Vivimos rodeados de plástico. La producción mundial ha alcanzando un volumen de 368 millones de toneladas por año. Todos los objetos de plástico se va desintegrando poco a poco y convirtiéndose en microplásticos invisibles que contaminan el medio ambiente o pueden penetrar en el cuerpo humano.
Los riesgos de los microplásticos para la salud del cerebro
Se han encontrado microplásticos en la sal, en el agua del grifo y en la envasada, en los cosméticos, en las frutas y hortalizas, en el marisco y en los pescados. Cuando esos microplásticos entran en el cuerpo pueden acabar en el cerebro, donde provocarían inflamación.
1. Pueden promover enfermedades neurológicas
Un estudio realizado en la Universidad Nacional Kyungpook (Corea del Sur) con ratones de laboratorio ha probado que los microplásticos ingeridos junto con agua por la boca pueden atravesar la barrera hematoencefálica y acabar entre las neuronas cerebrales.
Los investigadores tiñeron las micropartículas con sustancias fluorescentes para seguir su trayectoria mediante escáneres. A los pocos días comprobaron que las partículas de dos micrómetros y más pequeñas comenzaban a acumularse en el cerebro de los pequeños mamíferos, más precisamente en las células microgliales o células de Hortega
Estas células forman el sistema inmunitario del sistema nervioso central y su función es destruir virus, microorganismos y células precancerígenas que puedan dañar el cerebro. En el resto del cuerpo, los glóbulos blancos se encargan de esta tarea. Sin embargo, estos no atraviesan la barrera hematoencefálica.
La alteración de las células microgliales puede promover y agravar enfermedades neurológicas como el alzhéimer, el parkinson o la esclerosis múltiple.
Para investigar más de cerca cuál es efecto de los microplásticos sobre las células microgliales, los investigadores realizaron cultivos celulares.
Observaron que las células cambiaban, que crecían más lentamente, se dividían menos y producían marcadores de inflamación, las llamadas citocinas. También se produjo muerte celular. Todo esto sugiere que los microplásticos dañan el cerebro.
2. Aumentan el riesgo de enfermedades vasculares
Lo que sucede cuando las partículas de plástico entran en los seres vivos es poco conocido. El estudio de la Nacional Kyungpook es un gran avance, como otra investigación realizada por especialistas cardiovasculares, biólogos celulares y químicos de la Universidad de Marburgo (Alemania), publicada recientemente en PLoSOne.
El equipo alemán llegó a la conclusión de que los microplásticos son un nuevo factor de riesgo para las enfermedades vasculares. Primero llevó a cabo experimentos en cultivos celulares con micropartículas de poliestireno, uno de los cuatro materiales plásticos más comunes, y se comprobó que las células de la pared de los vasos sanguíneos desarrollaron más receptores para unirse a las células inmunes.
El resultado fue que las células inmunitarias, que normalmente "nadan" por separado en la sangre, se adhirieron en grandes cantidades a las paredes de los vasos.
Las células inmunitarias, a su vez, respondieron al contacto con los microplásticos liberando proteínas inflamatorias.
3. Incrementan la inflamación arterial
Los investigadores encontraron algo más: si se inyectan partículas de plástico en el torrente sanguíneo de ratones, el material se acumula en el hígado de los animales, que luego se inflama de forma aguda.
La pared de la aorta, una arteria principal, también muestra un aumento de los niveles de inflamación.
Cómo evitar los microplásticos
Los microplásticos no se pueden evitar completamente porque se encuentran en la comida, en el agua potable e incluso en el aire. Pero se puede reducir la exposición tomando algunas medidas, como no consumir cosméticos que puedan contenerlos, como los productos exfoliantes. Una manera de evitarlos en estos productos es apostar por la cosmética natural certificada.
También se puede evitar la generación de microplásticos reduciendo el consumo de todo tipo de objetos de plástico, sobre todo envases alimentarios. También genera microplásticos la ropa de fibras sintéticas.