Cualquiera, si se lo propone, por poco espacio que tenga en casa, puede crear su propio jardín medicinal, sea en su jardín doméstico, en el patio trasero, en la terraza o incluso en un balcón. Nuestros ancestros, sobre todo en ambientes rurales, solían cultivar ciertas plantas de las que obtenían remedios básicos para afrontar algunos de sus problemas de salud.

Continuar esa tradición no solamente permite procurarse uno mismo remedios sencillos y naturales sino que proporciona una experiencia enriquecedora que relaja, entrena la atención y fomenta el contacto con la naturaleza.

¿Qué necesitas para cultivar plantas medicinales?

Si tienes un jardín grande, seguramente encontrarás rápidamente un lugar adecuado para crear un jardín de boticario. Pero incluso si solo tienes un pequeño balcón, no tienes que prescindir de tu botiquín verde, porque muchas de las plantas efectivas crecen igual de bien en jardineras o macetas.

No importa si es un jardín o un balcón, al planificar tu jardín de boticario, debes tener en cuenta los diferentes requisitos de ubicación de las plantas:

  • Condiciones de luz: la mayoría de las plantas prefieren un lugar soleado, pero a muchas les va bien la sombra parcial, y algunas incluso se desarrollan mejor en un lugar húmedo y sombreado.
  • Nutrientes: al igual que con las verduras, se hace una distinción entre plantas de gran consumo, mediano consumo y débil consumo de nutrientes.
  • Agua: mientras que las plantas mediterráneas como el romero o la lavanda prefieren un lugar seco, muchas plantas silvestres nativas prosperan mejor en suelos algo húmedos. Algunas se sienten más cómodas en un suelo que siempre está bien regado.
  • Condiciones del terreno: algunas plantas prosperan mejor en suelos arenosos, otras prefieren crecer en suelos húmedos y ricos en humus.

En este vídeo te enseñamos un truco para saber si estás regando bien las plantas:

¿Qué plantas medicinales se pueden cultivar en casa?

Debido a que la cantidad de plantas medicinales da para llenar enciclopedias completas, nos quedamos con las clásicas. Casi todas son fáciles de cultivar y ayudan con dolencias cotidianas como resfriados, dolores de garganta o insomnio.

Si de vez en cuando o con regularidad padeces alguna alteración específica, vale la pena buscar las plantas medicinales adecuadas. Déjate asesorar, por ejemplo, por un experto en plantas.

Sean plantas leñosas (como el laurel, el tomillo, el romero o la salvia) o herbáceas (la menta, la caléndula, la ortiga o el orégano), la variedad de especies medicinales que se pueden cultivar es muy amplia. Y no necesariamente han de presentar un aspecto austero como la ortiga o la cebolla. Aquí te presentamos 6 de ellas que son bellas y no necesitan muchos cuidados.

14 plantas medicinales que puedes cultivar en casa

Algunas plantas medicinales resultan muy bellas por su color y vistosidad. Aquí se han elegido siete que son fáciles de encontrar y que, en su mayoría, no precisan cuidados especiales.

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1. Equinácea, un gran estímulo de las defensas

Esta planta norteamericana (Echinacea purpurea) florece en verano y hasta mediados de otoño. En verano se recogen las flores, grandes y vistosas, y en otoño, la raíz. Se debe plantar a pleno sol o sol parcial, en parterre o jardinera, y resulta ideal para decorar terrazas y patios. Precisa pocos cuidados.

  • Propiedades: inmunoestimulante, antiséptica, antialergénica, antiviral, antiinflamatoria, sudorífica, colerética.
  • Indicaciones: al ser excelente para potenciar la respuesta inmunitaria, se recomienda para prevenir o mejorar infecciones respiratorias como la gripe, resfriados, faringitis, laringitis y sinusitis y combatir accesos alérgicos con rinitis y conjuntivitis. Por vía externa, actúa como un antiinflamatorio muy eficaz sobre heridas, quemaduras, inflamaciones epidérmicas e inflamaciones bucales y oculares.
  • Cómo se usa: en infusión, asociada a otras plantas que complementan su acción, en tintura o en jarabe. La tintura o la infusión se aplican por vía externa en friegas, baños, colirios y colutorios.
  • Precauciones: evitar por vía oral en el embarazo y durante la lactancia y si existen daños hepáticos.

 

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2. Azucena para suavizar y cicatrizar la piel

La azucena (Lilium candidum), originaria del Mediterráneo oriental, posee un bulbo redondo y escamoso y unas preciosas flores grandes, con forma de trompeta y muy fragantes. Conviene plantarla al sol (o a semisombra si el sol resulta excesivo), sin cambiarla de posición durante al menos cuatro años.

