Las cicatrices son el resultado del proceso natural de recuperación de la piel tras una lesión. Forman parte de la historia de nuestra vida, pero si no las cuidamos bien, puede que no te guste su aspecto en tu piel.

Si quieres atenuar una cicatriz, el aceite de rosa mosqueta es una de las opciones más naturales y qué mejor funcionan.

Cicatrices: qué son y qué tipos hay

Las cicatrices se forman cuando nuestra piel se repara después de una lesión (ya sea un corte, una quemadura, el acné, una operación…). Se forman para reemplazar la piel perdida o dañada.

No hay dos cicatrices iguales. Pueden variar mucho en función de diversos factores, como el tipo de piel, la zona del cuerpo, el tipo de lesión que la causó… Pueden ser planas, elevadas, hundidas y variar de color, desde pálido hasta más violáceo:

  • Las cicatrices queloides son aquellas en la que hay un tejido cicatricial grueso e irregular que se extiende más allá del sitio concreto de la herida. A menudo, la piel de este tipo de cicatrices es más oscura.
  • Las cicatrices hipertróficas son elevadas y firmes, pero no crecen más allá de la herida original. Su color, en un primer momento, es más rojizo que el resto de piel, pero va atenuándose y aplanándose con el tiempo.
  • Las cicatrices de contractura son las que aparecen cuando se ha perdido una gran cantidad de piel, por ejemplo, después de una quemadura. Tensan la piel, con lo que pueden afectar al movimiento.
  • Las cicatrices atróficas pueden dejar un surco en la piel y son las que se observan, por ejemplo, como consecuencia del acné o la varicela.

Con el tiempo, las cicatrices se van atenuando y, aunque no se pueden eliminar por completo, los cuidados que se les aplican tienen una gran influencia en su aspecto final. En este sentido, las cremas y las tiritas cicatrizantes son una opción, pero existen opciones naturales muy efectivas para regenerar la piel. En este sentido, el aceite de rosa mosqueta puede ser de gran ayuda. También existen tratamientos dermatológicos para acabar con las cicatrices, pero algunos pueden ser mucho más agresivos, como la dermoabrasión, la exfoliación química, las inyecciones de colágeno o las inyecciones de cortisona, entre otras.

Propiedades del aceite de rosa mosqueta para la piel

El aceite de rosa mosqueta es uno de los productos más apreciados para el cuidado de la piel. Se extrae de las semillas de un rosal silvestre que se cultiva principalmente en Chile (Rosa rubiginosa).

Es un aceite rojizo translúcido rico en ácidos grasos esenciales, como el ácido linoleico, y antioxidantes, como las vitaminas A, C y E. Se utiliza para hidratar, nutrir y mejorar la textura de la piel y es especialmente valorada por su poder para reducir los signos del envejecimiento y atenuar las cicatrices.

De hecho, sus beneficios para la regeneración de la piel se conocen desde hace tiempo y tiene una larga historia de uso para la cicatrización de heridas y la reducción de las cicatrices. Actualmente diversos estudios científicos aseguran que el aceite de rosa mosqueta promueve la cicatrización de y mejora el color y la inflamación de las cicatrices.

El aceite de rosa mosqueta es particularmente útil para las cicatrices del acné y para las reducir el enrojecimiento y mejorar la apariencia de las cicatrices quirúrgicas.

Cómo aplicar el aceite de rosa mosqueta en una cicatriz

En las cicatrices, el aceite de rosa mosqueta se aplica de forma tópica. Antes de aplicarlo conviene hacer una pequeña prueba en la piel (lo que se conoce como prueba de parche) para comprobar que no haya sensibilidad o una reacción alérgica.

Debes tener en cuenta que el aceite de rosa mosqueta es más eficaz en las cicatrices recientes, aunque con la herida ya cerrada.

En el mercado puedes encontrar muchos productos que contienen rosa mosqueta, pero lo mejor es optar un aceite de rosa mosqueta puro y de calidad, idealmente de agricultura biológica.

Sigue estos pasos para aplicar el aceite de rosa mosqueta en una cicatriz:

  • Aplica unas gotas directamente en la cicatriz (la cantidad variará en función de su tamaño).
  • Masajea suavemente la zona, para ayudar a que penetre en el tejido.
  • Aplícalo dos veces al día, por la mañana y por la noche, al menos durante seis semanas.

Es recomendable que el aceite esté en un frasco de color oscuro perfectamente cerrado y resguardado de la luz y el calor. Lo más indicado es conservarlo en la nevera.