Usar desodorante es imprescindible, sobre todo en verano pero las noticias sobre los posibles efectos perjudiciales de algunos ingredientes hacen que debamos ir con cuidado al elegir uno.

Qué ingredientes de los desodorantes convencionales evitar

Las sales de aluminio que tapan los poros de la piel y reducen la sudoración pueden resultar irritantes para algunas personas. También es irritante el propilenglicol, otro ingrediente habitual.

En el perfume se pueden esconder ftalatos, que son disruptores endocrinos, como lo son los parabenos -como el etilparabén y el metilparabén- que se usan como conservantes en algunos productos. Y algunos desodorantes contienen triclosán, un antibiótico innecesario que puede favorecer la aparición de bacterias resistentes a los medicamentos.

Qué llevan los desodorantes con ingredientes naturales

En lugar de sales de aluminio, los desodorantes naturales contienen compuestos absorbentes como el bicarbonato de sodio, el arrurruz o el almidón de maíz.

Además contienen ingredientes con propiedades desinfectantes y antibacterianas, como el aceite de coco, el extracto de té verde o losaceites esenciales de árbol de té, de lavanda de sándalo o de bergamota, que además proporcionan un aroma agradable.

No obstante, algunos compuestos aromáticos vegetales, como el limoneno, pueden ser también irritantes. Para las personas con piel muy sensible que han tenido problemas en las axilas, la mejor opción son los desodorantes naturales sin fragancias.

Recuerda que no existe una ley que proteja la utilización de los conceptos natural, ecológico u orgánico en los productos de higiene y cosméticos. Es posible usarlos como mero reclamo publicitario sin que la composición del desodorante tenga nada de natural. La única garantía es que el producto esté avalado con alguna certificación natural reconocida, como Cosmos, BDIH, NaTrue, Vida Sana, Ecocert o Cosmébio.

Cómo elegir un desodorante natural

Algunas personas se quejan de que los desodorantes naturales no son tan eficaces como los sintéticos. A corto plazo puede ser cierto. Puede ocurrir que la piel necesite un tiempo para adaptarse al efecto de los ingredientes naturales.

El mal olor en las axilas se produce cuando las bacterias que viven en la piel descomponen las secreciones de las glándulas sudoríparas apocrinas, que se encuentran en las zonas de piel cubiertas de pelo. Los ingredientes naturales pueden modificar la composición bacteriana de la piel y, con el tiempo, reducir el mal olor corporal.

En cualquier caso, si compruebas que un desodorante natural no te funciona, puede que el producto no sea de calidad o que no se adapte a tus características. A menudo se trata de encontrar el desodorante natural que te funciona a ti y, por desgracia, no hay otro método que la prueba.

4 formas de reducir el sudor de forma natural

Además de la ducha diaria, existen otros dos factores que ayudan a controlar el mal olor.

1. Relajación

Uno de ellos es la relajación, pues el estrés aumenta las secreciones de las glándulas apocrinas, lo que favorece la generación de aromas desagradables.

2. Alimentación

El otro factor es la alimentación. Elegir bien los alimentos ayuda a reducir o evitar el olor desagradable. En un estudio realizado en la Universidad Charles de Praga (Chequia) y publicado en la revista Chemical senses, se formaron dos grupos de 17 hombres; uno comió carne y el otro no durante dos semanas. Se tomaron muestras de las axilas y 30 mujeres valoraron el olor. Sus observaciones mostraron que el olor de los hombres vegetarianos era menos intenso y más atractivo.

3. Menos cafeína y alcohol

Otras investigaciones indican que el consumo de cafeína y el alcohol estimula las glándulas apocrinas y en consecuencia el mal olor corporal.

4. Depilación y prendas naturales

Finalmente, para sentirse limpia y fresca, nada como mantener las axilas aireadas, depiladas (reduce la presencia de secreción apocrina) y libres del contacto con cualquier tipo de prenda, especialmente de las confeccionadas con tejidos sintéticos. Si llevas ropa, que sea de fibras naturales como el algodón, el lino o el cáñamo.