Florece desde finales de primavera hasta mediados de verano. Con fines medicinales se emplean sobre todo los bulbos (frescos, secos o desecados), que se recogen al final del verano o en otoño, aunque en menor medida también se utilizan las flores.

  • Propiedades: demulcente, emoliente, astringente, antiséptica, cicatrizante, callicida, dermoprotectora, antiinflamatoria.
  • Indicaciones: por sus virtudes mucilaginosas, el bulbo se muestra muy eficaz para tratar úlceras de la piel, pieles inflamadas o agrietadas, manchas, rasguños, eccemas, forúnculos, quemaduras y escaldaduras leves, así como para eliminar granos, urticarias, durezas y callos. Se aplica también sobre contracturas musculares, tendinitis e inflamaciones reumáticas leves.
  • Cómo se usa: solo por vía externa, la maceración de las flores o los bulbos en aceite de oliva, para aplicar en friegas o masajes; el bulbo asado, aplicado en rodajas sobre la piel dañada; o el bulbo cocido en leche o vino, machacado y aplicado en cataplasma caliente sobre callos y durezas. Se encuentra también en extracto hidroglicólico como emoliente para las impurezas de la piel.
  • Precauciones: los bulbos se consideran comestibles y se han consumido en algunos países de Europa, pero por falta de estudios se desaconseja su toma por vía oral. 
     

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3. Capuchina frente a las infecciones por hongos

Una de las ventajas de la capuchina (Tropaeolum majus) es que su floración se extiende durante muchos meses, de primavera a otoño. Y el espectáculo que ofrece vale la pena: sus flores, de color naranja o rojo, son grandes y vistosas.

La planta, originaria de Sudamérica (de la zona de Ecuador y Perú), crece bien en macetas y jardineras, pero también en parterres. Prefiere la media sombra y resiste mal las heladas. Para uso medicinal se recogen las sumidades floridas, en primavera o verano.

  • Propiedades: expectorante, antibiótica, antitusiva, diurética, antimicótica, rubefaciente, estimulante del cuero cabelludo.
  • Indicaciones: se recomienda en infecciones del tracto respiratorio (gripe, faringitis) y urinario (cistitis, uretritis), así como para prevenir la formación de piedras en el riñón y reducir las tasas de urea en la orina. Como diurético moderado, ayuda a tratar los edemas y la retención de líquidos. Pero sobre todo se usa en aplicación tópica sobre infecciones por hongos en la piel, para aliviar la tensión muscular y para estimular o fortalecer el cuero cabelludo y ralentizar la caída del cabello.
  • Cómo se usa: por vía interna en infusión simple o mixta (una cucharada sopera por taza de agua, dos tazas diarias), en extracto líquido y tintura; y, por vía externa, la infusión más concentrada o la tintura en masaje o fricción del cuero cabelludo. Se puede encontrar como ingrediente de cremas o pomadas para los hongos y en champúes para fortalecer el cabello.
  • Precauciones: evitar las semillas, que son tóxicas, y no tomar por vía oral en caso de embarazo, gastritis, hipotiroidismo, insuficiencia renal o cardíaca.

 

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4. Milenrama para buenas digestiones

A esta planta europea (Achillea millefolium) se la encuentra fácilmente en prados y herbazales de montaña. Es tan versátil que no falta en los herbolarios. En un jardín constituye una opción excelente: se acomoda bien en espacios soleados y algo sombreados y resiste muy bien tanto a la sequía como a las heladas.

Sus llamativas flores blancas, agrupadas en corimbos densos y planos, aparecen en verano y hasta mediados de otoño. Las abejas las visitan a menudo. Se emplean las sumidades floridas, que se recogen en verano.

  • Propiedades: antiinflamatoria, antiespasmódica, digestiva, antiemética, colerética, antimicrobiana, hemostática, diurética, cicatrizante.
  • Indicaciones: se recomienda ante todo para aliviar desórdenes digestivos, digestiones pesadas, espasmos gastrointestinales, náuseas y vómitos, además de como tónico hepático. Por su poder antiespasmódico, puede ser de gran ayuda frente al dolor menstrual. También contribuye a tonificar las venas en caso de debilidad venosa con varices o hemorroides. Por vía externa, se aplica sobre heridas y quemaduras y para atenuar el dolor articular.
  • Cómo se usa: en infusión simple o asociada a otras plantas (2-3 tazas diarias), en extracto fluido, tintura, jarabe y el jugo de la planta fresca. La infusión se emplea en lavados y friegas contra el dolor y la mala circulación sanguínea.
  • Precauciones: se deben evitar dosis elevadas, que podrían causar vértigos. 

