Pocas manifestaciones de la naturaleza nos fascinan tanto como las plantas, entre otras razones, por la relación de complicidad que establecemos con ellas a través de los cuidados. Nosotros les prestamos atenciones y ellas nos reportan múltiples beneficios reparadores y estéticos. Esto, que quizá tú mismo has experimentado, es aún más evidente con las plantas medicinales y aromáticas, que crecen en nuestros paisajes o que cultivamos en jardines y viveros, nos regalan remedios que favorecen nuestra salud y bienestar, purificando los ambientes interiores o enriqueciendo la gastronomía.

Llenar el entorno de plantas medicinales es una idea excelente de la que se obtienen beneficios inmediatos para la salud física y mental. Solo se necesita disponer de un espacio adecuado, motivación para mantenerlo y buenos consejos para sacarle el máximo provecho.

Estas plantas exigirán algunos cuidados, pero por regla general menos que muchas de las plantas ornamentales que se cultivan en cualquier jardín, ya que son más resistentes y requieren menos agua y abonos. A cambio, brindarán recursos para abastecer el botiquín de remedios naturales, elementos aromáticos para enriquecer la cocina y fragancias para purificar el hogar.

La función de los viveros y jardines medicinales

Más que tratar de localizarlas en la naturaleza, lo cual supondría cometer desaguisados imperdonables, es preferible dirigirse a jardinerías y viveros para proveerse. De este modo, no solo se conserva el entorno natural, sino que además se tiene la posibilidad de escoger entre una gran variedad.

Otra opción es comprarlas en viveros que se dediquen de forma exclusiva o parcial al cultivo de plantas medicinales. Asimismo, también es aconsejable visitar algún jardín medicinal, donde tal vez no se venden las plantas, pero sí los productos que de ellas se elaboran.

La demanda de plantas medicinales ha crecido de forma exponencial en los últimos años, pero no solo procedente de jardinerías y floristerías convencionales, sino también de jardines botánicos de muy diversa índole que finalmente han comprendido la importancia que supone contar con un apartado de plantas medicinales bien surtido en sus instalaciones.

Como dato significativo mencionar que no son pocos los jardines botánicos de este tipo que surgen de la iniciativa de una sola persona o de un grupo reducido de aficionados a las plantas, que acuden a estos viveros para abastecerse y recibir valiosos consejos sobre cuidados, así como para conocer las nuevas gamas de plantas que pueden cultivar.

En muchos casos, también los organismos públicos (ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades...) han elegido plantas medicinales y aromáticas para revestir espacios que precisaban ser ajardinados. Así han creado pantallas verdes que actúan de purificadores naturales del ambiente urbano, aportando una fragancia poderosa y la belleza cromática de su floración cuando sea la época.

Muchos de estos viveros, abiertos al público en general, también juegan un importante papel a nivel pedagógico, porque como si de un jardín botánico medicinal se tratase, o siéndolo realmente, las personas pueden familiarizarse allí con estas plantas, experimentar fragancias y texturas y conocer de la mano de los expertos sus diferentes posibilidades medicinales, culinarias o cosméticas.

Las plantas medicinales más buscadas

Las hay muy conocidas, por el peso de la tradición; de moda, porque se habla de ellas en los medios de comunicación; novedosas, que empiezan a estar presentes en los herbolarios; las hay que destacan por su resistencia o por su belleza o que incluso crecen en nuestro entorno inmediato y nunca habíamos reparado en ellas. A continuación, te ofrecemos una breve selección de plantas medicinales que no deberían faltar de ningún vivero y que hemos agrupado en cuatro categorías:

  • Umbelíferas. Destacan porque sus flores están agrupadas en inflorescencias planas o umbelas y por su alto valor culinario. En este grupo destacan la alcaravea (Carum carvi), el eneldo (Anethum graveolens) y el cilantro (Coriandrum sativum). Otras especies son la biznaga, el perejil, el comino, el hinojo y el anís.
  • Aromáticas. Son muy fragantes, ricas en aceite esencial, resistentes y muy buscadas por los insectos polinizadores. Forman parte de este grupo el tomillo (Thymus vulgaris), la salvia romana (Salvia sclarea) y la mejorana (Origanum majorana). Otras recomendadas son el hisopo, la salvia, la perilla, el orégano, la menta, el poleo, la lavanda, la estevia, la albahaca y la ajedrea.
  • Silvestres y ruderales. Estas plantas crecen silvestres en campos, prados y al borde de los sembrados y caminos, pero también se pueden cultivar. En ese caso se puede optar por la perpetua (Helichrysum stoechas), la borraja (Borago officinalis) y la milenrama (Achillea millefolium). Otras plantas silvestres que pueden ser interesantes a la hora de tenerlas a mano son la verdolaga, la amapola, la bolsa de pastor, la malva, la ruda, agrimonia, la ortiga, el llantén y el gordolobo.
  • Plantas de jardín. Con frecuencia se emplean como plantas decorativas vistosas de jardinería, pero muchas veces también son tesoros medicinales. Claros ejemplos conocidos por la mayoría de las personas son la amapola de California (Eschscholzia californica), la equinácea (Echinacea purpurea), la caléndula (Calendula officinalis) y la hierbaluisa (Lippia triphylla). Otras plantas tan bellas como saludables son el aloe vera, el kalanchoe, la matricaria, la azucena, el gingko, la capuchina o los milamores.

