Los sustitutos vegetales de los ingredientes de origen animal nos permiten seguir consumiendo recetas similares a lo que estamos acostumbrados cuando empezamos a dejar la carne, los lácteos, los huevos o la miel. Si uno se da tiempo para ir haciendo estas sustituciones gradualmente, el camino resulta mucho más sencillo. 

 

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1. En lugar de carne

Seitán

El seitán a base de gluten de trigo es la alternativa más conocida y se puede preparar de manera muy similar a la carne. Incluso su consistencia y aspecto son parecidos y aporta 25 g de proteínas por cada 100 g de peso.

Se puede preparar de las mismas maneras que la carne, aunque necesitan menos tiempo de cocción. 

Otras opciones de carne vegetal pero sin gluten son el tempeh y la soja texturizada, que se usa como la carne picadada. Todas las alternativas vegetales son ricas en proteínas, pero no aportan la grasa saturada de la carne.

Tofu

Otra alternativa son las legumbres y sus derivados, entre ellos el tofu. También tienes salchichas y todo tipo de elaboraciones similares a la charcutería a base de legumbres y cereales.

El huevo revuelto en versión vegana se puede preparar con un tofu suave, o cúrcuma y sal negra kala namak. Esta versión vegetal aporta proteínas y minerales como hierro y calcio.

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2. En lugar de lácteos de origen animal

Las leches vegetales ofrecen un aspecto y un uso similares. La leche de soja es la más rica en proteínas, pero para elaborar recetas de repostería o salsas se pueden elegir otras leches vegetales, como las de avena o de arroz, de sabor suave, o las de almendras, sésamo y cáñamo, ricas en ácidos grasos y calcio.

Un vaso de leche de soja aporta 8 g de proteínas y 95 calorías. Búscala sin aditivos ni azúcares añadidos.

Con estas leches se elaboran "natas" para cocinar y deliciosos quesos veganos, que se pueden elaborar con anacardos o almendras, cuajándolo con limón o rejuvelac (agua de fermentación). Incluso se puede hacer queso rallado con estos ingredientes y su valor nutricional es elevado.sí como

El queso rallado sobre los platos de pasta se puede reemplazar por levadura de cerveza, muy rica en vitaminas del grupo B.

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3. En lugar de huevos

Cada preparación a base de huevo puede ser imitada. Por ejemplo:

  • Un revuelto se puede hacer con tofu desmigado, aceite y cúrcuma.
  • El huevo batido puede sustituirse por una mezcla de harina (de trigo, soja o garbanzo) y agua.
  • También se obtiene una preparación alternativa mezclando dos cucharadas de semillas de lino molidas junto con tres cucharadas de agua y calentando hasta que espese.
  • En repostería los huevos se pueden sustituir por plátanos u otras frutas hechas puré o batidas.
  • Para algunos usos pueden ser útiles los patés de frutos secos.

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4. En lugar de miel

La miel es un producto obtenido de la explotación de un animal y no puede formar parte de la dieta vegana estricta. Puede reemplazarse por sirope de agave o arce, melaza de manzana o arroz, o azúcar integral de caña.

Yuba

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5. En lugar de pescado

El pescado también tiene una alternativa vegetal: la yuba, que se elabora con la lámina densa que flota sobre la leche de soja al cocinarla. Esta especie de piel, muy rica en proteínas, se rellena con harina de maíz y algas como la nori o el cochayuyo, y luego se fríe.

Los monjes budistas chinos fueron los primeros en usarla como alternativa al pescado y la carne.

Sustituir la carne por alternativas vegetales paso a paso

Quien sigue una dieta vegana no come ingredientes de origen animal: ni carne ni pescado ni productos lácteos ni huevos. Hay veganos que renuncian también a la miel.

Hacerse vegano de un día para otro puede resultar estresante. Es mejor acostumbrarse poco a poco y concederse un periodo de prueba antes de declararse "vegano para siempre". Una opción es seguir la dieta vegana temporalmente como método depurativo. Por ejemplo, durante una semana o dos en primavera y otoño.

El cambio es sencillo si se encuentran sustitutos vegetales a los ingredientes de origen animal, de manera que se puedan continuar consumiendo unas recetas similares. Hay que darse tiempo para hacer estos cambios.

Conviene enriquecer la dieta con mayor presencia de legumbres, frutos secos y semillas, así como aprender a preparar nuevos platos nutritivos.