 

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5. Peonía china, una aliada de la mujer

Esta planta de Extremo Oriente (Paeonia lactiflora), de raíces grandes y carnosas, despliega unas flores espectaculares y aromáticas de color rosa, blanco o bicolor. En la península y Baleares hay tres especies de peonías, pero están protegidas y no deben recolectarse. Se pueden plantar en parterres amplios o grandes jardineras, a media sombra, aunque debe tenerse en cuenta que tardan en hacerse grandes y que necesitan un riego generoso.

También se pueden encontrar en viveros y gardens. Florecen de finales de primavera a principios de otoño y, para uso medicinal, se emplean las flores y la raíz.

  • Propiedades: analgésica, antiinflamatoria, antiespasmódica, sedante, astringente, anticonvulsiva, purgante.
  • Indicaciones: la medicina tradicional china la conoce como bai shao yao y la recomienda para tonificar el hígado y el bazo, combatir la migraña y regular las menstruaciones abundantes. Se indica asimismo para aliviar dolores espasmódicos de la regla y los sofocos y la sudoración nocturna de la menopausia. Se considera sedante, calma la irritabilidad y las palpitaciones, y alivia la tensión muscular y los calambres.
  • Cómo se usa: en infusión o decocción, generalmente en tisanas mixtas (hasta 3 vasos al día, en tratamientos no prolongados), en tintura y en pastillas.
  • Precauciones: debe evitarse en el embarazo y la lactancia, y no administrarse a niños menores de 12 años.

 

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6. La relajante milamores

La milamores (Centranthus ruber), conocida también como valeriana roja, es una planta muy resistente y poco exigente. Sus flores, de color blanco o rosa intenso o claro, se reúnen en densas cimas y pueden aparecer desde finales de invierno hasta el otoño siguiente.

Se suele plantar en taludes o rocallas, junto a muros y escalones. En otoño se recoge la raíz.

  • Propiedades: se considera sedante, miorrelajante, antiespasmódica y antiarrítmica, pues comparte, aunque atenuados, buena parte de los atributos de su pariente la valeriana común.
  • Indicaciones: como la valeriana, es ideal para relajar y reducir el nerviosismo y la tensión muscular, y puede aliviar el insomnio puntual. Mejora su acción si se combina con plantas que la complementen, como el espino albar, el lúpulo o la amapola.
  • Cómo se usa: en decocción, asociada a otras plantas, dos tazas al día, la última una hora antes de acostarse, o bien en tintura y en extracto fluido.
  • Precauciones: se considera segura. 

ze-maria-v5Px2pav-MM-unsplash. Romero

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7. Romero

El romero es una de las plantas de cocina populares debido a su intenso aroma. Como infusión, favorece la curación de los resfriados y alivia los calambres estomacales.

Al igual que el tomillo, el romero es una de las plantas amantes del sol.

friderike-XDpIW2ZaMVE-unsplash. Salvia

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8. Salvia

Las hojas grandes y carnosas de la salvia no solo prometen ayudar con dolores de garganta y problemas estomacales. También puedes usarlas como un tratamiento natural para las picaduras de insectos o para el cuidado dental.

  • Sol: A la mayoría de las especies de salvia les gusta mucho la luz solar directa o indirecta, colocarlas en un lugar bien iluminado.
  • Agua: Riégala cuando la tierra esté completamente seca. Durante la temporada de crecimiento, riéguela regularmente para mantener la tierra húmeda pero no mojada en exceso.
  • Fertilización: Darle un abono líquido bien diluido en agua de riego una vez cada 15 días en primavera y verano. En otoño e invierno, disminuir la frecuencia del abono.
  • Podarla: Podarla a menudo puede ayudar a mantenerla compacta y estimula su florecimiento. La mayoría de las especies de salvia se deben podar en la primavera y en el verano después de la floración.
  • Sustrato: La salvia prefiere un sustrato bien drenado y rico en nutrientes. Se recomienda utilizar sustratos específicos para plantas aromáticas.

Es importante tener en cuenta que diferentes variedades de salvia pueden tener diferentes necesidades de cuidado, por lo que es recomendable investigar las necesidades específicas de la especie que se está cultivando para conseguir el mejor resultado.

yaroslava-stupnytska-0f3AfGPzgpY-unsplash. Manzanilla

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9. Manzanilla

La manzanilla es una de las plantas medicinales clásicas. Probablemente hayas hecho inhalaciones con manzanilla al estar resfriada o bebido una infusión para aliviar problemas gastrointestinales.

