Hay muchos tipos de dolor muscular: el que dan las agujetas tras un exceso de ejercicio, el provocado por una torcedura o un golpe, o también el crónico en enfermedades como la fibromialgia. En todos estos casos la persona experimenta dolor muscular, aunque por causas distintas. En cualquier caso, cuando aparece dolor muscular podemos calmarlo de forma natural

Cómo calmar el dolor muscular

  • Realizar un nasaje terapéutico. Recibir un masaje profesional alivia el dolor muscular. El masajista puede usar aceites vegetales para que las manos se deslicen mejor y también aceites esenciales de acción antiinflamatoria, como los de lavanda, manzanilla, romero, alcanfor o hipérico.
  • Hacer algo de ejercicio. No es aconsejable el reposo absoluto, puesto que anquilosa los músculos, pero también puede resultar perjudicial un ejercicio intenso. Lo mejor es mantener una rutina regular de ejercicio moderado. Muchas molestias musculares, en especial las que aparecen después del ejercicio, se deben más a la falta de movimiento habitual que a lo contrario. El ejercicio, por otra parte, hace que produzcamos endorfinas, que reducen notablemente el dolor. Hay que tener en cuenta, finalmente, que el insomnio y los problemas de sueño dificultan la reparación muscular durante la noche.
  • Estirar bien la musculatura. Un tipo de ejercicio, el stretching, puede ser muy útil para tratar el dolor muscular. Lo practican los deportistas antes de competir para evitar contracturas y dolor. Eso sí, si notas un calambre no fuerces el músculo: detente y date un masaje estirando la parte afectada y "exprimiendo" suavemente el músculo con la ayuda de una mano, sobre todo allá donde notes un nudo o una zona contracturada. Una vez el calambre haya cedido, reinicia el movimiento con un paseo suave.

Aplicar fío para una lesión reciente

Tanto el frío como el calor resultan útiles para tratar diferentes tipos de dolor en distintos momentos. Elegir uno u otro también depende de la sensibilidad personal. Se puede usar la temperatura que resulte más eficaz.

  • Una lesión reciente causa una inflamación en la zona afectada que se puede frenar con la aplicación de frío mediante un pack (se venden en farmacias) o una simple bolsa de guisantes congelados.
  • Después de un ejercicio intenso, y para prevenir las agujetas, puede ser útil darse una ducha fría o un masaje con cubitos de hielo.
  • En general se recomienda aplicar primero la terapia de frío y, si el dolor se mantiene después de 48 horas, pasar al tratamiento con calor. Por supuesto, siempre hay que consultar con un médico para que realice un diagnóstico.

Usar agua caliente para contracturas por estrés

  • El calor es útil cuando el dolor se debe a una contractura nerviosa o al estrés.
  • Un tratamiento casero consiste en bañarse en agua caliente a la que se ha echado un tazón de sal marina.
  • También se puede aplicar calor con una bolsa a 40 ºC. El cerebro recibe la señal de calor y esta sustituye a la del dolor. Para alargar sus efectos se puede envolver la bolsa en una tela.

Plantas para relajar y desinflamar los músculos

  • Manzanilla (Anthemis nobilis). Relajante, se puede tomar en tisana o aplicada como aceite esencial en la zona dolorida (se diluye al 3% en aceite de almendras dulces).
  • Cayena (Capsicum annuum). La capsaicina relaja los músculos e interfiere en la conducción de los impulsos del dolor. Úsala por vía interna o en crema, sin pasarte: ¡irrita la piel!
  • Romero (Rosmarinus officinalis). Macera el romero en alcohol dos o tres semanas (o añade un 3% de su aceite esencial al alcohol y otro tanto de alcanfor). Date masajes con él.
  • Sauce (Salix alba). Su corteza es rica en salicilatos, antiinflamatorios similares a la aspirina, aunque de menor efecto. Prepárate una tisana hirviendo la corteza unos 15 minutos. Es un buen remedio para el dolor, sin los efectos secundarios de los antiinflamatorios.

La dieta para prevenir el dolor muscular

  • El magnesio es importante. Un mineral que ayuda a mantener la función muscular y nerviosa normal es el magnesio. Su deficiencia ocasiona dolor muscular, aunque no todo dolor muscular se debe a una deficiencia de magnesio. El magnesio está presente en muchos alimentos. Son especialmente ricos en él las semillas de calabaza, el cacao, las judías secas, la melaza, las semillas de lino, sésamo y girasol, las almendras, los frutos secos, las espinacas, las acelgas, el plátano y las legumbres.
  • Papaya y piña. Las proteasas son enzimas que desdoblan las proteínas. Ante el dolor muscular pueden ejercer un efecto antiinflamatorio. Las más conocidas son la papaína y la bromelaína, presentes en la papaya y en las partes centrales de la piña tropical, respectivamente. Consume en abundancia estas frutas.