Cómo crear un vivero medicinal en casa

Como ya hemos dicho al inicio, rodearse de plantas medicinales regala muchas ventajas, así que lo mejor es montarse un minivivero en casa. Sobre cómo hacerlo existe una amplia bibliografía al respecto y numerosos portales web que hablan de ello. Vale la pena dejarse aconsejar por especialistas. Por el momento, desde aquí te ofrecemos algunas ideas que puedes tener en cuanta.

Es cierto que se puede profundizar mucho sobre la materia, pero estos solo son los preceptos básicos que se deben tener en cuenta para iniciarse en el interesante mundo del cultivo doméstico de plantas medicinales y aromáticas. Es esencial:

  • Disponer de un espacio mínimamente amplio y soleado en el balcón, la terraza o el patio trasero, aunque nada será mejor que un jardín.
  • Elegir las plantas en función del espacio disponible y de los recursos que se deseen obtener.
  • Situar las plantas en función del tamaño y la altura que irán desarrollando, para evitar que se tapen entre sí privándose de la luz. Por ejemplo, las que se plantan de nuevo cada año es preferible colocarlas en los márgenes para poder trabajarlas con más comodidad.
  • Mezclar plantas medicinales, aromáticas y de huerto, pero respetando sus diferentes exigencias, cuando no se dispone de espacio.
  • Crear diferentes parcelas separadas con piedrecitas, donde ubicar las plantas perennes cuando sí se dispone de un espacio amplio, que bien pude ser un pequeño jardín.
  • Recurrir a cajas, neumáticos, macetas de barro o espirales para ubicar las plantas, así como probar a plantarlas en diferentes alturas, tiestos colgantes, sobre escalones o alféizares si el espacio disponible es mucho más limitado.
  • Observar que los tiestos mantengan cierto nivel de humedad, aunque, en general, el riego de estas plantas debe ser moderado.
  • Colocar un acolchado o mulching para tratar de mantener la humedad del sustrato el mayor tiempo posible. También se pueden estudiar y valorar otras alternativas ecológicas, como puede ser la hojarasca, las agujas de pino, la paja...
  • Informarse de todas y cada una de las posibles plagas que pueden llegar a afectar a las distintas plantas del cultivo, así como de las opciones más ecológicas para combatirlas.
  • Etiquetar cada planta es muy importante, porque solo cuando están bien identificadas con el nombre de la especie se pueden confusiones que acarreen problemas. Ya se sabe que es mejor prevenir que curar.

El universo de las plantas medicinales es amplio y crece a la zaga de los descubrimientos que en materia etnobotánica se realizan por todo el mundo, y es que los pueblos indígenas, ya sean de la Amazonia, los Andes, el Himalaya, el Kalahari o las selvas del África occidental, permiten incorporar nuevas especies con claros efectos curativos.

Pero a la hora de explotar estos recursos hay que ser muy respetuosos con las necesidades de estas poblaciones, porque está bien incluir estas plantas en el comercio global para que el mundo se beneficie, pero solo debería hacerse si no altera el entorno donde residen estas poblaciones, si se les ofrecen compensaciones justas por sus conocimientos y si se producen plantones en viveros locales de los que puedan beneficiarse. Se recoge lo que se siembra.

5 paraísos de las plantas medicinales en España que puedes visitar

Horticultura Dávila. Se encuentra en Puente de Villarente (León) y cultivan más de 20 especies de plantas medicinales con métodos ecológicos (cuentan con certificación desde hace 20 años) Se pueden encontrar mentas, melisa, romero, salvia, hierbaluisa, calénduls, lavanda, tomillo, orégano, romero, albahaca.

Ecoherbes. Este gran vivero de la L’Ampolla (Tarragona) ocupa 100.000 m2 y acoge más de 450 especies de plantas medicinales. La visita al vivero puede ser libre o guiada. Cuenta con certificación ecológica y preparan productos muy diversos que se venden en herbolarios y dietéticas.

La mano verde. En Cortelazor (Huelva) se puede visitar este vivero de 100 m2, que también cuenta con una huerta de 1 hectárea. Tiene alrededor de 50 especies plantadas y, además de visitas guiadas, organiza diferentes talleres de reproducción de plantas y de usos medicinales. Diferentes especies de tomillo, salvia, romero, equinácea, hierbaluisa, estevia, caléndula, milamores, orégano, boldo rastrero, hisopo.

Parc de les olors del Serrat. Santa Eulàlia de Ronçana (Barcelona) acoge este espacio que cuenta con un vivero en invernadero para la primera fase de germinación y un jardín con 100 especies, mayoritariamente propias del paisaje mediterráneo, y muchas de ellas perennes. Como novedad, están tratando de valorar 80 especies diferentes de tomillos ibéricos, y han incorporado la equinácea, la moringa...

Milhulloa. Ubicado en Palas de Rei (Lugo) este vivero cuenta con más de 25 especies de plantas. Las más solicitadas son la milenrama y la menta piperita, y la más novedosa, la saponaria. Estudiantes de todas las edades y aficionados a la botánica son el perfil más habitual del visitante de esta finca de 10 hectáreas.