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1. La avena puede con el frío

Los escoceses y otros pueblos nórdicos que debían enfrentarse a muchos meses de frío encontraron en la avena uno de sus alimento predilectos.

El equilibrio entre las proporciones de carbohidratos de absorción lenta, fibra y proteína es una de las características de la avena, que ofrece calorías llenas de nutrientes, entre ellos minerales y vitaminas del grupo B.

Gachas con nueces y plátano

Ingredientes (para 1 ración):

  • 250 ml de leche vegetal preferida
  • 4 cucharadas de copos de avena
  • 4 nueces
  • 1/2 plátano

Preparación:

  1. Calienta una leche vegetal.
  2. Cuando esté a punto de hervir añade los copos de avena.
  3. Cocínala 10 minutos.
  4. Añade nueces troceadas y plátano en rodajas.

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2. La medicina china aconseja el mango

Según la dietética oriental, el mango es un alimento que aumenta el calor interior, sobre todo si no está muy maduro.

La pulpa anaranjada revela la abundancia de betacaroteno, el pigmento antioxidante que se transforma en vitamina A (una pieza cubre el 75% de las necesidades diarias).

El mango puede añadirse a los salteados con verduras, pasta o arroz para darles un toque exótico y original. Recuerda que el mango no se conserva bien en la nevera.

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3. El aceite de coco "arde" dentro de ti

El aceite de coco es rico en ácidos grasos de cadena media que son fácilmente transformados por el cuerpo en energía y sirven para mantener o incrementar la temperatura corporal.

La grasa abdominal, la más peligrosa para la salud cardiovascular, es la que más se reduce como consecuencia de esta acción termogénica de los ácidos grasos de cadena media que componen el aceite de coco.

Un estudio realizado en la Universidad Sains Malaysia mostró que tomar 30 g de aceite de coco al día puede reducir la cintura una media de 2,86 cm en los hombres. Los ácidos grasos del coco estimulan la sensación de saciedad. Como consecuencia, si se incluye este alimento en la dieta, se reduce la ingesta de calorías a lo largo del día. Es, por tanto, una grasa adecuada en los regímenes de adelgazamiento.

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4. Enciende el fuego con chile

El chile o pimiento rojo picante debe su poder calorífico –obvio al entrar en contacto con tu lengua– a la capsaicina.

La capsaicina posee propiedades anticancerígenas, según una investigación de la Universidad de Nottingham (Reino Unido). También es antioxidante y analgésica.

Se utiliza en cremas y parches para tratar el dolor en la espalda y otras afecciones.

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5. Halla la fuerza en las alubias

Prepárate una sopa con alubias negras, comino y chile y cambiarás la sensación de frío por una energía capaz de hacer frente a cualquier circunstancia.

Contienen hierro y cobre en abundancia, minerales que respectivamente fortalecen los músculos y la inmunidad, haciéndote más resistente a gripes y resfriados. También destaca el contenido en magnesio y fósforo.

Un plato de 200 g de alubias te proporciona unos 18 g de proteína y una cantidad similar de fibra. Es uno de los alimentos más ricos en antioxidantes.

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6. El jengibre te da calor y te protege

El jengibre es termogénico (eleva la temperatura corporal), estimula el metabolismo y favorece la circulación sanguínea.

Una infusión de jengibre fresco posee propiedades antivíricas muy indicadas para prevenir y tratar los resfriados y las gripes. Para aumentar su poder puedes añadir unas gotas de limón.

Los deportistas tienen un gran aliado en el jengibre pues es capaz de reducir las molestias musculares debidas al esfuerzo.

En la cocina, se puede usar fresco, en polvo o confitado. Puedes utilizarlo, por ejemplo, para aromatizar el aceite de oliva, antes de usarlo en cualquier plato. Combina bien con canela, clavo, pimienta o nuez moscada.