Una investigación dirigida por científicos del Hospital de Mujeres Bringham, adherido a la Universidad de Harvard (Estados Unidos), evidencia que las hora en que comes puede afectar a tu salud mental, influyendo sobre los síntomas de depresión y ansiedad. El estudio refuerza la importancia de respetar horarios fijos en las ingestas y en las horas de dormirse y despertarse, para que se ajusten al ritmo circadiano natural del cuerpo, que viene determinado por factores internos y moduladores externos, como la luz del sol, la oscuridad o el horario laboral.

Comer por la noche aumenta la depresión y la ansiedad

Los investigadores probaron en dos grupos de participantes los efectos de comer por el día y por la noche, tal como hacen muchos trabajadores nocturnos, o solo por el día. Concluyeron que entre los miembros del primer grupo, que incluían ingestas nocturnas, los niveles de depresión eran un 26% mayores y los de ansiedad un 16%.

Las personas que solo comieron durante las horas diurnas no experimentaron ningún aumento en los síntomas de malestar anímico, lo que sugiere que el horario de las comidas puede influir en las posibilidades de sufrir un trastorno mental leve. Los resultados se publican en Proceedings of the National Academy of Sciences.

"Nuestros hallazgos proporcionan evidencia sobre el momento de la ingesta de alimentos como una estrategia novedosa para minimizar potencialmente la vulnerabilidad del estado de ánimo en personas que experimentan un desajuste circadiano, como las personas que trabajan por turnos, experimentan desfase horario o sufren trastornos del ritmo circadiano", dijo el coautor Frank A. J. L. Scheer, director del programa de cronobiología médica en el departamento de trastornos circadianos y del sueño en el Hospital de Mujeres Brigham.

“Se requieren más estudios en trabajadores por turnos y poblaciones clínicas para establecer firmemente si los cambios en el horario de las comidas pueden prevenir su mayor vulnerabilidad del estado de ánimo. Hasta entonces, nuestro estudio trae un nuevo 'jugador' a la mesa: el momento de la ingesta de alimentos es importante para nuestro estado de ánimo", añadió en la nota de prensa distribuida por el centro médico.

Un problema para los trabajadores por turnos

En España, el 14% de los trabajadores se organizan por turnos y son responsables de muchos servicios hospitalarios y otros servicios esenciales, además del trabajo en fábricas. Los empleados por turnos a menudo experimentan un desajuste entre su reloj circadiano central en el cerebro y los comportamientos diarios, como los ciclos de sueño/vigilia y ayuno/comida. Es importante destacar que tienen un riesgo de depresión y ansiedad entre un 25 y un 40 por ciento mayor.

“Los trabajadores por turnos, así como las personas que experimentan una interrupción circadiana, incluido el desfase horario, pueden beneficiarse de una intervención en el horario de las comidas”, dijo la coautora Sarah L. Chellappa, del Departamento de Medicina Nuclear de la Universidad de Colonia (Alemania).

“Nuestros hallazgos abren la puerta a una nueva estrategia de comportamiento circadiano en relación con sueño que también podría beneficiar a las personas que experimentan trastornos de salud mental. Nuestro estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia que encuentra que las estrategias que optimizan el sueño y el ajuste de los ritmos circadianos pueden ayudar a promover la salud mental", agregó.

¿Cómo se hizo el estudio?

Para realizar el estudio, Scheer, Chellappa y sus colegas reclutaron a 19 participantes (12 hombres y 7 mujeres) para un estudio controlado aleatorio. Los participantes se sometieron a un protocolo de desincronización forzada con poca luz durante cuatro "días" de 28 horas, de modo que para el cuarto "día" sus ciclos de comportamiento se invirtieron 12 horas, simulando el trabajo nocturno.

Los participantes fueron asignados al azar a uno de dos grupos de horario de comidas: el grupo de comidas diurnas y nocturnas, que comía de acuerdo con un ciclo de 28 horas (lo que resultó en comer tanto de día como de noche, lo cual es típico entre los trabajadores nocturnos), y el grupo de comidas solo durante el día en un ciclo de 24 horas.

Los investigadores evaluaron los niveles depresión y ansiedad cada hora, y encontraron que el horario de las comidas afectó significativamente al estado de ánimo de los participantes. En el cuarto día, los participantes del rupo de comidas diurnas y nocturnas habían aumentado los niveles de depresión y de ansiedad. Por el contrario, no hubo cambios en el estado de ánimo del grupo en que solo comieron durante el día. Los participantes con un mayor grado de desajuste circadiano experimentaron los niveles más altos de depresión y ansiedad.

Referencia científica: