Aumenta el número de estudios científicos que confirman que consumir demasiados alimentos altamente procesados (productos como salchichas, frituras, bollería, refrescos o helados) puede tener consecuencias más allá de la obesidad y el colesterol alto.

Un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine estimó que, al año, las muertes de alrededor de 57.000 brasileños entre 30 y 69 años son atribuibles al consumo de alimentos ultraprocesados. Eso equivale a más del 10% de las muertes prematuras anuales en Brasil en ese grupo de edad.

Los autores dicen que su estudio es el primero en estimar el impacto de los alimentos ultraprocesados en el riesgo de muerte prematura.

Evitar el consumo de ultraprocesados previene la muerte prematura

El estudio utilizó cálculos de un análisis anterior, que comparó el riesgo relativo de mortalidad de las personas que consumían grandes cantidades de alimentos procesados con aquellos que comían relativamente pocos.

Los autores aplicaron ese modelo a la población de Brasil y al consumo de alimentos ultraprocesados. A partir de ahí, estimaron la cantidad de muertes prematuras que podrían haberse evitado si las personas de entre 30 y 69 años hubieran comido menos de ese tipo de alimentos. Los investigadores se centraron en este grupo de edad porque la Organización Mundial de la Salud considera que la muerte por enfermedades no transmisibles es prematura a esas edades.

Los ultraprocesados se relacionan con enfermedad cardiaca, obesidad y cáncer entre otras enfermedades

Eduardo Nilson, investigador de nutrición de la Universidad de São Paulo y autor principal del estudio, dijo que "es muy probable que la enfermedad cardíaca se encuentre entre los principales factores" que contribuyen a estas muertes prematuras. La diabetes, el cáncer, la obesidad y la enfermedad renal crónica también pueden desempeñar un papel, dijo.

Los alimentos que son "ultraprocesados" contienen grasas refinadas, azúcares añadidos y aditivos. Se pueden identificar por su larga lista de ingredientes, muchos de los cuales normalmente no encontrarías en tu propia cocina. Suelen tener muy pocos ingredientes enteros y contienen saborizantes, colorantes u otros aditivos. Los fideos instantáneos, la pizza congelada y las galletas compradas en la tienda generalmente se encuentran dentro de esta categoría.

Los peores ultraprocesados: panes, pasteles, galletas, charcutería, hamburguesas, refrescos...

En Brasil, dijo Nilson, los alimentos ultraprocesados que más contribuyen a la ingesta diaria de calorías son los panes, pasteles y tartas producidos en masa; margarina; galletas saladas; galletas; productos cárnicos como jamón, perritos calientes y hamburguesas; pizza; y bebidas azucaradas.

Nilson y sus colaboradores estimaron que si todos los adultos de Brasil se aseguraran de que los alimentos ultraprocesados representaran menos del 23 % de sus calorías diarias, se podría reducir en 20.000 el número de muertes prematuras menos al año. La mayoría de los brasileños ya están por debajo de ese umbral, pero una cuarta parte de la población adulta del país obtiene hasta el 50% de sus calorías diarias de alimentos ultraprocesados, dijo Nilson.

El consumo de ultraprocesados aumenta en España

En España, se calcula que una de cada tres calorías consumidas procede de alimentos ultraprocesados. El consumo de estos productos no deja de aumentar en nuestro país: entre 1990 y 2010, la proporción de ultraprocesados en la cesta de la compra paso del 11% al 32%.

Muchos estudios anteriores han relacionado los alimentos ultraprocesados con otros resultados negativos para la salud, incluido un mayor riesgo de diabetes, deterioro cognitivo, enfermedades cardíacas y cáncer. Los ultraprocesados son un factor más que contribuye a la hipertensión, circunferencia de cintura más alta, sobrepeso y alteraciones en el pérfil de grasas sanguíneo.

La recomendación para ganar años de vida es tan sencilla como sustituir los ultraprocesados por alimentos enteros como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.

Referencias científicas: