Se ha demostrado que el consumo no moderado de bebidas alcohólicas se relaciona con múltiples problemas de salud: obesidad, hipertensión, aumento del nivel de triglicéridos, pancreatitis, cirrosis hepática, diferentes tipos de cáncer y daños cerebrales.

Sin embargo, es frecuente que la persona acostumbrada a tomar alcohol lo haga en cantidades superiores a las recomendadas, que son bastante pequeñas. Existen además muchas situaciones y estímulos que invitan a beber, mientras que los efectos nocivos del abuso suelen aparecer a medio o largo plazo.

Con décadas de estudios científicos a las espaldas, ¿qué balance de beneficios y contrapartidas presentan las bebidas alcohólicas? ¿Existe una línea que separe el uso del abuso? En este artículo respondemos a las principales dudas y mitos que existen respecto al consumo de alcohol.

1. ¿Qué cantidad de alcohol puede tomar una persona?

Aunque los efectos varían según la persona y cada órgano, 10 g de alcohol diarios para la mujer (250 ml de cerveza) y 20 g para el hombre (200 ml de vino) se consideran dosis prudentes, no perjudiciales para casi nadie.

2. ¿Cuánto alcohol contiene una bebida?

El contenido en alcohol de las bebidas se expresa en grados o porcentaje de volumen (% Vol). Para convertir estos valores en gramos basta con multiplicarlos por 0,8. El resultado da la cantidad de gramos de alcohol por cada 100 ml de bebida.

Así, por ejemplo, una copa de 100 ml de vino de 12° aporta 9,6 g de alcohol.

3. ¿Son más nocivas las bebidas destiladas?

El alcohol de las bebidas destiladas y el de las fermentadas es el mismo. La diferencia estriba en la cantidad, puesto que en las bebidas destiladas, como el coñac o el whisky, resulta muy superior.

Esta elevada graduación de las bebidas destiladas es la que, en la práctica, hace difícil que su consumo sea moderado.

4. ¿El alcohol engorda?

Las bebidas alcohólicas presentan un escaso o nulo contenido en nutrientes, están "vacías" de estas sustancias vitales.

Pero sí aportan una notable energía: 7 cal/g de alcohol. La cantidad es inferior a la de las grasas (9 cal/g) pero muy superior a la de los hidratos de carbono (4 cal/g).

5. ¿Las mujeres toleran peor el alcohol?

La respuesta al alcohol varía ampliamente de unas personas a otras, y también es diferente entre mujeres y hombres.

La diferencia principal se atribuye a que el hígado del hombre muestra, en general, una mayor capacidad para metabolizar el alcohol. De ahí que las dosis recomendadas de alcohol sean distintas para cada sexo.

6. ¿No perjudica si no sube a la cabeza?

Es un error creer que la señal de alarma de que el alcohol nos está afectando es que suba a la cabeza. Podemos no notar ningún efecto cerebral y que el hígado, el páncreas o el corazón estén padeciendo agresiones sin quejas aparentes.

Además, el cerebro tiene tendencia a habituarse a dosis crecientes de alcohol.

7. ¿Es preferible el vino a la cerveza?

Los efectos favorables asociados a un consumo moderado de alcohol son comunes a todas las bebidas alcohólicas, aunque cada una tiene sus particularidades. Recientes estudios señalan que, en cantidades moderadas, la cerveza protege de enfermedades cardiovasculares y es antioxidante.

8. ¿Es mejor beber el alcohol al comer?

Sí. Al mezclarse en el estómago con los demás ingredientes de la comida se ralentiza su absorción y pasa más progresivamente al torrente sanguíneo.

Además, tomarlo durante las comidas principales ayuda a moderar y regular su consumo.

9. ¿Quién no debe tomar alcohol?

Está contraindicado en los niños y en los adolescentes. Tampoco deben tomarlo las mujeres embarazadas ni las madres lactantes, como tampoco todas aquellas personas con algún problema de salud que contraindique su consumo. Aquí el médico tiene la última palabra.

10. ¿Se puede tomar más el fin de semana?

Creer que no tomar alcohol a lo largo de la semana aumenta la cantidad que se puede tomar durante el fin de semana es una creencia falsa que en la práctica conduce a consumos de riesgo.

Es fundamental recordar que para que el consumo de alcohol sea saludable conviene no excederse de una cantidad moderada cada día.

¿Cuáles son los beneficios del alcohol?

Los potenciales beneficios de un consumo moderado de vino se popularizaron en los años ochenta con la llamada "paradoja francesa": en Francia, con un consumo de grasas saturadas similar al de Estados Unidos (por su afición a los quesos grasos, los croissants y la carne de bovino... ) se observan unos índices de enfermedad coronaria mucho más bajos.

Entre los muchos factores candidatos para explicar esta diferencia se encuentra el consumo de vino.Investigaciones posteriores confirmaron que, en efecto, el consumo de vino protege el corazón y las arterias. Sin embargo, la dosis es clave en la obtención de beneficios del consumo de alocohol que son comunes a los de otras bebidas alcohólicas:

  • ejerce una potente acción anticoagulante y antiinflamatoria;
  • es capaz de incrementar en un 12% los niveles de colesterol HDL, el colesterol "bueno";
  • tomado con moderación es un vasodilatador que puede ayudar a controlar la tensión arterial;
  • refuerza la eficacia de la insulina para regular el nivel de glucosa en la sangre;
  • y contiene sustancias antioxidantes, aunque no está claro si tienen una influencia relevante en la prevención cardiovascular.

Así pues, la dosis de alcohol consumida, que debe ser mucho más baja de lo que usualmente es, es lo que cambia la cara amable del alcohol.