El quesoes uno de esos productos que surgen de la colaboración entre el quehacer de la naturaleza y la observación y la inteligencia humanas.
Su origen se sitúa en el sudoeste asiático hace aproximadamente unos 8.000 años. Y a lo largo de todo este tiempo las distintas civilizaciones nos han ido dejando testimonios de su armónica relación con él.
Así, se conoce que tanto los fenicios como los griegos se caracterizaron por ser grandes comedores de queso, siendo elevado, por estos últimos, a la categoría de lo mitológico.
A los romanos se les atribuyen importantes mejoras tecnológicas, dejándonos también su impronta en el lenguaje: caseus, nombre latino del queso, constituye la raíz de la denominación actual en castellano. Pero, ¿es bueno comer queso a diario?
beneficios del queso
¿Qué poderosas razones pueden explicar que este alimento tras ochenta siglos de existencia siga figurando entre los manjares más apreciados de las mesas de muchas culturas y se hayan llegado a elaborar unas 2.000 variedades de queso?¿Qué poderosas razones pueden explicar que este alimento tras ochenta siglos de existencia siga figurando entre los manjares más apreciados de las mesas de muchas culturas y se hayan llegado a elaborar unas 2.000 variedades de queso?
En este vídeo encontrarás una receta de queso de anacardos, una alternativa vegana al queso de untar lácteo:
La respuesta parece sustentarse en un triple eje: su fácil conservación, su agradable paladar y su gran poder nutritivo.
En relación a este último aspecto hay que señalar que los nutrientes más importantes que aporta el queso son las proteínas y el calcio.
Se trata de proteínas de alto valor biológico, con un contenido de aminoácidos muy favorable para garantizar la cobertura de nuestras necesidades, presentando además una buena digestibilidad.
Por lo que al calciose refiere, es sin duda el principal micronutriente del queso, llegando algunos quesos a concentrar alrededor de ocho veces la cantidad de calcio presente en la leche.
Pero, además, se trata de un calcio con una elevada disponibilidad, absorbiéndose mejor que el calcio contenido en los alimentos de origen vegetal e igual o incluso con mayor eficacia que el presente en las sales de calcio utilizadas como suplemento.
¿Es bueno comer queso todos los días?
A pesar de sus bondades, el contenido nutricional del queso presenta también sus sombras. Así, su contenido energético, en grasas, colesterol y sodio (debido a la sal) son los factores nutricionales que limitan su consumo.
En este sentido, tanto el número de calorías como el contenido de colesterol dependen en gran parte de la presencia de grasas que, a su vez, varía mucho según el tipo de queso, siendo relativamente bajo en el caso de los quesos frescos y alcanzando cerca del 30% en muchos quesos curados.
Pero el problema de las grasas del queso no es únicamente su cantidad, sino que las de los alimentos lácteos, sea cual sea su presentación, tienen un elevado índice de saturación.
Encontramos en ellas casi el doble de grasas saturadas que insaturadas, siendo grasas con un peor perfil nutricional que las que se encuentran en los diferentes tipos de carnes.
De una manera general, estos números menos favorables del queso deben tomarse como una invitación a la prudencia en su consumo. Así, la pregunta no sería si podemos comer queso cada día, sino más bien cuánta cantidad de este alimento tomamos al día. El refranero nos sirve una vez más una excelente ración de sentido común, cuando nos dice aquello de que "cada día queso y al año un queso". El refranero nos sirve una vez más una excelente ración de sentido común, cuando nos dice aquello de que "cada día queso y al año un queso".
- Una ración diaria de 50 g de queso madurado o 125 de queso fresco proporciona una cantidad considerable de proteínas y contribuye a satisfacer las necesidades de calcio. Es una excelente fuente de cinc, vitaminas A, B2, B12 y algunos de ácido fólico.
El queso no es, en efecto, un alimento de plato hondo, sino un manjar que puede contribuir a nuestro equilibrio nutricional y nuestra salud consumido con moderación.
quiénes no deberían comer queso cada día
La utilización de la sal es de gran importancia en la elaboración de la inmensa mayoría de quesos y si bien su contenido final va a depender de la elaboración propia de cada uno es, en general, elevado.
Junto con el pan son los dos alimentos básicos con más sal (sodio). Debe tenerse en cuenta especialmente pensando en la prevención de la hipertensión arterial.
En casos de sobrepeso y/u obesidad (los maduros son muy energéticos), niveles de colesterol elevados y en personas con hipertensión sensibles a la sal puede estar indicado un consumo bajo o nulo de quesos curados, si bien los quesos frescos pueden gozar de mayor permisividad.
En caso de intolerancia a la lactosa, hay que tener en cuenta que el contenido de los quesos en lactosa es muy pequeño, o nulo, lo que los convierte en una importante fuente de calcio para aquellas personas que no toleran este azúcar presente en la leche y algunos de sus productos derivados.
¿Es bueno el queso a todas las edades?
La presencia habitual de una ración de queso en la dieta de personas que gocen de buena salud puede considerarse una medida correcta en las distintas etapas del ciclo vital.
Así en periodos en los que haya crecimiento (infancia, adolescencia, embarazo), o durante la lactancia, puede proporcionar cantidades de calcio muy valiosas.
Queso: valor nutricional
- Grasas. En las etiquetas el contenido en grasa se expresa en relación al extracto seco (ES) y no al peso total. El camembert y un queso fresco pueden tener un 45% de materia grasa en su ES, pero su contenido real es de 21 y 9% respectivamente.
- Calcio: La cantidad de calcio que aporta la cantidad diara recomendada de queso va a depender del tipo de queso.Así, por ejemplo 50 g de queso emmental aportan 500 mg de calcio, alrededor del 60% del calcio de lo que se recomienda a la población adulta (800 mg/día).Pero hay quesos, como el manchego curado y el parmesano que tienen todavía más calcio.
- Proteínas: La cantidad varía de los 10-15 g con los quesos frescos a los 30-35 g de los de pasta prensada (menos agua). Una ración de queso puede proporcionar unos 15 g de proteínas, es decir, entre el 20 y el 30% de las recomendaciones diarias de proteínas de un adulto.
- Otros nutrientes. Los quesos con menos contenido en agua son las más nutritivos. Así, el parmesano, que sólo tiene un 30% de agua, es el más rico en calcio, fósforo, magnesio y hierro. El roquefort es el que tiene más sal y el gouda el más rico en colesterol. El camembert es el más graso, pero también el que aporta más vitamina B12.
¿Los vegetarianos compensan la ausencia de carne con el queso?
En algunos casos sí es posible, pero sin duda, no es nada recomendable.
Ya hemos señalado que las grasas del queso presentan una relación saturadas/insaturadas peor que la de la carne.
Además, mucho queso en la dieta puede conducir a una ingesta excesiva de colesterol y sodio.