  • Sol: La planta de manzanilla prefiere la luz solar directa a parcial. Ubícala en un lugar donde reciba luz solar directa durante la mañana y sombra parcial durante la tarde.
  • Agua: Riégala regularmente para mantener la tierra húmeda pero no empapada. No la riegues en exceso.
  • Sustrato: La manzanilla prefiere un sustrato bien drenado y fértil. Se recomienda utilizar una mezcla de tierra para macetas y compost.
  • Fertilización: No necesita mucha fertilización, pero se puede agregar un compost líquido diluido una vez al mes durante la temporada de crecimiento.
  • Poda: Pódala cuando las flores hayan terminado de florecer para mantenerla compacta y estimular el crecimiento de nuevas flores.

gary-j-stearman-VYDPRg6FJHU-unsplash. Hipérico

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10. Hipérico

La hierba de San Juan es un componente de numerosos medicamentos y se usa principalmente para la ansiedad y la depresión. No necesitas tragar pastillas para aprovechar sus efectos para mejorar el estado de ánimo.

Una infusión con la planta fresca también funciona. El aceite de hipérico también es fácil de hacer y también puedes usar la planta como aditivo natural para baños de relajación.

  • Sol: El hipérico necesita luz solar directa para prosperar. Busca un lugar para colocarla donde reciba al menos 6 horas de sol al día.
  • Agua: Riégala regularmente durante el crecimiento activo para mantener la tierra húmeda, pero no encharcada. Durante los períodos de sequía, aumenta la frecuencia de riego.
  • Sustrato: La planta de hipérico prefiere un sustrato bien drenado y ligeramente ácido. Utiliza una mezcla de tierra para macetas y turba o vermiculita.
  • Fertilización: No requiere mucha fertilización, pero se puede agregar un fertilizante orgánico una vez al mes durante la temporada de crecimiento.
  • Poda: Poda la planta de hipérico después de la floración para mantenerla compacta y promover el crecimiento de nuevas flores.

Asegúrate de retirar todas las hojas y flores muertas para evitar la propagación de enfermedades. Además, ten en cuenta que el hipérico puede ser una planta invasiva, así que mantén su crecimiento bajo control si es necesario.

eleanor-chen-IytUViSv3GQ-unsplash. Menta

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11. Menta

La menta tiene un sabor delicioso en infusiones calientes y limonadas refrescantes. El consumo regular de la popular planta también fortalece el sistema inmunológico y acelera el metabolismo.

Dado que la menta tiende a esparcirse por el suelo, puede ser recomendable plantarla en una maceta. Tenla en un rincón soleado o con sombra parcial y riégala bien, sobre todo si el clima es seco y caluroso.

victor-serban-whTrv7kvGJY-unsplash. Melisa

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12. Melisa

Si solo conoces la melisa como una sabrosa planta para hacer infusiones, te sorprenderá concocer sus diversos efectos curativos. Puedes usarla, entre otras cosas, para hacer un bálsamo labial natural contra el herpes y para aliviar dolores de cabeza, náuseas matutinas o cólicos menstruales.

La melisa es fácil de cuidar y prospera mejor en un lugar soleado y protegido del viento.

baraa-jalahej-qfZGhapxoa4-unsplash. Lavanda

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13. Lavanda

La lavanda es hermosa a la vista, huele maravillosamente e incluso los niños pueden usarla para apoyar su salud y bienestar. Tiene un efecto relajante e inductor del sueño, entre otras cosas.

La lavanda prospera particularmente bien en un lugar soleado en combinación con un suelo seco y calcáreo.

kasia-gajek-1iS 6 MgjcA-unsplash. Tomillo

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14. Tomillo

Probablemente estés familiarizada con el tomillo como especia típica de la cocina. Pero, ¿sabías también que la planta de hoja pequeña tiene numerosas propiedades curativas? Puedes usarla, por ejemplo, para resfriados, problemas estomacales y dolores de garganta.

El tomillo prefiere suelo seco y suelto y un lugar soleado y protegido del viento.

Hay una planta para cada enfermedad, como ya sabían los monjes de la Edad Media. Tradicionalmente, cultivaban numerosas plantas en los jardines de los monasterios para poder acceder rápidamente a la planta medicinal adecuada en caso de enfermedad.

En épocas anteriores, las farmacias también contaban con los llamados jardines de boticario, gracias a los cuales siempre podían brindar a sus clientes los diversos poderes curativos de la naturaleza.

Desafortunadamente, aparte de algunos jardines de plantas en parques y jardines botánicos, esta práctica ha caído en desuso, y la mayoría de las personas hoy en día depende de los productos de la industria farmacéutica, incluso para tratar las enfermedades leves que no los requieren.

Pero, por supuesto, nunca está de más contar con un amigo o un especialista que ayude a elegir las plantas idóneas para cada lugar. El libro de Mariano Bueno 'Cultiva tus remedios' (Ed. RBA) ofrece amplia información sobre cómo elegir y cuidar plantas de uso medicinal.