Queridas Mentes Insanas,
Voy a hacer 5 propuestas inconvenientes e insanas para apoyar el feminismo porque, más allá de salir a la calle a celebrar el 8M, hay otras cosas. Estás son mis propuestas para no dormirnos en los laureles:
1. No competir con otras mujeres
- Nunca, nunca, nunca. Nunca. Nunca. Si nos proponemos no competir nunca, lograremos no competir a veces. No competir en terreno laboral, ni sentimental, no competir por tener la atención, especialmente por tener la atención de los hombres. No competir
- Las mujeres son nuestras compañeras en el mejor de los casos y, en el peor, no son nada. Pero nunca, nunca nunca nuestras enemigas ni competidoras.
- Con ello no quiero decir que tengamos que ser las comeflores del feminismo y aceptar con una sonrisa todas las violencias que recibamos de otras mujeres. No. Todas estamos construidas en la competición entre mujeres y no acabaremos con ello de manera individual. Pero entre no competir y no cuidarse hay una espacio enorme y transformador que podemos recorrer durante este año post 8M que ahora empieza.
2. Formarse en feminismo
- Llegar al feminismo está muy bien, y todas llegamos un día al feminismo. Pero una vez allí hay que hacerse cargo de que llevamos muchos siglos de historia, de organización de prácticas, discursos, pensamientos, experiencias.
- Especialmente para las compañeras en espacios de representación, rollo twitstars y cosas así, por favor, hermanas, formarse, que el feminismo no es solo una identidad, una camiseta que te pones y chas, sino el esfuerzo conjunto de muchas mujeres que vinieron antes y que merecen que nos hagamos cargo de sus discursos al menos para conocerlo y poderlos debatir con conocimiento de causa.
- Y cuando alguien nos señale un error, todo bien: al rincón de pensar un rato, al rincón de reconocer otro rato, y al rincón de reparar un ratito más.
3. Formarse en feminismo en canales no oficiales
- Dicho esto, formarse en espacios informales, porque el feminismo no son solo los libros y quienes los escriben. Ese es un canal, pero hay infinidad de prácticas y pensamientos feministas que no están recogidos en ese formato.
- El feminismo de base, del día a día, de la trinchera. Escuchar a las compañeras y aprender con y de ellas es una gran escuela feminista.
4. Formarse en el feminismo que no está en el centro de los estudios feministas
- Y, dicho esto, estar atenta a que feminismos hay muchos, y hay algunos con mucha representación y otros con mucha menos y que perdemos de vista constantemente.
- Dejarse de tanto feminismo heterosexual y blanco y cisgénero y pegarse una buena panzada de Audre Lorde, Gloria Anzandúa, Chandra Tapalde Mohanty y Sandy Stone por citar a algunas feministas gafotas.
5. Prescindir durante un rato de los hombres
- Y ya, para acabar, diosas, ser capaces de tener tres conversaciones seguidas sin hablar de los hombres, por favor. Que el tema del liderazgo masculino es tan enorme que parece que no podemos ni escribir una frase feminista sin asustarnos de marginar a los hombres.
- No pasa nada, hermanas, y no pasa nada, hermanos. Lo más interesante de pensar un ratito sin ellos es darnos cuenta de cuánto nos cuesta hacerlo, qué culpables nos sentimos y cómo nos saltan todas las alarmas.
¡Feliz semana, Mentes!