicada en la revista Dermatologic Therapy concluyó de que los probióticos podrían representar un componente terapéutico eficaz para el acné.

Los probióticos estimulan la inmunidad de la piel

Para su análisis, los investigadores del Hospital Rasoul Akram de Teherán examinaron todos los estudios publicados hasta la fecha sobre este tema, independientemente de si utilizaban probióticos en forma de cremas o suplementos dietéticos. Se llegó a la conclusión que los probióticos fortalecen las defensas naturales de la piel para que pueda defenderse mejor contra el acné.

Para los investigadores, resultó asombroso lo numerosos que eran los mecanismos de acción con los que las bacterias probióticas eran capaces de contrarrestar el acné:

  • Por un lado, los probióticos forman proteínas antibacterianas e inhibidores específicos (bacteriocinas) que tienen un efecto inhibidor del crecimiento de otras bacterias (como las propionibacterias).
  • Por otro lado, las bacterias probióticas reducen la hiperqueratosis común en el acné (cornificación en el conducto del sebo) al tener un efecto positivo sobre las células formadoras de queratinocitos.
  • Además, los probióticos inhiben las sustancias mensajeras inflamatorias, las citoquinas IL-8 y TNF-alfa, en las células epiteliales y los queratinocitos y, por lo tanto, alivian la inflamación de la piel, que es común en el acné.

Probióticos en la terapia holística del acné

Por lo tanto, los probióticos pueden ser una parte excelente de un enfoque holístico para el acné. Los probióticos también tienen un efecto beneficioso porque no solo contrarrestan los procesos inflamatorios, sino que también reducen el estrés oxidativo y regulan el nivel de azúcar en sangre y el contenido de grasa de la piel.

Tanto un nivel fluctuante de azúcar en la sangre como una producción excesiva de sebo en la piel se encuentran entre las características del acné y deben tenerse en cuenta durante la terapia.

Cómo usar los probióticos

Los probióticos se pueden tomar en forma de cápsula. Sin embargo, también están disponibles en forma líquida. Ambos se pueden combinar entre sí.

Hay que tener en cuenta que no solo la flora intestinal se ve influenciada positivamente con la ingesta de probióticos, sino toda la población de microorganismos (microbiota) que habita en el cuerpo, incluida la flora de la piel.

Referencias científicas: